Una medular más ofensiva

Fabri no acabó satisfecho con el trabajo de los medios centros en el partido disputado en Lorca frente al Caravaca y decidió apostar por otra pareja. Esos planes ya los dejó ver durante la semana de entrenamientos y fue lo que llevó a cabo en la última jornada liguera. Dejó aparcada la contención y trató de dar un mayor perfil ofensivo. Ésa era la intención, aunque después no se notó en el juego del equipo. Lucena se quedó en el banquillo y Kitoko ni siquiera tuvo un hueco para entrar. Incluso el técnico gallego optó por otro futbolista de características ofensivas para la suplencia. Fue Óscar Pérez. Álvaro Cámara y Granada estuvieron un tanto perdidos al principio y más preocupados por mantener el sitio en todo momento. Eso les hizo perder en creatividad, si bien fueron a más con el paso de los minutos. Granada estuvo fallón en la primera parte. Erró a menudo en las entregas y pocas veces fue capaz de entenderse con los jugadores de banda. Por su parte, Álvaro Cámara apareció poco en la primera mitad, si bien fue el que vio el desmarque de Dani Benítez para habilitarle y que diera el pase hacia la cabeza de Tariq. Hizo su labor y dejó el sitio en la medular a Óscar Pérez en la segunda parte.

Sin perder el sitio

Al Granada CF le gusta jugar de otra forma desde que se produjo el cambio en el banquillo. No le importa darle el balón al rival. Su consigna es permanecer siempre bien asentado en el terreno de juego y permitir que avance para así recuperar el esférico y disponer de espacios. Eso es lo que dejó ver en la primera parte. Su pretensión era sorprender de esa forma a su rival. Cuando llegó el gol de Tariq aún no había disparado ni una vez entre los tres palos. A pesar de que trató de mantener el rigor defensivo, el Real Jaén pudo hacer daño en algunas de sus aproximaciones. Fernando mandó el balón al palo en una ocasión. Esa estrategia le permitió al conjunto granadino disponer de opciones en los últimos cinco minutos de la primera mitad.

Marca diferencias

Dani Benítez es un jugador especial. Capaz de enmarañarse en batallas estériles que no conducen a nada y aparecer de pronto para aportar calidad, que muchas veces sirven para generar los goles. Así sucedió ante el Real Jaén. No desbordó con su velocidad por la izquierda como otras veces, pero sí hizo acto de presencia para dar el centro del primer tanto y marcar el segundo después de el descanso tras adentrarse en diagonal hacia el área y perfilarse para batir de un disparo a media altura al portero del Real Jaén. En esas acciones marcó la diferencia.

Menos angustia

Después de marcar el segundo tanto, el Granada CF se sintió más a gusto. Dejó la angustia por la mínima ventaja en el marcador y se encontró en su salsa. El equipo de Álvaro Cervera adelantó sin más remedio las líneas y se desencadenaron los contragolpes. Tariq tuvo dos muy claras. En una de ellas se presentó delante de Gerardo, pero su vaselina fue desbaratada. Era suficiente con lo que se había realizado. Con esta filosofia encarará el equipo las eliminatorias de ascenso. De momento, le ha ido bien.