María Pérez, medalla de oro en París 2024: "La diferencia de un futbolista a mí, por ejemplo, sería que yo soy más cercana a la gente"

La doble medallista olímpica granadina rememora sus triunfos en París tras un acto en el Ayuntamiento de Granada junto al resto de instituciones, a las que ha pedido inversión en instalaciones y deportes

"Lo mejor que me puede dar la vida es que pueda estar cerca y que pueda ser un referente, que te puedan tocar, que soy tangible"

"Me quedo con todo. Al final no me quedo con las medallas, sino con los años malos y con las dificultades que he pasado"

Sobre su polémica con World Athletics: "¿Me han querido joder? Pues les ha salido mal la jugada porque tengo un oro y una plata en unos Juegos Olímpicos"

María Pérez, ayer en la calle Reyes Católicos con sus medallas de oro y plata olímpicas logradas en París 2024
María Pérez, ayer en la calle Reyes Católicos con sus medallas de oro y plata olímpicas logradas en París 2024 / Javier Martín / Photographerssports

Granada/María Pérez es posiblemente una de las personas, ya no deportistas, más fascinantes que hay. Siempre sigue sorprendiendo que con tan pocos centímetros albergue en su interior tanta fuerza, tanta potencia, tanto poder, y tanta cabeza. Y tanto amor por lo suyo. Desde Orce, donde prácticamente nació el ser humano, vino al mundo para convertirse en la primera campeona olímpica de Granada, la mejor atleta española ya de todos los tiempos, la primera atleta doble medallista en unos mismos Juegos, culminado ya en la etapa de mayor esplendor de su carrera, un palmarés donde ya lo ha logrado todo: campeona de Europa, doble del mundo, y ahora olímpica. Algún reto queda, como asaltar el oro olímpico individual, pero para eso aún queda otro ciclo y cerca de cuatro años. Piano, piano que diría su amiga Antonella Palmisano, que estos días ha descubierto Granada junto a María, juntando nada menos que por las calles de la ciudad dos oros olímpicos en marcha atlética. Sigue descansando tras un año largo y complicado, que ha terminado por convertirla en la primera de las granadinas. Solo hace falta salir un rato por la calle con ella. Quien no le pide una foto por pudor, le dice una alabanza. Nadie es ajeno al ciclón Pérez.

Pregunta.Cuando llegó de París dijo que, cuando llegara a su casa, se iba a sentar a mirar las medallas y a asumir lo que había hecho. ¿Le ha dado tiempo a hacerlo?

Respuesta.No lo he hecho. Porque entre Orce y ahora tener la suerte de tener en Granada a Antonella Palmisano que, aparte de una amiga, también es una gran atleta, fue oro en Tokyo, no he tenido tiempo. Estoy más como embajadora, pero hoy ya me quedo sola y creo que mañana va a ser el día. No hay mejor que empezar septiembre para cerrar una etapa y empezar otra etapa.

María Pérez, en la salón de comisiones del Ayuntamiento de Granada
María Pérez, en la salón de comisiones del Ayuntamiento de Granada / Javier Martín / Photographerssports

P.¿Merece la pena toda una vida entera para lograr esto?

R.Sí. Al final es el sueño cualquier deportista y conseguirlo en unos mismos Juegos, donde nadie antes lo había hecho. Así que hacerlo con un compañero como Álvaro Martín, ni en mis mejores sueños hubiese pensado que hubiese sido así.

P.¿Qué se deja atrás?

R.Se deja atrás la presión. La que un deportista o yo misma me ponía, en que me faltaba solo una medalla, que era la de oro, la de los Juegos, la más difícil de conseguir porque todos luchan por el mismo objetivo. Dejo atrás una etapa muy bonita que se cerró en París cuando Álvaro dijo que que era su último ciclo olímpico. Yo no lo sabía hasta que lo comunicó a la prensa. Lloré un poco porque al final es una persona con la que he vivido cosas muy bonitas, y da pena cuando alguien dice de poner punto y final a su carrera deportiva. Yo siempre he dicho que voy a intentar arrastrarlo hasta Los Ángeles, pero no es una decisión mía, sino de él.

P.¿Y en lo personal?

R.Mucho tiempo fuera de casa, de tu familia, de tus seres queridos, de todos tus amigos. Ha sido un año muy difícil con la pérdida de dos grandes personas en mi vida, que tuve muy presentes en los Juegos. La familia de Ángel Vaca mucho más porque estuvieron allí. Él tenía su vuelo para viajar a París. Era su sueño. No sé por qué no lo sacó para el 20, sino para el relevo.

P.Señales.

R.Señales de la vida. Tengo una foto muy bonita en mi móvil con sus dos hijos abrazándolos y besando a Ángel, que cada vez que lo veo, veo a su padre. Es uno de los mejores recuerdos que voy a llevar en esta vida. También de la familia de Nico, de su hija, de todos, que lo pude ver antes de los Juegos. Tengo pendiente una visita en Orce con la familia, a una fuente natural que hay al lado de mi casa, que fue el último sitio donde fue Nico con un familiar antes de fallecer. Quiero ir allí a tener mi momento de paz.

P.Pero supongo que también colgará esa foto entrando en la meta con la Torre Eiffel de fondo, gritando '¡sí!'...

