Persiguen en coche a los árbitros del partido Alhameña-Padul
FÚTBOL l Regional Preferente Sénior
Los colegiados avisaron a la Policía Local de la población aunque no van a denunciar
Dos partidos atrasados y dos lamentables comportamientos de quienes se hacen llamar 'aficionados al fútbol' son la nota negativa de un domingo aciago.
En Alhama de Granada sucedió el hecho más lamentable. Tras finalizar el partido que enfrentó al equipo local y al Atletismo Padul, el trío arbitral, encabezado por López Sánchez, fue perseguido en coche por varios aficionados cuando se dirigían a Granada capital. El mal estado de la carretera debido a la fina lluvia caída hizo que se vivieran momentos de auténtico miedo. Ante tal situación, los árbitros avisaron a la Policía Local de Alhama de Granada para dar fe de lo que estaba sucediendo, aunque no han llegado a denunciar a los ocupantes del vehículo que les perseguía. Las fuerzas del orden del pueblo recomendaron una vía alternativa a los trencillas, quienes lograron abandonar la población por la carretera de Salar.
El detonante de la situación se produjo durante el partido en cuestión, el Alhameña-Padul. El encuentro llegaba con cierta tensión por los incidentes entre ambas escuadras la pasada campaña y la vuelta de Fernando Fernández Palacios, ex entrenador del equipo local ahora en las filas paduleñas. El duelo se decidió tras las expulsiones de Ernesto y Ramírez por parte verdiblanca, lo que dejó el partido en bandeja para los foráneos. El arbitraje dejó descontentos a los seguidores locales. Dos de ellos, tras el pitido final, se lanzaron al terreno con la intención de agredir a los jueces del encuentro, bien protegidos por jugadores visitantes y miembros de la directiva local.
En lo deportivo, el Atletismo Padul logró su objetivo de sacar los tres puntos para situarse a cuatro del líder (0-2). El once jameño permanecerá una semana más en zona de descenso directo.
También fueron lamentables los incidentes acaecidos el otro partido atrasado de ayer. El Alfacar-Churriana B (1-3) acabó de la peor de las maneras posibles: con el colegiado Ortega Ávila rodeado de personas para que no fuera agredido por el público. La tensión fue en aumento, y con el árbitro ya a salvo en su vestuario, las incidencias continuaron en la retirada del equipo churrianero a su caseta, donde fueron objeto de empujones y zarandeos.
La situación se mascaba durante todo el encuentro. La tensión aumentó en los minutos finales, con un Churriana B haciendo lo posible por remontar el tanto de Patri para los alfacarinos. Estos no mataron a la contra y se encontraron la permisividad del colegiado con el juego del equipo de Claudio Racino. Todo se complicó más con la rigurosa expulsión de Pelón, un clamoroso penalti por manos a favor del equipo local no señalado, y la igualada de Óscar Cordón. El público y los miembros del Alfacar se echaron encima del árbitro y se vinieron abajo, lo que les costó el partido.
Ahora, el cuadro verderón plantea tomar medidas contra los arbitrajes que sufren cada jornada. El filial del Churriana sube al segundo puesto.
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