Todo huele bastante mal

El CB Granada pierde ante el CAI Zaragoza y compromete en exceso su situación en la tabla de clasificación · Hunter no hace caso a Poch, según el técnico, y falla la última posesión para ganar

Cherry finaliza un contraataque del conjunto granadino que intenta parar Zizic.
Juan José Fernández / Granada

23 de marzo 2009 - 05:02

Otra derrota más. Van trece en los últimos quince encuentros disputados. Además ya se acumulan seis partidos consecutivos perdidos en casa, en donde no se gana desde la decimotercera jornada -ayer se jugó la vigésimo séptima-. Y se recorta a dos la ventaja de victorias con respecto al penúltimo clasificado, que ahora es el Murcia. El panorama está para echarse a temblar, o algo más.

El Club Baloncesto Granada no está para muchos líos en ningún aspecto. Si en Las Palmas hizo el RIDÍCULO, ayer DEFRAUDÓ a su fiel afición. Cuajó otro mal partido y perdió ante el CAI Zaragoza, uno de los equipos más débiles que han pisado el parqué del Palacio de los Deportes esta temporada. A los visitantes les bastó con tener fe para doblegar a un rival simple y ramplón, que por enésima vez se dio de bruces contra la defensa zonal y que no supo aprovechar una posesión del balón a falta de ocho segundos y ocho décimas para la conclusión con un punto abajo en el marcador. Jimmie Hunter optó por jugarse un lanzamiento desde ocho metros con la oposición de Loren Woods, el hombre más alto del CAI (216 centímetros). El resultado, un tablerazo en toda regla. Y la derrota.

Según el entrenador de la escuadra nazarí, Trifón Poch, que dispuso de un tiempo muerto justo antes de la acción, su orden fue: "Jugar una situación de bloqueo directo para buscar ir para adentro, ya que ellos estaban en el bonus, con Curtis (Borchardt) y con Jimmie (Hunter), con un escape de Vlado (Scepanovic) por la derecha si el bloqueo directo generaba atracción, pero la consigna clara era irnos para adentro a muerte". Hunter debió pensar en las Batuecas durante el tiempo muerto. De no ser así, sólo cabe pensar de forma maligna. Ustedes mismos.

El partido fue pésimo por parte del CB Granada. Los de Poch en ningún momento encontraron su sitio. El planteamiento realizado por el técnico del CAI dio su fruto a la larga. Alberto Angulo y sus pupilos esperaban un rival herido después del varapalo ante el Gran Canaria y supieron aguantar la primera embestida de los locales: 11-2, de salida y 20-13, al final del primer cuarto.

El trabajo de los maños se centró en todo momento en frenar a Borchardt, ralentizar la puesta en escena de las rápidas transiciones rivales y, a su vez, obligarlos a atacar el aro desde el exterior. Su empeño no tardó en ofrecer fruto. Más que nada por el buen trabajo atrás de Woods y las ayudas prestadas por sus compañeros, que tuvieron a raya al pívot estadounidense del conjunto granadino. A seis minutos para llegar al descanso, Lucas Victoriano, con un triple, colocó a su equipo a tres puntos (25-22).

El preparador visitante ordenó defender en zona y el CAI empató a 26, tras una falta técnica con la que castigaron los colegiados al técnico local por protestar una falta en ataque marcada sobre Nicolás Gianella (la tercera). A partir de ahí, los jugadores locales se espesaron y vieron como los visitantes se situaron tres arriba en el marcador: 29-32. Tres acciones consecutivas de Scepanovic, Borchardt y Fernández, a la que siguió una de Guerra, serviría para llegar al descanso con una mínima renta: 36-32.

Borchardt únicamente sumaba dos puntos, aunque contabilizaba nueve rebotes, si bien fueron 'inofensivos'. Woods, por contra, sólo acumulaba una personal.

El comienzo del tercer cuarto fue más que esperanzador. Ocho puntos consecutivos de Gianella -doble triple y una de dos- y diez arriba para el CB Granada (44-34). El CAI no desesperó. Insistió en seguir a lo suyo. Y Trifón Poch movió por partida doble la banqueta para sentar a Gianella y Gutiérrez, y situar en pista a Aguilar y Cherry. El equipo local se espesó, más que nada por reducirse notablemente su capacidad ofensiva, y los visitantes, con un parcial de 0-6 empataron al cierre del periodo: 48-48. Justo antes, a un segundo, Woods colocó una boina para enmarcar a Juan Ignacio Jasen, que con anterioridad pudo ser falta de un defensor.

En las gradas cundió el pánico ante los últimos diez minutos de partido, principalmente porque el CB Granada no ofrecía sensación alguna de autoridad y, además, dejaba patente su incapacidad de resolver ante la defensa zonal rival, por estar cometiendo infinidad de errores.

En la primera acción del último cuarto, Woods puso a los suyos dos arriba en el marcador con un gancho de izquierdas al más puro estilo Abdul Jabbar (48-50). Hunter y Scepanovic lo intentaron a título individual y pasando de jugar en equipo, si bien con la colaboración de Borchardt, que pareció picarse, situaron al CB Granada seis arriba: 61-55, a 4'19'' de la conclusión.

El entrenador visitante sentó a Zizic y devolvió a la pista a Phillip a 3'35'', a la vez que puso a Quinteros a jugar de 'uno' y a Green de 'dos'. A partir de ahí, se produciría la debacle total en las filas del CB Granada.

Los de Poch, que por entonces defendían en zona, tuvieron notables despistes. Dos consecutivos, ya que Green encestó sendos triples lanzando completamente librado para empatar el partido a 61.

En el CB Granada sintieron en exceso la presión y dudaron cada vez que tuvieron la posesión del balón, más cuando los visitantes insistieron el volver a defender en zona. En otra acción de despiste atrás de los locales, Phillip clavó un triple desde la parte superior de la zona y puso al CAI uno arriba en el tanteador: 64-65. Juampi Gutiérrez dio la vuelta al marcador con dos tiros libres (66-65) y Guerra hizo lo propio a favor del CAI también desde la línea de personal (66-67). A ocho segundo y ocho décimas, Quinteros perdió la posesión del balón y, tras tiempo muerto, el lamentable tablerazo de Hunter. Desastre.

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