R.Es que me pusieron la banda muy alta y tuve que pegar un salto para poder cogerla, estaba por encima de mi estatura (ríe).

María Pérez, ante el Ayuntamiento de Granada
María Pérez, ante el Ayuntamiento de Granada / Javier Martín / Photographerssports

P.¿Qué diferencia hay entre la María Pérez de antes y de después del 7 de agosto?

R.La María Pérez de este año ha sido una María Pérez diferente, donde ha sufrido tristeza a nivel personal y a nivel deportivo también. Personalmente no ha sido un año fácil. En lo deportivo tampoco. Empecé con una lesión del sacro cuando mejor estaba, luego pillé tres virus que aún me siguen afectando a la vía respiratoria. La María del día 1 a la del día 7 era que el sueño ya lo había cumplido y tenía una medalla, y lo hice con mis padres y mis amigos allí. El momento más importante es que pudieran disfrutarlo en persona. No tenía redes sociales. Recuerdo que Paloma, la jefa de prensa, me enseñó el vídeo que habían hecho tanto las familias de Álvaro como la mía. No quería saber nada de la carrera de Álvaro mientras. Al ver a Álvaro me tiré para él. Nos saltamos el protocolo de la Reina. Nos perdonó porque al final Su Majestad entendía el momento y como decía, aquí no hay protocolos, somos todos amigos y venimos todos para trabajar por un país. Pero sí que al ver el vídeo de mis padres disfrutando una medalla. Era plata pero sabía a oro. Y la del la del día 7 es una medalla con responsabilidad porque es un equipo, somos dos, la ilusión de poder hacer a un país feliz con la última medalla que nos faltaba, entrar a la historia dos atletas de diferente sexos en conseguir la triple corona en el atletismo, y eso queda para la historia, para siempre. Antes todo el mundo vendía la piel del oso antes de cazarlo. Nosotros nos decíamos que no es tan fácil. Había chinas nuevas, chinos nuevos que no habían competido en el 20, la incertidumbre nuestra, que ya habíamos competido ver como respondería el cuerpo... Y también mucho caso de Covid. Pero bueno, pusimos de corazón y piernas.

P.Solo se lo puedo preguntar a María Pérez y a muy poca gente en todo el mundo. ¿Qué es mejor ser? ¿Campeona de Europa, del Mundo u olímpica?

R.Las tres. Es que es la triple corona. Un futbolista de alto nivel como Sergio Ramos quería ir a Tokyo porque quería una medalla olímpica, que al final es lo que todo el mundo lo desea. El claro ejemplo es Rafael Nadal cuando dijo que si vas a unos Juegos Olímpicos tienes que estar en una Villa, aunque no tengas las comodidades que ellos tienen cuando van a los grandes torneos. No es lo mismo unos Juegos que un Europeo o un Mundial, cada cosa es especial. Me quedo con todo. Al final no me quedo con las medallas, sino con los años malos y con las dificultades que he pasado. Si tú me dices en enero que yo iba a ganar dos medallas en los Juegos te hubiese dicho "venga, al carajo". Y como granadina, tener dos medallas que nunca antes nadie lo ha conseguido... Contenta, y como andaluza, aún más. 

La campeona olímpica granadina María Pérez, durante la entrevista
La campeona olímpica granadina María Pérez, durante la entrevista / Javier Martín / Photographerssports

P.¿Qué es lo más bonito, o lo que más le ha llegado, de lo que le han dicho por la calle?

R.La vida me ha cambiado mucho. Vaya por donde vaya, todo el mundo ya me conoce. Es verdad que hay mucha diferencia entre un oro olímpico y un oro europeo, es por lo que todo el mundo te va a conocer. En mi primer día en Granada, recuerdo que fui al Nevada porque no tenía ropa, no tenía nada, y claro, empezaron a pararme. Al día siguiente había quedado con un amigo y me llevé una gorra y unas gafas (ríe). Nunca pensé que tendría que ir así por la calle. 

P.A lo Bizarrap.

R.A lo Bizarrap. Pero lo más bonito es cuando los niños me abrazan, sea donde sea, o me piden fotos... "Te quiero tocar". La diferencia de un futbolista a mí, por ejemplo, sería que yo soy más cercana a la gente. Lo mejor que me puede dar la vida es que pueda estar cerca y que pueda ser un referente, que te puedan tocar, que soy tangible. Y la cara de ilusión que ponen. Y siento no poder echarme fotos con esas personas en ese momento, porque nunca digo que no a nada. De hecho, a veces me meto en más fregados para ayudar a la gente que en otra cosa.  

P.¿Qué fue lo primero que le puso de comer su abuela cuando llegó a casa?

R.(Ríe) Cuando llegué el día 12 le dije a mis padres, al manager, a todos: hoy necesito estar tranquila. Mis padres no habían preparado nada de comer, Orce estaba a reventar porque empezaban las fiestas, y mi madre dice "vamos a casa de abuela". Bajé por la cuesta y dije "tía María", que ahí es como todo el mundo conoce a mi abuela, le puse las medallas, mi padre cortó salchichón... Le he puesto más de comer a ella que ella a mi. Nos comimos el cordero, pero cuando vaya, me habrá preparado la olla, las migas...

stats