Víctima de sus errores
El Vandalia se muestra muy débil en defensa y cae ante La Cañada
El Vandalia sumó ayer su sexta jornada sin ganar como local víctima de sus propios errores ante un Atlético La Cañada que leyó mejor el partido. El equipo de Miguel Álvarez fue tan débil atrás como poco contundente arriba y encima se despistó con un colegiado que tuvo el partido 15 minutos detenido ante los salivazos recibidos por un asistente desde la grada.
Pero antes de cualquier polémica, con gol anulado incluido, el partido ya estaba 0-2 para La Cañada. El Vandalia tuvo ocasiones como la primera de Moussa cuyo control orientado le sirvió para rematar al lateral de la red (4') o la incorporación desde el lateral zurdo de Eladio. No aprovechó sus llegadas y regaló a La Cañada la suya, con un desajuste defensivo que permitió al almeriense Álvaro encarar en solitario a Castro y hacer el 0-1 (22').
Con desventaja en el marcador, Eladio volvió a protagonizar una oportunidad desde el lateral izquierdo en una acción en la que el Vandalia pidió penalti por manos de un defensor. Pero los locales no concretaron en el área rival y tampoco se mostraron certeros atrás, permitiendo una pared entre Capel y Cristian que acabó en el 0-2 (26').
Entonces el colegiado ya había mostrado al peligreño Rafa Muñoz una amarilla por protestar. Tarjeta que iba a ser clave cuando en la segunda parte recibió la segunda tras recibir una dura falta y encararse con un rival (71'). Fue el final de una remontada iniciada con la incorporación de Paquito y Dani Luna al campo por el Vandalia. Primero con un gol anulado a Moussa por fuera de juego tras el rechace de Pito al lanzamiento de Eladio (55'). Después con el disparo ajustado de Paquito que acortó distancias fruto de la mayor coordinación ofensiva local con Coco (63').
Pero en la acción de la expulsión de Rafa Muñoz el partido empezó a frenarse. El Vandalia pudo empatar en un córner cerrado de Lolo que entre el portero y el palo despejaron y en la jugada posterior, contraataque de La Cañada, gran acción de Álvaro para que Capel pudiera hacer el 1-3 (77'). Instantes después, el asistente que había anulado el tanto azulgrana, recibió salivazos desde la grada. El colegiado se negó a continuar durante algunos minutos pese a la insistencia de ambos equipos. Y tras 15 minutos de parón, se reanudó el juego sin que nada hubiera cambiado: los seguidores seguían en la grada y no hubo mayor presencia policial. Pero el Vandalia estaba con diez y más preocupado de las consecuencias del partido que del duelo en sí y La Cañada supo hacer lo que le convenía para que casi una hora después del inicio de la segunda parte llevarse los tres puntos.
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