Samuel Griffin sigue sin contar para Pablo Pin

Granada/Cuando la plaga de lesiones, allá por el mes de febrero, comenzó a cebarse con el Covirán Granada, sorprendió que la dirección deportiva rojinegra firmara a tres jugadores exteriores y tan sólo uno interior para suplir a Jacob Wiley (Giorgi Bezhanishvili). Primero llegó Omar Silverio tras su paso por el Surne Bilbao Basket, posteriormente Samuel Griffin, del Lavrio griego, y por último, de Italia aterrizó Riccardo Visconti (Virtus Bologna).
De todos ellos, el que más talento tiene es Samuel Griffin. Pero Pablo Pin le pide a sus jugadores, y más en la situación deportiva en la que se encuentra el club, algo más que calidad. Actitud, trabajo y compromiso son los valores que solicita el técnico en cada sesión de trabajo a sus jugadores. Y todo hace indicar que Griffin no es del agrado del preparador granadino en ese sentido. Al menos eso se desprende en las últimas semanas en las que el escolta, de 24 años, no solo no ha jugado sino que ni siquiera ha ido convocado.
La medida sorprendente es. Eso no cabe duda, pero la recuperación de piezas como Pere Tomàs o Sergi García ha obligado a Pin a descartar a un jugador y tanto ante Baxi Manresa como frente al Dreamland Gran Canaria, el perjudicado ha sido el americano, que se suponía que llegaba como salvador para ayudar con su capacidad anotadora a pelear por conseguir el ‘milagro’ de la permanencia que, salvo giro radical de los acontecimientos, no se dará este curso tras lograrlo en la última jornada en las dos campañas anteriores.
El punto de inflexión de Griffin llegó en el duelo ante el Leyma Coruña. Su debut fue ante el Surne Bilbao Basket ante el que mostró su talento con 22 puntos y buenos porcentajes en los tiros, tanto de dos (50%) como de tres (75%) y tiros libres (83%), anotando con regularidad en cada uno de los cuartos (4-5-4-9). Pero ante el Valencia se comenzó a ver que estaba más pendiente de hacer su números. Sin anotar en toda la primera mitad, en la segunda parte encestó 18 puntos.
Ante La Laguna Tenerife anotó 20 puntos llegando a encestar nueve en un cuarto. A partir de ahí, comenzó a contar con menos minutos y sus números fueron bajando. Frente al Barça anotó 9 puntos, pero siete de ellos con el choque ya sentenciado. Y ante Coruña desesperó a Pin con un lanzamiento, tras anotar siete puntos, sin venir a cuento delante del técnico que no tardó en sentarlo en el banquillo. Fue su último duelo vistiendo la camiseta rojinegra y podría ser el último salvo que el máximo responsable deportivo del club cambie de opinión, algo que no suele hacer.
Ante Baxi Manresa se sentó junto a sus compañeros en la esquina junto al banquillo pero a Gran Canaria ni siquiera viajó. Un dato significativo que muestra la poca confianza que tiene Pablo Pin en él para esta recta final de temporada.
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