Pablo Pin: “El partido de Orense es muy importante pero para nada es una final”

Granada/Pese a la situación deportiva y la situación en la tabla clasificatoria, el técnico del Covirán Granada se muestra optimista por el juego que están desplegando su equipo. A la contundente derrota frente al Breogán, Pablo Pin ha buscado los aspectos positivos al señalar que “si nos fijamos en el partido de Lugo para fustigarnos, que cada uno haga lo que quiera. A mi me gusta quedarme con lo mejor que hicimos, pese a que tuvimos muchos condicionantes como para ganar en una cancha tan complicada como la del Leche Río”.

Y es que las ausencias de Carlos Corts y Carlos de Cobos pesaron mucho sobre todo en la dirección. Dos jugadores que tendrán muy difícil llegar a la cita del próximo sábado ante Orense. Pin reconoció que “no ser continuos en la dirección, al tener que poner en el puesto de base a jugadores que no están acostumbrados a asumir esa responsabilidad, se notó a la hora de llevar el ritmo del partido”.

Corts duda, De Cobos descartado

Una situación que se podría repetir esta próxima jornada. “A priori no jugará ninguno de los dos”, apuntó, descartando por completo a De Cobos. Con respecto a Corts, manifestó que “dependerá de su evolución pero si juega lo hará bastante tocado”. El fuerte esguince de tobillo que sufre condicionará la decisión, así como su capacidad para “aguantar el dolor pues tiene el tobillo muy hinchado. Está trabajando con los fisioterapeutas todos los días y a ver si podemos contar con él para que, al menos, dé unos minutos de calidad saliendo desde el banquillo sustituyendo a Josep Pérez”.

El base catalán ha vuelto a ser importante y ahora le toca dar un pase adelante para liderar el juego del Covirán, aunque Pin tiene otras alternativas como así analizó: “La solución más sencilla para suplir a Corts y De Cobos es poner a Alo Marín o Kapelan de base, pero eso supone perder muchas otras cosas”. Por un lado, sería renunciar a “la agresividad e intensidad de Alo cuando penetra generando ventajas para sus compañeros”, además de “la capacidad anotadora de Kapelan si tiene que subir el balón. Suplir a ambos es difícil porque son dos bases más directores que Josep Pérez, que es más creativo y anotador”.

A pesar de todos los inconvenientes, el técnico granadino quiere ser optimista. “Estamos viviendo un año con muchos problemas de lesiones” señaló, para lamentar que “quizá nos falta ese puntito de suerte”. Sin embargo, prefiere olvidarse de “todo lo negativo que rodea al equipo” y mira al futuro con optimismo al destacar que “llevamos en la segunda vuelta seis partidos con tres victorias y tres derrotas y de ellas, la de Melilla y Delteco Guipuzcoa llegaron en los últimos 30 segundos. El equipo está en una dinámica mucho más positiva y eso es lo que nos importa”.

Sin relajación

Aunque es consciente que “la situación en la que estamos en la tabla no hay que esconderla. Pero también le tenemos el average ganado a Huesca y Canoe, un +40 con Lleida y Oviedo tiene que venir a Granada y allí perdimos de uno. Tenemos, dentro de lo que cabe, una situación más positiva que otros equipos pero eso no tiene que suponer que nos relajemos”, matizó.

Lo que sí tiene claro es que el duelo ante Orense, que se jugará a puerta cerrada y con diez partidos aún por disputar, no puede calificarse como “una final. Es demasiado alarmista, es un encuentro muy importante como todos los que restan y si fuéramos capaces de ganarles el average, pues allí perdimos por cinco puntos, daríamos un gran paso”.

Por último, no ocultó que personalmente está “preocupado” como entrenador por “la implicación personal que tengo en este proyecto desde el inicio. Son ya muchos años en este club, empezamos desde lo más bajo pero el equipo entrena muy bien en el día a día y los jugadores, que tienen mucha experiencia, están implicados y eso hace que acuda a cada entrenamiento motivado para trabajar porque tenemos muchas cosas para ganar partidos y tirar para arriba”, concluyó.