Al Covirán Granada se le funden los plomos (63-70)

Coviran Granada-Melilla | LEB Oro

El conjunto de Pablo Pin se cortocircuita ante un rival que se muestra más intenso y sólido durante los 40 minutos

Pocos jugadores están a la altura de un choque que requería dar un paso más

El Covirán naufragó ante el Melilla
El Covirán naufragó ante el Melilla / Álex Cámara

Ficha técnica

Coviran Granada, 63: Alejandro Bortolussi 2, Manu Rodríguez 5, Carlos de Cobos 8, Sergio Olmos 11 y Diego Kapelan 9 – quinteto titular – Carlos Corts 0, Josep Pérez 6, Alo Marín 6, Guille Rubio 0, Joan Pardina 12 y Earl Watson 4.

Melilla Baloncesto, 70: Austin Luke 0, Caleb Agada 14, Mikolaj Wilinski 3, Osvaldas Matulionis 12 y Philipp Hartwich 7 – quinteto titular – Javi Marín 4, Fede Uclés 10, Amadou Sidibe 12, Andris Misters 0 y Didac Cuevas 8.

Parciales: 19-15, 12-25, 12-16 y 20-14.

Árbitros: Francisco Zafra, Alejandro López y Juan Francisco González. Eliminaron por cinco faltas personales a Sergio Olmos.

Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de competición en LEB Oro disputado en el Palacio de Deportes de Granada ante 3972 espectadores.

Superado en todas las líneas y en todas las facetas del juego. El Covirán Granada no pudo con el Melilla, que volvió a ser la bestia negra de una escuadra nazarí que sigue sin ganar a los norteafricanos en la LEB Oro (63-70).

El encuentro, con más intensidad que calidad, se decantó para los de Alejandro Alcoba, que fueron los que ofrecieron un juego más equilibrado y un saber hacer durante los 40 minutos del choque.

Los granadinos sólo mandaron en el primer cuarto, pero fueron sacados de la zona para dejar de dominar el rebote. Por ahí hicieron agua, pues con escasa presencia en la ‘pintura’ (sólo Sergio Olmos dio señales de vida), y sin acierto desde la media y larga distancia, se quedaron a oscuras (mediado el último cuarto el Covirán sólo había anotado 50 puntos).

Sergio Olmos, el que más se hizo notar en la zona rival
Sergio Olmos, el que más se hizo notar en la zona rival / Álex Cámara

Antes del descanso el Melilla puso tierra de por medio y a partir de ahí supo nadar y guardar la ropa con un juego mucho más sólido y una concentración envidiable.

Igualdad inicial

No obstante, con intensidad comenzó el choque, como la que a nivel particular protagonizaron de inicio los hombres más altos de los dos contendientes: Olmos y Hartwich. Tras dos canastas iniciales, los ataques sin premio se sucedieron en ambas pistas, con las defensas haciéndose valer.

Agada rompió una sequía de dos minutos (3-4) y desató las hostilidades en forma de intercambio de canastas. En el cuadro granadino, el propio Olmos y Kapelan llevaron el peso ofensivo del equipo, mientras que en las zonas la lucha por los rebotes fue encarnizada.

Durante más de cuatro minutos los dos contendientes se alternaron en el mando marcador, con los melillenses viviendo gracias a los tiros libres desde la línea de personales. Un triple de Kapelan puso en el marcador una ventaja superior a un punto (14-12, 7’30’’) a la par que fue un acicate para los locales en los últimos compases del primer acto.

Otra canasta de tres de Pardina obligó a Alcoba a parar el partido (19-13). Una canasta de Fede Uclés cerró un primer cuarto igualado: 19-15.

Sin ideas

A pesar de los lógicos cambios de protagonistas, poco cambió el decorado de inicio en la vuelta a la pista. Dos minutos y medio tardaron los norteafricanos en ponerse a rebufo de los anfitriones gracias a una mayor concentración (21-20).

Esta vez le tocó a Pin pedir tiempo muerto. A su conclusión Pardina dio una de cal y otra de arena al anotar un triple y cometer, a continuación, la segunda personal.

Joan Pardina, el más destacado en el cuadro granadino
Joan Pardina, el más destacado en el cuadro granadino / Álex Cámara

Los granadinos se espesaron en ataque y los melillenses aprovecharon los despistes defensivos para ponerse por delante (26-27, a 3’49’’ para el descanso).

Al descanso los locales anotaron desde la línea de tiros libres 2/4 y los visitantes, 11/16

Diecisiete minutos y medio fue lo que tardó en Covirán en lanzar sus primeros tiros libres, que no fueron aprovechados por Olmos. Los visitantes, más incisivos en la ‘pintura’, sacaron no pocas personales para sumar fácil desde la línea de personal.

