El Covirán Granada se rehace a tiempo en Huesca (71-78)
Huesca-Covirán Granada | Crónica y resultado
El conjunto rojinegro se transforma tras el descanso para empezar la segunda vuelta con una meritoria victoria
Germán Martínez se multiplica para suplir las ausencias de Christian Díaz y Lluís Costa
Ficha técnica
Huesca, 71: Kimbal Mackenzie (13), David Cubillán (14), Ander Urdiain (9), Willesley Butler (13) e Ignacio Rosa (4) – quinteto titular – Emmanuel Omogbo (0), Jacob Round (0), Jorge Lafuente (6), Luis Parejo (2) y Van Oostrum (10).
Coviran Granada, 78: Germán Martínez (), Thomas Bropleh (16), Joan Pardina (7), Alex Murphy (9) y Bamba Fall (10) – quinteto titular – David Iriarte (15), Alejandro Bortolussi (9), Gonzalo Bressan (0) y Manu Rodríguez (5).
Parciales: 21-16, 18-14, 9-25 y 23-23.
Árbitros: Germán Morales, José María Terreros y Jorge Caamaño. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de competición en LEB Oro disputado en el Palacio Municipal de Deportes de Huesca sin espectadores.
¿Qué le dijo Pablo Pin a sus jugadores en el descanso? Sólo el técnico y los jugadores lo saben, pero lo que aconteció en el vestuario sirvió para que el Covirán Granada le diera la vuelta a un partido que, a la conclusión del segundo cuarto, amenazaba con irse al limbo de las derrotas. El conjunto nazarí no sólo enjugó en cinco minutos una desventaja de nueve puntos, sino que, lo más importante, cambió radicalmente su juego y su actitud para hacerse con una victoria por 71-78 muy trabajada.
Y muy meritoria, porque se jugó sin Christian Díaz ni Lluís Costa, lo que obligó a Germán Martínez a dar un paso al frente. El canterano cumplió con creces. Fue un triunfo de un equipo que se mostró solidario y que supo reaccionar a tiempo para empezar la segunda vuelta con buen pie.
El partido comenzó trepidante, con los dos equipos alternándose en el marcador hasta que el Covirán mostró dudas en defensa, sumó varias pérdidas y se atascó en ataque. Los oscenses cogieron su primera renta significativa (17-9, 7’).
Con la presencia de Bortolussi en la pista el conjunto de Pin pudo metió más velocidad a su juego y en el tramo final del acto inicial, de la mano de Bropleh en ataque, pudo evitar que los locales agrandaran su renta.
El peor momento
Con 21-16 en el marcador dio inicio el segundo acto. En los primeros compases, el Covirán sacó más provecho del ritmo alto en el que se instaló la contienda. Iriarte se hizo notar y una canasta del balear puso a los visitantes a rebufo (24-22), lo que obligó a David Gómez a parar el partido. En la vuelta a pista, Germán Martínez empató la contienda, pero el Huesca volvió a estar acertado desde más allá de la línea de 6,75 para volver a ‘apartar’ a sus invitados (30-24, a 5,17’’ para el descanso).
Complicado fue el momento en el que Germán Martínez tuvo que tomar aire tras quince minutos en la pista. Bropleh y Manu Rodríguez se hicieron cargo de la dirección. El balón no se movió con tanto criterio y el Huesca lo aprovechó para ponerse nueve arriba (33-24).
Fall se hizo grande en las dos zonas, pero no había continuidad, sobre todo en ataque. La impotencia de los granadinos trajo consigo cierta anarquía en los momentos de encarar el aro rival. Al descanso el marcador era preocupante: 39-30.
Cambio radical
Tras la reanudación se vio al mejor Covirán. Tras la charla en el vestuario los rojinegros respondieron con cinco minutos impresionantes en las dos pistas. Sobre la base de una intensa defensa, que dejó a oscuras a los oscenses, y un ataque equilibrado y efectivo, los granadinos endosaron un parcial de 0-14 con el que dieron la vuelta al marcador (39-44, 25’).
El fuerte ritmo impuesto no se pudo mantener en los minutos finales del tercer cuarto, pero el Covirán ya había hecho lo más difícil: meterse de lleno en el partido y hacer pensar más de la cuenta a un Huesca que no está para lanzar cohetes. Un triple de Pardina sobre la bocina dio esperanzas a los nazaríes antes de afrontar el cuarto acto: 48-55.
Saber estar
Los últimos diez minutos estuvieron cargados de tensión. Para empezar, un trabajo defensivo encomiable de todo el colectivo visitante apenas se dejó hacer al Huesca. En ataque, se movió el balón y se pasó con criterio hasta encontrar al mejor posicionado para anotar.
Un triple de Manu Rodríguez puso al Covirán trece arriba (51-64, a 6’42’’ para el final). Parecía que el partido estaba a punto de caramelo cuando, tras un tiempo muerto de los oscenses, el cuadro granadino dejó de jugar con la cabeza y recibió un duro parcial de 15-1 (66-65, a 4’03’’ para el final).
El encuentro amagó con escaparse, pero los jugadores del Covirán fueron capaces de resetearse de nuevo. Iriarte asumió la responsabilidad y a Germán Martínez no le tembló el pulso. Se entró en el último minuto y medio con el partido en un pañuelo (69-72).
Un triple de Iriarte, vital su actuación en el partido, dio el margen necesario para afrontar los últimos segundos para sellar el triunfo, no sin sufrimiento hasta prácticamente el bocinazo final.
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