Segura, Samb y Aranda, señalados

Las primeras 'cabezas' que el Club Baloncesto Granada tiene previsto 'hacer rodar' son las del director general, Julián Aranda, el entrenador del primer equipo, Curro Segura, y del pívot Mamadou Samb. Los tres están en la lista de despidos que pretende realizar la entidad nazarí en el marco del Expediente de Regulación de Empleo que se ha solicitado a la Autoridad Laboral. Además, según informó ayer Radio Granada, también están varios trabajadores de la administración del club. Asimismo existe la pretensión de negociar a la baja los contratos de los que se queden.

Los nombres de Curro Segura y Mamadou Samb estaban en casi todas las quinielas debido que sus contratos son de los más elevados dentro de la plantilla. La sorpresa de última hora ha sido la inclusión de Julián Aranda. Al parecer, los directivos del CB Granada no tenían la intención de dejar de contar con el director general, pero ha habido un cambio de opinión a raíz del abucheo que recibió el directivo por parte del público que acudió a presenciar el partido del pasado viernes ante el Huesca. En el transcurso del encuentro también se pidió la dimisión de toda la junta directiva del club.

Si la Dirección General de Trabajo acepta el ERE, la presencia de Segura en el banquillo del equipo de su tierra apenas llegará al año. El técnico granadino se hizo cargo del CB Granada el pasado 18 de enero, cuando sustituyó a Trifón Poch debido a la pésima dinámica del equipo en la Liga ACB. Entonces, el preparador firmó por dos campañas.

Mamadou Samb, por su parte, se comprometió con el CB Granada en verano de 2010 por cuatro temporadas, aunque el club podía rescindir el contrato a la conclusión de la segunda. El fichaje del joven pívot estaba considerada como una apuesta de futuro en el caso de que el equipo hubiera seguido en la ACB. Tras el descenso, desde la directiva se dijo que se le iba a negociar un nuevo contrato a la baja, pero nunca se iniciaron conversaciones al respecto.

Julián Aranda llegó al CB Granada en 2007 para cubrir el hueco dejado por Oriol Humet. Su labor como director general ha sido muy discutida, incluso desde dentro de la entidad.