El Covirán Granada paga un nuevo parcial demoledor

Granada/El Covirán Granada volvió a caer derrotado ante el Joventut de Badalona, donde cayó por 96-82 en un partido con altibajos de los rojinegros que llegaron a ponerse por delante en el último cuarto, pero un parcial de 15-2 terminó por decantar el choque. La renta final no reflejó la realidad del encuentro.
La tónica en el primer cuarto fue de plena igualdad. Pese al inicial 5-0 de los verdinegros, el conjunto de Pablo Pin se fue soltando con el paso de los minutos. Primero con Amine Noua, que volvió a tirar del carro para igualar el choque y, posteriormente, con Gian Clavell quien, con un triple, le dio la única ventaja a su equipo en el primer cuarto. El trabajo de desgaste de Wiley sobre Tomic comenzó a dar sus frutos, pero hubo un elemento que fue determinante. Se trata de Sam Dekker, que sumó 8 puntos sin fallo.
La buena defensa de los rojinegros, no obstante, evitó que el cuadro entrenado por Dani Miret se distanciara en exceso y tan sólo tuvo una máxima de cinco puntos. Hanga trató de estirar a los catalanes en el electrónico, pero Scott Bamforth, mucho más entonado en las últimas jornadas, entró en pista para ser determinante con seis puntos casi consecutivos, un triple y un 2+1, que dejó a su equipo a tres de su rival al término del primer periodo (21-18).
En el segundo cuarto, la Penya siguió mandando sobre todo porque Rubén Guerrero y Clavell no lograron mantener la intensidad defensiva. Eso hizo que Pin hiciera un triple cambio porque no le estaba gustando lo que estaba viendo principalmente en cancha trasera. En ataque, hubo descaro ante el aro y eso hizo que, poco a poco, el Covirán Granada su fuera acercando en el marcador. Dekker siguió a lo suyo anotando sin fallo pero Jonathan Rousselle, que estuvo muy fino en este cuarto, empató el duelo a 31 con un triplazo desde casi ocho metros.
Una falta de Tomic a Ubal muy protestada por el banquillo verdinegro, que terminó con técnica a Miret, y por la afición catalana, que llegó incluso a tirar una moneda en la cancha, le dio la posibilidad de ponerse por delante en varias ocasiones, pero las pérdidas aparecieron en el peor momento y el cuadro granadino no lo logró. Una situación que no la desaprovechó el Joventut para seguir por delante logrando la máxima (siete puntos). Y eso que no daba la sensación que los de Badalona estuvieran cómodos en la pista gracias al trabajo atrás de los visitantes, pero si se le dan facilidades…
En los dos últimos minutos hubo momentos de desconexión y eso, ante el quinto clasificado de la Liga Endesa, era una invitación que aceptó su rival. Al descanso, el Joventut se fue siete arriba (43-36) como consecuencia de las siete pérdidas que acumuló en diez minutos por una los locales. El buen porcentaje en tiros de dos (61%) y los ochos lanzamientos anotados desde la línea de 4,60 de ocho intentos, lo mantuvo en el partido además del pelearle de tú a tú en el rebote a un equipo que es el cuarto que más capturas logra en la ACB.
Tras el paso por vestuarios, el Covirán comenzó el tercer periodo sumando pérdidas y eso hizo que, en un pispás, los badaloneses alcanzaran una renta de doce puntos. Rousselle no era capaz de frenar el uno contra uno de Devon Dotson. Pero los de Pin reaccionaron y tras un parcial de 5-15, con dos triples seguidos, uno de ellos de Bamforth que le permitió superar los 2.000 puntos en la Liga Endesa, los rojinegros apretaron de nuevo el electrónico, obligando a Dani Miret a pedir tiempo muerto (54-51).
Bamforth no quiso ser menos que Dekker, y siguió anotando para apretar el choque y volver a meter a su equipo en el partido. En el intercambio de canastas, el Covirán no pudo completar la remontada por las penetraciones de Dotson siguieron haciendo mucho daño. Un nuevo estirón de los locales evitó meterle presión a la Penya que cada vez que los de Pin se acercaban, apretaban para distanciarse y tener un colchón de puntos que le permitió vivir relativamente tranquilos.
No obstante, se había hecho lo más complicado cuando parecía que los verdinegros estaban dispuestos a romper el partido. Clavell y Sergi García aparecieron en ataque en el último minuto del cuarto y permitieron, de nuevo, apretar la cita para irse al cuarto definitivo uno abajo (67-66). El envite se podía ganar, pero para ello había que mantener el nivel físico y, sobre todo, aprovechar las oportunidades de darle la vuelta al resultado.
Los diez últimos minutos no pudieron comenzar mejor pues cuatro puntos de Clavell le permitieron al Covirán ponerse de nuevo por delante. El boricua quiso ser el líder de su equipo pero la renta duró poco. Una falta acompañada de una técnica a Ubal que indignó a Pin, permitió a los de Miret dar un nuevo estirón. Y a eso se sumó un triple de Robertson con antideportiva a Iván Aurrecoechea y tres puntos más tras dos tiros libres de Pustovyi que Wiley trató de barrer el segundo, pero terminando otorgando dos más, devolvieron la decena en un momento clave. Un parcial 15-2 que fue determinante. A Pin se lo llevaban los demonios y los colegiados le pitaron una técnica que dejó encarrilado el choque a seis minutos del final. Pero la realidad es que su equipo, decisiones arbitrales al margen, no tuvo la consistencia y pausa necesaria cuando tenía casi noqueado a su rival.
Con quince abajo, la empresa de remontar era harta complicada como así fue, terminando el choque con un resultado de 96-82 que deja a los granadinos con cinco victorias, antes de afrontar la trascendental cita ante el Girona el próximo sábado.
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