El Covirán Granada repite el guion en Tenerife

Granada/El Covirán Granada, una vez más, dio la cara a domicilio pero tras realizar unos primeros 30 minutos muy buenos, cayó rendido ante el La Laguna Tenerife por95-87, en un partido en el que la imagen fue buena pero el resultado el mismo, una nueva derrota.
Una jornada más, el conjunto de Pablo Pin salió enchufado al partido, sorprendiendo a su rival gracias al acierto en los lanzamientos. Con Gio Shermadini protagonizando las primeras acciones ofensivas de los canarios (los siete primeros puntos fueron del georgiano), los rojinegros tiraron de bloque para comenzar a ponerse por delante en el marcador. Un parcial de 0-6, gracias a sendos triples de Ndiaye y Rousselle, permitió a los visitantes doblar a su rival (5-10) en una muy buena puesta en escena.
Los de Txus Vidorreta no estaban cómodos sobre todo porque el Covirán trató de correr e imponer un ritmo alto para evitar atacar en estático. El 75% de acierto en tiros de campo y el primer triple de Visconti provocó que el técnico vasco se viera obligado a pedir tiempo muerto a 5:39 del primer receso con 7-16 en el electrónico, la máxima renta que obtuvieron los granadinos en la primera mitad.
A la salida del tiempo muerto, y tras ponerle Vidorreta las pilas a sus jugadores, los aurinegros le endosaron un parcial de 11-0 para volver a tener el control del marcador. Del 7-16 se pasó al 18-16. Pero entró Samuel Griffin y todo volvió a su cauce. El escolta americano es de esos tipos que no se obsesiona con tirar triples porque sí. Le gusta lanzar de cinco metros, algo que ya pocos hacen pero es que, además, suele penetrar y casi siempre sacó algo. A Griffin le contestó Jaime Fernández con el Covirán en zona, llegándose al final del cuarto con una mínima ventaja de los visitantes (22-23) gracias a sus buenos porcentajes, las únicas dos pérdidas y que anotaron siete de los nueve jugadores que pisaron la cancha.
El segundo cuarto no pudo comenzar mejor. Un parcial de 0-5 tras dos buenas defensas, devolvió cierta tranquilidad, seis arriba que pudieron ser ocho de no haber fallado Rubén Guerrero un mate que escupió el aro. Silverio, con un triple, anotó para llegar a los nueve puntos arriba. Pero había un pero, el rebote defensivo. Los tinerfeños vivieron de las segundas oportunidades con siete capturas en el aro contrario, cuando suelen promediar ocho por partido. Eso hizo que, junto a la entrada de Marcelinho Huertas, los locales volviera a apretar el resultado.
Sin embargo, el Covirán Granada no se puso nervioso. Siguió haciendo su juego, moviendo el banquillo y sin que Amine Noua fuera el protagonista. Seis puntos seguidos de Kostas Kostadinov acercó a los insulares pero, de nuevo, los rojinegros hicieron la goma con la dupla Griffin-Silverio, ayudados con el acierto exterior de Ndiaye, para irse al descanso cuatro arriba tras una última canasta de Noua que está llegando exhausto a final de temporada. Griffin con 13 puntos, Silverio con diez y Rousselle con nueve, pero tres faltas personales en su haber y sin Ubal y Sergi García disponibles, mantuvieron vivos a los visitantes, que se fueron al descanso con un 47% en tiros de tres por el 16% de su rival. Los 30 puntos anotados en la pintura era uno de los aspectos a corregir en la segunda mitad.
Tras el descanso, Aaron Doornekamp puso por delante a su equipo para empezar. David Kramer no tenía el día desde más allá de 6,75, pero al Covirán le costó algo más anotar que en el primer acto. El rebote ofensivo siguió siendo una rémora y con dos tiros libres del alemán, La Laguna Tenerife volvió a ponerse por delante. Pero duró poco pues Noua y Valtonen, con sendos triples, devolvieron el dominio tras un parcial de 0-8. El trabajo defensivo surtió efecto, incomodando a los de Vidorreta.
Bezhanishvili, más protagonista que Rubén Guerrero, aportaba la casta y Griffin el talento. No le quemó el balón, pero se siguió sin cerrar el rebote y eso evitó poder mantener las rentas obtenidas que llegaron a ser de seis puntos. Pero, al menos, se estaba metido de lleno en el partido. Noua tiró de calidad y Silverio de precipitación, lo que dio lugar a que, con una bandeja sobre la bocina de Bruno Fitipaldo, el Tenerife se fuera a los últimos diez minutos un punto arriba (72-71) tras un global de 28-23.
En el último cuarto, Pin le pidió a los suyos “defensa y rebote” y, sobre todo, evitar que le anotaran tantos puntos en la pintura. Poco a poco, y con Jaime Fernández liderando en ataque, un parcial de 8-0 obligó al técnico granadino a parar el choque con su equipo siete abajo con un global de 17-2 si se contaban los minutos finales del tercer cuarto. Nuevo tiempo muerto pero el choque había cambiado. Los locales pusieron una marcha más en lo físicos, y ahí no pudo competir el Covirán una jornada más.
Pese a ello, los de Pin no bajaron los brazos pero ya no tuvieron la misma confianza y acierto en ataque. A ello se sumó la maestría de Marcelinho Huertas, pero el intercambio de canastas sólo benefició al los insulares, que protegieron y movieron mucho más el balón, ante un rival en el que sólo Griffin tenía claridad ante el aro contrario. El paso de los minutos fue aumentando la ventaja para el actual segundo clasificado de la Liga Endesa, que se volvió a mostrar intratable ante su público y que sumó su décima victoria consecutiva. Llegaron a ir ganando de doce pero, finalmente, la desventaja se quedó en ocho puntos. Se estuvo a buen nivel durante 30 minutos, pero los partidos duran 40 y ahí el Covirán falló una jornada más.
Los triunfos el sábado de Lleida y Surne Bilbao Basket alejó aún más a dos rivales directos. La permanencia en la ACB está cada vez más complicada, es una evidencia, y el próximo rival será el Barcelona. Apurarán sus opciones pero la situación es harto complicada para seguir un año más en la élite. Esta vez no hubo quejas sobre el trío arbitral. Ya era hora.
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