El Covirán Granada cae en Manresa y complica su situación en la tabla de la Liga Endesa

Granada/El Covirán Granada cosechó una nueva derrota lejos del Palacio de Deportes, la duodécima seguida, y ya es antepenúltimo en la tabla de la Liga Endesa tras perder ante un clásico del baloncesto español como es el Baxi Manresa (86-77). Un mal segundo cuarto condicionó el resto del choque de los granadinos, que llegaron ir perdiendo por 18 puntos en el primer acto pero que se acercaron en el segundo tiempo a tres, pero terminaron por ceder en el primer duelo de los tres que deberán afrontar en siete días.

El choque, en su primera mitad, estuvo dividido por dos cuartos muy muy distintos. En el primero, los de Pablo Pin plantaron cara en el intercambio de canastas. Con un Maye muy motivado en el regreso a la que fue su casa la pasada campaña, los rojinegros llegaron a estar cuatro puntos arriba en el arranque (5-9). Pero duró lo que tardaron Jerrick Harding y Devin Robinson en entrar en calor. Maye mantuvo a su equipo en el electrónico con ocho puntos casi seguidos pero un parcial de 7-0 comenzó a decantar la balanza para los manresanos, que se basaron en su excelente porcentaje en tiros de dos para ir, poco a poco, volteando el marcador. De hecho, en los primeros diez minutos, los de Pedro Martínez tan sólo fallaron un lanzamiento de dos (8 de 9) y con ese acierto lo normal era que terminaran el primer periodo por delante como así fue (27-23).

Otra cara

Los once puntos, con tres triples incluidos de Maye pese a que en muchas ocasiones lanzó de manera precipitada y con un defensor encima, no fueron suficientes para irse al primer receso por delante. Ni siquiera su dominio en el rebote (3-9). Lo que nadie esperaba fue que en el segundo cuarto, el cuadro de Pin se hundiera de tal manera que dio lugar a una pobre imagen para desesperación del técnico en el banquillo.

Un parcial de 5-1 en menos de dos minutos obligó al preparador granadino a parar el choque con el Covirán ocho abajo (32-24). Sin acierto desde el perímetro (0 de 3 en triples), a lo que se sumaron dos pérdidas, tan sólo a base de tiros libres y eso que fallaron al descanso hasta siete, los rojinegros recortaron diferencias tras un parcial de 1-6. Sin embargo, Harding entró en calor para desgracia de los visitantes. Con cinco puntos seguidos lanzó al Baxi Manresa ocho por delante y, a partir de ahí, la renta fue en constante aumento. La mala selección de tiro del Covirán ayudó a que las ventajas fueran creciendo.

Inflexión

Harding se relajó pero le suplió Robinson, que fue el que rompió definitivamente el choque. A cuatro minutos del descanso los del Vallés alcanzaron la decena de puntos a favor. Y un triple de Robinson provocó el segundo tiempo muerto de Pin con su equipo trece abajo. La dupla Harding y Robinson, con ocho y nueve puntos respectivamente, hizo, con la ayuda de Vaulet, que se situaran 18 arriba, que finalmente se redujo en tres puntos justo antes del receso (51-36).

La defensa

Con ese balance defensivo, la clave para tener opciones de, al menos meterse en el partido, era apretar en cancha trasera. Encajar 51 puntos en 20 minutos era demasiado y el margen de mejora estaba ahí. Y los rojinegros salieron con un punto más de intensidad atrás. Thomas Bropleh asumió la responsabilidad en ataque con seis puntos casi seguidos. Gracias al de Denver llegaron a reducir la renta a diez puntos (57-47), que amplió Adam Waczynski con un triple. El 0 de 10 en triples entre el segundo y lo que se llevaba jugado de tercer cuarto era demasiada rémora para intentar remontar.

Aunque se redujo el caudal ofensivo de los catalanes, en ataque costó mucho anotar y ello dio como resultado que no se pudiera rebajar la desventaja en el electrónico, que rondó durante varios minutos la quincena. La precipitación y la falta de elaboración en cancha delantera impidió meterse de lleno en el partido. Al final del cuarto el parcial anotador de ambos contendientes fue de 15-15, que reflejó la mejora defensiva pero no tanto la ofensiva. Fue insuficiente para generar inquietud en el marcador en su rival, que se fue a los últimos diez minutos 15 puntos por delante (66-51).

La reacción

Restaba un último cuarto fundamental para el futuro del cuadro granadino en la Liga Endesa y no pasar demasiados apuros. Y salieron decididos pese a su nulo acierto exterior. Los de Pin optaron por penetrar y lograron endosarle un parcial de 1-10 que obligó al que fuera entrenador del extinto CB Granada a pedir tiempo a 7:35 del final con ocho abajo (69-61). Había partido pues el nivel defensivo aumentó para reducir el caudal en ataque de los locales. Cuatro puntos de Michael Caicedo y un triple de Thomas Bropleh en ln segundo intento, y después de catorce fallos seguidos desde más allá de 6,75, acercó a tan sólo tres puntos al Covirán (71-68).

De nuevo pidió tiempo el técnico catalán con su equipo bloqueado ante el empuje de su rival que llegó a la recta final cargado de moral tras un parcial de 5-17. Restaban algo más de cinco minutos y volvió a aparecer Robinson para darle un respiro a su equipo. De tres se pasó en un pispás a siete para enfado de Pablo Pin, que paró el choque y le recriminó muy enfadado a sus jugadores un mejor balance defensivo.

Antideportiva

Fue el punto de inflexión del choque pues desde entonces, los rojinegros fueron incapaces de meterle miedo a su rival. Se acercaron a cuatro tras un triple de Bropleh pero una falta antideportiva de Luke Maye, que supuso su descalificación, terminó por romper con las esperanzas granadinas. A base de tiros libres, línea desde donde los de Pin fallaron hasta once lanzamientos, Manresa terminó por certificar la victoria, superar a un rival directo al que encima le ganó el basket average y dejarle antepenúltimo de cara a los siete encuentros que restan para el final de la competición. Toca apretarse el cinturón.