En descomposición total (86-49)
Alicante-cb granada
El Club Baloncesto Granada apenas disputa el salto inicial en Alicante, donde recibe una auténtica paliza. Los de Trifón Poch terminan la primera primera vuelta a dos victorias del penúltimo
Parece que ya no hay cera que pueda arder. El Club Baloncesto Granada se ha instalado en la más absoluta oscuridad. ¿Hay un rayo de esperanza que ilumine algo? Si esta pregunta hay que responderla, tras lo visto ayer sólo está visible el camino que lleva a la LEB, por lo menos en el plano deportivo. Del institucional, mejor no hablar. Lo de Alicante, una vergüenza.
La pista del Meridiano era un lugar donde el conjunto nazarí tenía que demostrar que tiene capacidad para dar un paso adelante. No es que en la cancha de uno de los equipos más flojos de la Liga se sumara la enésima derrota, sino que se perdió, una vez más, dando la peor de las sensaciones. Si ante el Unicaja hace unos días se ofreció reacción sin premio, en Alicante, nada de nada, salvo una paliza en toda regla. El conjunto dirigido por Trifón Poch se descompuso a las primeras de cambio y mostró la peor de sus caras. Tras finalizar la primera vuelta, el CB Granada es último por méritos propios. Y la luz del farolillo rojo apenas sirve para que se pueda atisbar la penúltima posición de la tabla clasificatoria. Si nada varía, la segunda vuelta se plantea como un auténtico suplicio para el entrenador (el que esté), los jugadores y la afición. ¿Se va a entregar la ACB sin hacer algo más?
Sintomático fue el comienzo del CB Granada, empeñado en resolver desde más allá de la línea de 6,75. Dos primeras jugadas, dos intentos de anotar un triple y dos errores. También, una pérdida de balón. En el bando local se aprovechó la ansiedad con la que el cuadro nazarí inició la contienda para endosar de salida un parcial de 7-0. Una vez más, la puesta en acción en la faceta defensiva fue deficiente. En los primeros minutos, prácticamente cada ataque de los levantinos finalizó en canasta. Además, desde todas las posiciones, haciendo gala de un envidiable juego de ataque equilibrado y diverso.
Como ocurriera el pasado miércoles en el partido contra el Unicaja, Poch tuvo que adelantarse a lo que en él es habitual a la hora de agotar su primer tiempo muerto. Apenas habían transcurrido cinco minutos y medio cuando el choque ya se había complicado (19-8). Para colmo, en ese momento Kurz tuvo que irse al banquillo al cometer su segunda personal. Y Prestes a la palestra. Lo mismo que Owens, que tuvo que suplir a un desaparecido Korolev.
Muy pronto, por tanto, habían comenzado las prisas. Y con todo lo que tiene encima la plantilla... Mientras los alicantinos jugaban sueltos, sus invitados lo hacían a la bulla. Y más problemas. Pasados los ocho minutos era Gianella el que veía la segunda falta. El argentino tuvo que sentarse después de haber pasado muchos problemas con Llompart, que al término del primer acto tenía más valoración estadística que todo el cuadro granadino. A los diez minutos, once puntos de desventaja: 28-17. Una vez más, demasiadas facilidades en la retaguardia.
El siguiente cuarto empezó con un tiro de tres de Karl, pero el Meridiano respondió enseguida con su quinto triple. Siguieron las pérdidas de balón, lo que propició rápidos balances ofensivos de los locales, que poco a poco, y muy rápidamente empezaron a estirar su ventaja.
Poch tuvo que volver a parar el partido a las primeras de cambio. El CB Granada ya navegaba en aguas demasiado turbulentas (39-22, a 6,34 para el descanso). Kurz tuvo que volver a la pista. Pero la caraja ya se había instalado. En las filas del Meridiano, hasta Andriuskevicius anotaba un triple segundos antes de machacar el ya de por sí machacado aro granadino. Poch seguía intentándolo todo. Incluso, hizo debutar a Roberto Guerra. En el intermedio, el partido parecía ya sentenciado: 47-28. Y así era.
En la reanudación, un ejemplo del ambiente de tensión que reina en el CB Granada fue la técnica que vio Gianella. Y los de Vidorreta, a lo suyo. Pasados los cinco minutos del tercer cuarto, la diferencia ya era abismal: 62-36. Y todavía quedaba un mundo. Como anécdota, a falta de diez minutos, el resultado era para ponerse a llorar: 71-40.
El último cuarto fue una tortura. Los jugadores que tuvieron que dar la cara realmente lo hicieron... para cumplir el trámite de que hay que jugar 40 minutos. Los alicantinos culminaron la humillación con todo tipo de jugadas espectaculares.
Si esto no cambia...
- Ficha técnica:
86-Meridiano Alicante (28+19+24+15): Llompart (15), Hasbrouck (12), Stojic (8), Doellman (11), Andriuskevicius (13) -cinco inicial- Cazorla, Rancik (3), Erdogan (8), Heurtel (12), Rejón (2), Urtasun (2), Guardia.
49-Granada (17+11+12+9): Gianella (6), Korolev (7), Karl (5), Kurz (6), Fernández (2) -cinco inicial- Owens (6), Prestes (7), Barrera (7), Guerra, Manuel Rodríguez (2), Samb (1), Ángel Hernández.
Árbitros: Martín Bertrán, Jiménez y Martínez. Eliminaron por faltas personales a Gianella (m.35), del Granada.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 17 de la ACB, disputado en el Centro de Tecnificación de Alicante ante unos 4.200 espectadores.
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