El Pazo de Lugo, una pista maldita para el Covirán Granada

Granada/Si hay dos equipos que se han visto muchos las caras en las últimas temporadas y que han viajado casi de la mano a la Liga Endesa, donde ambos se mantienen, son el Covirán Granada y el Breogán de Lugo.

Ambos coincidieron como gallitos en LEB Oro y claros aspirantes al ascenso, algo que los gallegos lograron una campaña antes que los nazaríes, y los dos compiten en las últimas temporadas en la máxima categoría nacional.

Llevan temporada tras temporada coqueteando con el descenso, aunque al final se mantienen, algo que volverán a buscar esta campaña, en la que desde el inicio vuelven a estar en la cola de la clasificación.

Si algo ha caracterizado los numerosos enfrentamientos entre ambos de las últimas campañas es el claro color lucense, ya que las estadísticas reflejan que el enfrentamiento se le da mucho mejor al Breogán.

De hecho, no ha ganado el Covirán Granada en ninguna de las cinco últimas visitas efectuadas al Pazo de Lugo, ni en LEB ni en ACB. Como ya va siendo hora de lograrlo, lo buscará este sábado desde las seis de la tarde.

Su primera visita con la actual denominación del equipo fue en la temporada 2019-20, cuando perdió por un claro 86-63.

Volvió a la campaña siguiente para perder también, esta vez por 85-78, mientras que en las eliminatorias para subir a ACB de ese curso cedió por 81-78.

Las dos pasadas campañas en la máxima categoría las derrotas fueron por 99-67 hace dos cursos y por 85-79 el pasado.

En el Palacio granadino el balance entre ambos es de tres victorias para cada equipo en los seis partidos disputados. Especialmente recordado es el choque de la pasada temporada, que ganó el Breogán por 84-85 para casi salvarse y poner contra las cuerdas al Covirán Granada, que después alcanzó la permanencia en la última jornada de forma agónica.

Hay que recordar que el Breogán subió a la Liga Endesa hace tres campañas en Granada al vencer por un claro 57-83 el partido jugado en el Palacio en el que se decidía el equipo que ascendía a la máxima categoría nacional.