Y Manu cogió su fusil

Covirán Granada | A aro pasado

El alero granadino afinó su puntería para ser fundamental en la victoria ante Orense en un partido en el que también se hizo notar Devin Wright

Los dos jugadores han dado un paso adelante cuando estaban cuestionados

Manu Rodríguez aportó 21 puntos en el partido jugado en Orense / Álex Cámara

Granada/Cuando el Covirán tenía en Orense un póker de ases en la mano decidió jugarse la partida lanzando una moneda al aire. Y estuvo en un brete en salir cruz.

Pablo Pin, rodeado de sus jugadores en un tiempo muerto en el choque ante Ourense / Photographerssport

Qué cosas tiene el mundo del deporte en el que, como dice la más que demostrada sabiduría taurina, hasta el rabo todo es toro. No vale de nada dominar un partido con comodidad en los guarismos –que no en el juego porque para ir por delante hay que ser mejor y sudar más que el de enfrente– si en el momento del bocinazo final el marcador confirma una derrota.

Pasó en Huesca, pero no en tierras gallegas. Tras un suspense que se antojaba innecesario por lo visto hasta el último minuto, esta vez salió cara. Y de cara las huestes de Pablo Pin ha comenzado la segunda vuelta.

Buena noticia

Hace una semana, en el balance que de la primera vuelta de la competición en la LEB Oro hacía Pin en estas páginas, el técnico se refirió a dos jugadores de los que, decía, aún esperaba su mejor versión. Se trata de Manu Rodríguez y Devin Wright.

Wright machaca el aro del Ourense / Photographerssport

Casualidad o no, el caso es que en el partido ante el Ourense tanto el alero como el pívot protagonizaron su mejor partido en lo que va de temporada.

Destacó sobre todo el granadino, que engrasó su muñeca y en sólo un partido casi firmó la tercera parte de los puntos que llevaba hasta entonces (antes del partido del sábado llevaba 68 puntos en su haber y en tierras gallegas sumó la friolera de 21). Y no lo hizo ‘tirándose hasta las zapatillas’, sino que prácticamente todo lo que salió de su mano pasó por el aro. Manu necesitaba un partido así, sobre todo después de que con humildad había hecho saber a su técnico que, dada su sequía anotadora, estaba dispuesto a sacrificarse en labores más defensivas.

Su actuación en Orense, fundamental en el triunfo, sin duda servirá para que el granadino se haya pegado un chute de moral que puede ser necesario para que en los próximos partidos demuestre que lo del pasado sábado no ha sido flor de un día.

Algo parecido, aunque no de forma tan explosiva, le pasó a Wright, que fue otro de los puntales en el equipo de Pin en una pista que le es muy familiar. Si ambos se suben al carro el equipo lo notará de cara a una segunda vuelta que no ha hecho nada más que comenzar y que se presenta muy interesante.

Ya no hay duda

El Covirán es quinto en la clasificación –empatado con el cuarto y con el sexto– a sólo una victoria de los que son segundo y tercero. Cierto es que también sólo tiene un triunfo sobre el séptimo y el octavo.

Aún falta ganar dos partidos para llegar a las trece victorias de las que tanto habla Pin para asegurar la permanencia, pero ya nadie puede negar que el objetivo que tiene equipo por delante es meterse en los play off. No queda otra.

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