Oxipharma, aquella ocasión perdida
GRANADA/El tren del fútbol sala de élite pasó por Granada, pero pasó de largo porque no hubo voluntad. Fue la temporada 2011-12, cuando el Oxipharma de la mano de José Antonio Murado se proclamó campeón de la Segunda División y el ascenso a la campaña en la máxima categoría.
Tras consumarse el éxito deportivo se iniciaron las negociaciones con el Ayuntamiento de Granada, pues la propiedad del equipo pretendía dejar el Pabellón Municipal de Albolote para jugar en un escenario más propio de la categoría: el Palacio de Deportes.
Esa primavera de 2012 eran tiempos de la dura crisis económica de la que aún no se ha recuperado del todo España. El horno no estaba para bollos en el Ayuntamiento, sujeto a un duro ajuste de gastos. El club pretendía que el Consistorio asumiera los gastos por el uso de la instalación, estimados en unos 200.000 euros, pero ni el alcalde, José Torres Hurtado, ni el entonces concejal de Deportes, Antonio Granados, dieron su brazo a torcer. Habían llegado los recortes.
Por su parte, José Antonio Murado se mantuvo en sus trece y renunció no sólo a que el equipo jugara en Primera División, sino también a que se mantuviera en competición. Era el 5 de junio de 2012, hace casi seis años, cuando el club emitió una escueta nota en la que anunció que no se iba a prorrogar el patrocinio, lo que "posiblemente ocasionará la desaparición" del equipo, como así fue. Además, descargó toda la responsabilidad en el Ayuntamiento por su negativa a correr con los gastos por el uso del recinto del Zaidín. Así, la ilusión por que Granada tuviera un equipo entre los grandes se desvaneció casi como había aparecido en escena de la mano de Murado.
Se da la circunstancia de que esa temporada militaba en esa segunda categoría el Jaén, equipo al que el Oxipharma derrotó cada vez que se cruzaron. Y lo que son las cosas, la élite del fútbol sala de clubes por fin ha llegado al Palacio de Deportes de la mano de ese equipo que compartió categoría con el conjunto granadino pero que sí quiso jugar en la élite. Más aún, en este tiempo el equipo jienense se ha instalado entre los grandes de Primera y luce en sus vitrinas dos Copas de España, la última conseguida esta misma temporada.
Ayer, el tren de la Primera División del fútbol sala español hizo una pequeña escala en Granada, pero siguió su camino.
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