22 años en el infierno
El Granada CF ha necesitado más de dos décadas para regresar a Segunda · A las 18 campañas en Segunda B se unen cuatro en Tercera por el descenso sufrido en 2003
Sin temor a errar se debe calificar el ascenso a Segunda División A obtenido ayer por el Granada CF en el campo Santo Domingo de Alcorcón como el logro más importante conseguido por el conjunto rojiblanco en más de veinte años.
Y es que no son pocos los socios, aficionados o simpatizantes del equipo rojiblanco que en su vida han podido disfrutar de un éxito de tal calibre del equipo de sus amores. En concreto, todos los que no han alcanzado la treintena de años pertenecen a ese grupo de personas que jamás han disfrutado de un Granada en la elite, que no han podido vibrar en directo en toda su vida con un fútbol de superior categoría, que no han animado a su Granada en una división que no fuese la desesperante Segunda B o el pozo de la Tercera, en el que se hundió el club rojiblanco tras el descenso administrativo, apenas meses después de rozar la Segunda A con la yema de los dedos.
Y es que el largo peregrinar fuera de las quinielas, de los resúmenes nacionales de televisión, del fútbol de verdad ha durado nada más y nada menos que 22 años.
Hasta ayer, el Granada había logrado subir por última vez a Segunda en la campaña 1986/87, con Joaquín Peiró en el banquillo. Como en esta ocasión, y en la mayoría de los trece ascensos que adornan los casi 80 años de existencia de la histórica entidad, éste se produjo fuera de casa, en concreto en Zaragoza, donde los rojiblancos vencieron por 0-2 al Aragón para certificar un logro que se ha repetido demasiado tiempo después.
No obstante, se trata de 22 años de inacabable travesía en el desierto porque la alegría en la categoría de plata sólo duró una campaña (esperemos que ahora ocurra lo mismo pero porque el plantel nazarí va lanzado hacia Primera), ya que en el ejercicio 1987/88 el Granada se despidió, hasta ahora, de la actual Liga Adelante.
Desde que la histórica entidad pisó por última vez esa categoría en un lejano mes de junio de 1988 hasta su festejado regreso en este mayo del 2010 ha pasado toda una vida.
La próxima temporada será la número 31 que el Granada CF estará en la categoría de plata y ojalá que muy pronto se puedan ampliar las 17 campañas que ha jugado en Primera a lo largo de sus 79 años de historia, pero no crezcan las 22 que ha tenido que sufrir la dura Segunda B o los cinco cursos que formó parte de Tercera División.
Un dato que refleja el infinito sufrimiento de estos 22 años es que durante este interminable tiempo todas las provincias andaluzas salvo Granada han saboreado las mieles de triunfo. Los principales equipos de Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Jaén, Córdoba y Almería, que durante algunas temporadas han compartido grupo con el propio Granada CF, han sido capaces de alcanzar la Segunda División. Incluso, todos menos Jaén y Córdoba también llegaron o están actualmente en Primera.
Aunque el dicho apunte que a la tercera va la vencida, el Granada lo ha conseguido a la quinta. Los nazaríes han necesitado hasta cinco promociones de ascenso para regresar a la división que nunca debió perder.
Esto quiere decir que desde esa campaña que acabó con el ascenso de Peiró hasta el actual logro, el club rojiblanco ha desperdiciado cuatro fases de ascenso.
En la temporada 1992/93, un conjunto dirigido por Nando Yosu se topó en el momento decisivo con la fortaleza de Murcia, Baracaldo y Getafe; en la 95/96, el Granada entrenado por Lucas Alcaraz no pudo con Sporting de Gijón, Valencia B y Orense; en la 97-98, los de Juanjo Enríquez se quedaron a las puertas del ascenso cediendo al final frente a Cacereño, Bilbao Atlético y Mallorca; mientras que hace diez años casi todo el mundo sabe lo que ocurrió.
Ayer se cerró para siempre la herida del 25 de junio de 2000, el día del gol de Pepe Aguilar, de las piernas flojas y las mil hipótesis; el día en que el Real Murcia dejó al Granada sin ascenso en su cuarto intento abriendo, de paso, la época más triste y desesperante de la entidad, unos diez últimos años para olvidar que fueron muchos peores que los doce anteriores.
Esa década infernal tuvo su episodio más penoso con el descenso administrativo a Tercera sufrido por la entidad a finales del ejercicio 2002/03, bajo la presidencia de Francisco Jimena, por los problemas económicos arrastrados.
La odisea de tres años para poder regresar a Segunda B como mal menor concluyó con el último de los ascensos logrados hasta ayer por la entidad, aunque a mucha menor escala que el actual. Éste fue el protagonizado en junio del año 2006, con Los Cármenes a rebosar por una afición que contribuyó a doblegar al Guadalajara, por un conjunto dirigido desde la presidencia por Paco Sanz y desde el banquillo por José Víctor y que contaba en sus filas, entre otros jugadores, con Gustavo, Milla, Javi García, Josemi o Ramón, el héroe de la jornada al conseguir el gol definitivo.
Tras el inmenso logro de ayer, los más veteranos sólo desean que ojalá no ocurra lo mismo que pasó la última vez que el Granada ascendió a Segunda División, cuando sólo duró un año en esa categoría y, a partir de ahí, inició el calvario que ahora termina, y que no hagan falta otros 23 años para disfrutar de otro gran ascenso, que el próximo se produzca pronto y sea a Primera División, la máxima cumbre del balompié español, en la que los rojiblancos militaron por última vez en 1974, hace ya 36 años.
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