Exhibición del Covirán en Mallorca

Palma-Covirán Granada | Leb Oro

Los de Pablo Pin dominan a su rival desde el salto inicial hasta el final del encuentro

David Iriarte, el mejor del partido

Bortolussi anota un triple en la cancha del Palma
Bortolussi anota un triple en la cancha del Palma / Photographerssport
Área 11

16 de diciembre 2018 - 22:24

Ficha técnica

Iberojet Palma, 60 (17+20+11+12): Joan Bivià (2), Marcus Gilbert (7), Álex Hernández (7), Raven Barber (20), Fran Guerra (2) -quinteto inicial-, Federico Uclés (6), Mikel Motos (4), Jonathan Jeanne (2), Erik Quintela (4) y Joan Tomás (6).

Covirán Granada, 78 (19+26+16+17): Josep Pérez (14), Joan Pardina (16), Guille Rubio (8), Carlos Cobos (3), David Iriarte (18) -quinteto inicial-, Devin Wright (0), Manu Rodríguez (0), Sergio Olmos (8), Álex Bortolussi (9), Eloy Almazán (0), Carlos Corts (0) y Alo Marín (2).

Árbitros: López Herrada, Lema Parga y Martín Vázquez. Eliminaron a Sergio Olmos por cinco faltas personales

Incidencias: Encuentro correspondiente a la undécima jornada de la LEB Oro disputado en el Polideportivo de Son Moix.

Victoria de renombre para un Covirán Granada que ganó con enorme autoridad en una pista tan complicada como Son Moix, donde minimizó a un equipo con el potencial del Palma.

Una gran defensa y muy buenos porcentajes de lanzamiento de tres puntos resultaron clave para que los granadinos jugasen confiados exhibiendo un baloncesto de mucha altura.

Batalla inicial

El partido comenzó con mucho contacto físico y una dura batalla por el control de las 'pinturas', especialmente entre el local Fran Guerra y Guille Rubio. Josep Pérez fue el primero en ver aro, pero los locales respondieron marcando una primera alternancia (4-2) y manteniéndose arriba en el marcador gracias a un Guerra muy batallador.

El conjunto nazarí domina en todas las facetas del juego a la escuadra mallorquina

David Iriarte fue el encargado de parar a Guerra, pues Rubio estaba con Barber, y respondió al reto con dos triples que, junto a otro de Pardiña, catapultaron a los visitantes en el luminoso (8-15, 6’). Después el juego siguió trabado y sin tregua alguna. Rubio vio una técnica y tuvo que dejar su puesto a Olmos. Esta situación, un par de despistes y un triple de Uclés colocaron un 14-15 que obligó a Pin a parar el partido. La igualdad se mantuvo hasta el final del primer acto, que llegó con 17-19 tras un triple de Joan Tomás.

Primera ventaja

El Coviran no perdió comba en el inicio del segundo acto, fundamentalmente porque los palmeños fallaban mucho desde fuera y porque por dentro mandaba un gran Sergio Olmos, capaz de minimizar la velocidad de su nueva pareja de baile, el francés Jonathan Jeanne. Un triple de Bortolussi fue el primer conato de los granadinos por poner tierra de por medio (24-30, 14’).

Sergio Olmos se levanta sobre todos sus rivales
Sergio Olmos se levanta sobre todos sus rivales / Photographerssport

En el ecuador del cuarto se produjeron nuevas rotaciones en el cuadro local, exceptuando a un Guerra demasiado cargado como para arriesgarse y lo que sucedió es que Barber y Rubio chocaron en seguida ofreciendo un bonito duelo. El Covirán no se arrugó y, además, también jugó con descaro y atrevimiento para ponerse diez puntos arriba tras dos triples consecutivos de Iriarte (28-38, a tres minutos para el descanso).

David Iriarte finalizó el encuentro con 18 puntos y ocho rebotes, lo que le supuso una valoración de 20 puntos

El entrenador local Félix Alonso pidió un tiempo muerto y su equipo reaccionó para ponerse a cinco puntos (33-38), pero Pablo Pin también hizo lo propio y la escuadra nazarí volvió a marcar el ritmo. Un triple de Pardina dejó el marcador al descanso en un prometedor 37-45.

En la reanudación fue De Cobos el que se alió con la línea de 6,75 y poco después le imitó Pardina (39-51). Pero el Palma respondió con otro triple a cargo de Barber. Entonces y contra todo pronóstico se produjo un parón anotador, que fue especialmente relevante para un Palma que ya no volvería a sumar puntos hasta el ecuador del tercer acto.

Más intensidad visitante

El Covirán, por su parte, tampoco estuvo fino, pero tenía a un Rubio que al menos sacó faltas y algún tiro libre (44-53). Así y todo, Pablo Pin paró el juego y exigió a sus pupilos mayor intensidad como camino imprescindible para sellar la victoria y que no bajasen el ritmo en el juego interior ante un equipo palmeño que por fuera no acertaba casi nada.

El banquillo del Covirán celebra una de las canastas del equipo
El banquillo del Covirán celebra una de las canastas del equipo / Photographerssport

Sin Josep Pérez en pista, que había hecho jugar bien al grupo, los rojinegros volvieron a igualar su máxima ventaja de once puntos. Tras un nuevo tiempo muerto solicitado por el técnico local, el Covirán no bajó ni un ápice su intensidad con un Iriarte que continuó en plan estelar.

Visto para sentencia

A falta de los diez últimos minutos para la conclusión el partido parecía encauzado por el Covirán, que afrontó el útlimo acto con una ventaja de trece puntos: 48-61.

Además, en los primeros compases los granadinos sacaron provecho a su buen baloncesto y mantuvieron una defensa zonal que se le siguió atragantando a un conjunto isleño negado en el lanzamiento. La ventaja del Covirán sobrepasó los 20 puntos cuando se habían jugado dos minutos tras un triple de Pardina y una canasta de Josep Pérez (48-66).

El entrenador local Félix Alonso volvió a parar el juego, pero los suyos no reaccionaron ante un Covirán que jugaba fácil y dominaba con claridad el rebote ofensivo, con lo que dispuso de no pocas segundas opciones de tiro. En el ecuador del cuarto el partido ya estaba decidido (52-68) tras una técnica al banquillo isleño.

En los minutos finales la presión alta y alocada de los locales no hizo sino aumentar las diferencias entre unos y otros. Un triple espectacular de Josep Pérez a pie cambiado cuando quedaban dos minutos para el final puso el 56-78 en el marcador, que se quedó en 60-78 tras el lógico correcalles final.

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