Pin movió el banquillo, pero no dio con la tecla, y su equipo, con más pérdidas de las deseadas, sin cerrar bien el rebote y carente de ideas en ataque –sólo cinco puntos en los últimos cinco minutos y medio–, estuvo a merced de su rival los últimos instantes del primer tiempo. Al descanso había motivos para la preocupación: 31-40.

Matulionis

El paso por los vestuarios requería cambiar el chip, pero dos triples de Matulionis tras la reanudación puso la situación más cuesta arriba para los locales (35-46, 21’20’’). Y muy pronto empezaron las prisas en un Covirán que no supo vestirse despacio. Poco después, un 2+1 de Sibidé y otro triple de Matulionis obligó a Pin a intentar poner orden en sus huestes, que empezaban a dar síntomas de desesperación (35-52).

Mientras el Melilla hacía daño por dentro y por fuera, los locales siguieron expulsados de la zona visitante.

Mediado el tercer acto, con 17 puntos desventaja, ya había poco que perder. El Melilla, instalado en una cómoda ventaja, veía como en la escuadra nazarí sólo Pardina ofrecía regularidad y consistencia. El público se percató y se añadió a los cinco que estaban en pista.

Pablo Pin no dio con la tecla para hacer funcionar a los suyos
Pablo Pin no dio con la tecla para hacer funcionar a los suyos / Álex Cámara

Un 2+1 de Olmos abrió un resquicio a la esperanza (42-54, 26,30’’), pero no hubo continuidad en ataque. Y para colmo, el rebote era de los norteafricanos y se lesionó Pardina, que ya no jugó más. Así, se llegó al final del tercer cuarto sin que el Covirán supiera como hincar el diente a un Melilla que en todo momento daba la sensación se saber lo que hacía.

Intento de reacción

Con trece puntos de desventaja comenzó el cuarto definitivo (43-56). En los primeros compases, los de Pin desaprovecharon varios ataques para poner la desventaja por debajo de los diez puntos. Esto ocurrió poco después y en un santiamén. Dos triples consecutivos de Manu Rodríguez y de Alo Marín metieron el miedo en los visitantes (51-58, 33’).

Los granadinos llegaron a ponerse a siete puntos en el último acto, pero faltó continuidad

Tras el obligado tiempo muerto, el Covirán salió dispuesto a morir matando. Pero las ganas iban por un lado y las piernas y l as muñecas, por otro. Y eso que a Melilla se le empequeñeció el aro nazarí ante la defensa zonal de los locales.

La afición del Covirán pasó un mal rato
La afición del Covirán pasó un mal rato / Álex Cámara

Un 2+1 de Ageda a falta de menos de tres minutos puso a los visitantes diez arriba y a los locales, conscientes de que su misión ya era imposible a pesar de que se intentó hasta el final.

Pablo Pin: "Melilla castigó nuestra acumulación de errores”

"Melilla en general ha sido superior a nosotros, sobre todo en la concentración". Con estas palabras, el entrenador del Covirán, Pablo Pin, puso de manifiesto su impresión de un encuentro en el que, reconoció, "hemos sido poco constantes en la concentración y nos han castigado cuando acumulamos muchos errores".

El técnico nazarí puso el dedo en la llaga al señalar que "en el segundo cuarto tuvimos momentos muy malos que el rival supo rentabilizar". Al respecto, Pin añadió que "perdimos confianza con tantos fallos y el Melilla lo aprovechó para abrir una diferencia que, a la postre, fue insalvable para nosotros".

El preparador nazarí subrayó que tras el descanso, su equipo salió con otra cara, pero "nos anotaron tres triples, alguno como consecuencia de nuestra mala defensa". Aún así, Pin destacó que su equipo fue capaz de cambiar la dinámica a un partido que "tal y como iba hasta entonces, estaba para que lo perdiéramos por 25 puntos o más".

"Incluso, tuvimos ligeras opciones para meternos en el partido, pero cuanto nos pusimos con siete puntos de desventaja tomamos malas decisiones en ataque y ellos supieron administrar a la perfección la renta que habían adquirido", manifestó Pin.

A modo de resumen, el preparador granadino señaló que "Melilla es un gran equipo que nos hizo un partido muy incómodo". Y añadió que "ni ayer éramos los mejores del mundo ni hoy, los peores".

Tras destacar la actuación de Pardina, el entrenador del Covirán señaló que los pocos minutos que jugó Watson se debieron a que "básicamente no ha cumplido con las normas de defensa, aunque tengo que señalar que es un tío excelente que trabaja muy bien".

Por su parte, el entrenador del Melilla, Alejandro Alcoba, señaló que a su equipo le costó "entrar en el partido", y destacó "el gran nivel defensivo que tuvimos en el segundo y tercer cuarto".

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