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El DKV Joventut ha informado de que ha decidido adherirse de forma voluntaria a un proceso de concurso de acreedores. El motivo está en la delicada situación económica que atraviesa la entidad verdinegra, que en la actualidad presenta una deuda cercana a los diez millones de euros.
Este proceso debe permitir al club badalonés el saneamiento económico de sus cuentas supervisado judicialmente a causa de la deuda. Los números rojos del Joventut se desglosan de la manera siguiente: ocho millones de euros a entidades financieras -cinco millones a Caixa Laietana y dos millones a La Caixa- y tres millones a la Hacienda Pública.
Los directivos del Joventut han tomado esta decisión, tras consultar con sus asesores, con el objetivo de garantizar la viabilidad económica de la entidad catalana. La crisis global y el mal desarrollo de los proyectos extradeportivos proyectados por la Penya han forzado al club a tomar esta vía.
El DKV Joventut ya redujo su presupuesto el pasado verano en dos millones y euros tras pasar de 8,5 millones a cinco millones para afrontar la delicada situación económica.
La participación de la Penya en el centro comercial Màgic Badalona y en diversos solares repartidos por la ciudad son la esperanza del club para posibilitar la viabilidad económica.
El concurso de acreedores es una fórmula que también utilizada por las sociedades anónimas deportivas con el objetivo de mantener la entidad y sus activos mientras se desarrolla un plan de viabilidad y se alcanza un acuerdo con los acreedores de la entidad.
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