Alberto Amezcua: "La grandeza de los Juegos es estar rodeado de tanto talento, cualquiera querría cumplir este sueño"

Marcha

El marchador accitano participará el próximo 7 de agosto en la prueba de relevos mixta, siendo su primera vez en unos Juegos Olímpicos

Alberto Amezcua en una prueba con la selección española. / RFEA

La marcha española tiene en Granada a uno de sus mayores referentes. Natural de Guadix, Alberto Amezcua lleva muchos años de carrera y numerosos campeonatos de España, de Europa y del mundo en sus piernas, pero afronta por primera vez lo que es representar a la provincia y al país en unos Juegos Olímpicos.

El próximo día 7 de agosto se celebrará la prueba de relevos, que contará con 25 equipos cada uno compuesto por un atleta masculino y uno femenino, que completarán la distancia del maratón (42,195 km) en cuatro tramos de aproximadamente la misma distancia. Cada atleta completará dos tramos de poco más de 10 km cada uno, alternando masculino, femenino, masculino, femenino. El accitano conversó con Granada Hoy antes de la cita más importante de su carrera deportiva:

¿Cuáles son sus sensaciones de cara a su debut en los Juegos?

Me quedé a las puertas tanto en Río de Janeiro como en Tokio, y la verdad que tengo muchas ganas. Seguimos a la espera de ver qué decisión se toma con respecto a los equipos y quién integrará el titular. Yo fui uno de los integrantes que clasificó al equipo gracias al séptimo puesto junto a mi compañera en el mundial de Turquía, y dentro de poco en Barcelona habrá unas pruebas en la que el comité decidirá quién forma el equipo.

Las sensaciones están siendo muy buenas, estamos en el centro de alto rendimiento en Pirineos y de ahí vamos a esa última semana previa a París. Venía de un mes complicado por temas de alergia y contraer el Covid, pero por suerte estoy al 100%.

¿Cómo es el día a día entrenando en los Pirineos?

Un año olímpico siempre es intenso, porque todos vamos al 120%. Tanto física como mentalmente es muy duro, y más estando tanto tiempo fuera de casa. Estamos en la recta final y lo bueno es estar rodeado de deportistas de élite, lo hace más ameno. La idea es entrenar en altitud para conseguir esos beneficios que te da la altura, y mitigar el calor tan grande que hace en Granada. Después de tanta exigencia todo el año por eso hacemos la última parte aquí, para asimilarnos más a ese clima más benévolo que encontraremos en París. Además evitamos distracciones estando aquí, te quita de esa ‘tentación’ y de incluso pasarlo mal sin poder estar con familia y amigos, estando mucho más enfocado en el objetivo.

¿Cómo compagina la vida personal con los entrenos a lo largo del año, no solo en los JJOO?

Lo más duro es estar lejos de la pareja y la familia, para ellos no es fácil tampoco. Estoy en los últimos años de mi carrera y son etapas, esta se está acabando pero quería vivir la experiencia de estar en unos Juegos ahora que son mis mejores años a nivel deportivo. Unos JJOO son diferentes a otros torneos, la grandeza es estar rodeado de tanto talento en todos los deportes y cualquier deportista querría cumplir este sueño, que para mí se va a hacer realidad. Después de pasar una mala racha, lograr la clasificación para los Juegos hizo que todo lo mal que lo estaba pasando lo pudiera reconducir, sacando fuerzas de donde no las haya.

¿Qué le parece la modalidad de relevos?

Es algo novedoso, que se está haciendo en muchas pruebas. La verdad que es una prueba de gran dificultad porque te exige estar casi tres horas a tope física y mentalmente. Hemos hecho muchas pruebas con la UCAM porque en la primera parte hay que hacer 10-11 km al 100%, recuperar unos 40 minutos que es lo que suele tardar una mujer, y después volver de nuevo al tope. El cuerpo a ese parón no está acostumbrado y estamos ensayando mucho cómo limpia el cuerpo el ácido láctico y como poder ‘exprimirnos’ más. Me parece una prueba incluso más dura aunque no difiera mucho de lo que yo hago, porque el cuerpo tiende a relajarse y descansar.

¿Se sabe si partirá usted desde la titularidad o no?

Aún no se sabe. Quiero creer y confío en que haciéndolo bien en esas pruebas de Barcelona tengo mucho terreno ganado, unido a que fui uno de los participantes que clasificó al equipo que es algo que debería tener peso. Al fin y al cabo es un criterio técnico que es subjetivo, no controlo qué es lo que vayan a decidir, pero lo justo sería que demostrando un buen estado y junto a mi compañera, haber clasificado al equipo, nos tocara.  Nos lo dicen unos días antes de la prueba: llegamos el día 2 de agosto a París y la prueba es el 7 por lo que nos lo comunicarán casi llegando. Espero y deseo poder estar ahí y ser elegido, me toca hacerlo bien y creo que la oportunidad llegará.

¿Qué es lo más duro de unos Juegos?

Yo soy una persona muy de estar por casa, muy familiar y muy de Granada. En el deporte de alto nivel te tienes que acostumbrar a estar mucho fuera, pero un año olímpico es mucho peor. Podría decir eso, ya que hemos tenido que hacer campeonatos del mundo, de Europa y de España, y con el estrés que conlleva dar el 100% en cada una. También tiene una gran labor el entrenador para no llegar pasado de forma y ajustar la regulación y los picos de forma para cada prueba. Tenemos un gran equipo alrededor y hemos hecho mucho más hincapié, y eso hace que el camino a los Juegos sea bastante duro.

¿Cuántas opciones de medalla ve en sus compañeros?

Lo bueno es que el equipo que llevamos es garantía de medalla. Estamos hablando de unos JJOO, donde la gente va al 120%, pero en marcha el equipo español siempre es referente. En el relevo mixto, el equipo que se va a hacer es candidato a luchar por medalla seguro. Hay que tener un buen día, depender de tu compañero o compañera también, pero esa presión nos la autoimponemos porque la historia de la marcha española lo demuestra, y los resultados también. A nivel individual y colectivo podemos luchar por las medallas, esperemos que el factor suerte también esté de nuestra parte.

¿Cree que será su último baile en unos Juegos?

Creo que sí, no me veo en cuatro años todavía y no porque físicamente no pueda, sino porque psicológicamente mi mente me pide hacer otras cosas en la vida, al final son etapas. Me apetece tener cierta estabilidad con mi familia, y a nivel laboral con las oposiciones de Policía Nacional que preparo. Igualmente no me cierro al año que viene, ya que hay un campeonato del mundo en Tokio que me entusiasma. No pude estar en los últimos Juegos allí y yo creo que mínimo un año más continuaré. No se si después seguiré, habrá que ir viendo.

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