A merced del káiser del 'tiki-taken'

Las comparativas suelen ser odiosas, y más cuando sobre el tapete se ponen un equipo grande contra otro más modesto. Uno siempre tendrá jugadores de más calidad que el otro. Y mirando las alineaciones que ayer sacaron Joaquín Caparrós y Carlo Ancelotti, más. En el Granada se encontraban jugadores de corte defensivo y en el Madrid malabaristas. Dos formas y maneras de plantear un partido que ejemplificaban los amarres de cada equipo: Iturra y Kroos.

Ambos son centrocampistas y ayer estaba llamados a empezar las jugadas, a ser el apoyo de sus compañeros, tanto para sacar la pelota como para jugarla con sin complicaciones. Sin embargo, en su forma de jugar, el chileno y el alemán son dos mundos opuestos. Iturra sobresale por su capacidad defensiva y Kroos por hacer jugar a su equipo. El realista marcador final del partido refleja el ganador de un duelo en el que el de Temuco no sale tan mal parado.

Porque a su forma, Iturra no cuajó una mala actuación. No fue, mi de lejos, tan prolijo como el teutón en el pase, 97 por ciento de acierto de este por un 79 por ciento del chileno, pero en los momentos en los que el Granada pudo sacudirse del dominio espacial y de pelota del Madrid, ofreció buenas alternativas a quien se le ofrecía. Aún así, donde más destacó la presencia de Iturra fue en la recuperación, aunque ninguna sirviera para nada ante el chorreo madridista. Es el único punto en el que supera a Kroos (9 a 5). Una cifra maquillada por el alemán en los minutos finales, con el Granada algo más deshilachado y atrevido.

Los números y la actuación del chileno en el partido están influenciados por el festival de juego blanco. Y en él, aunque Cristiano se lleva todos los focos, centrarlo en él resulta hasta exagerado. Porque cuando se ve jugar al Madrid, y más en vivo, sin duda que quienes enamoran más son Modric e Isco. Pero para que el croata y el malagueño brillen tienen por detrás a un amigo como Kroos. En Alemania suele jugar más arriba, pero en el Madrid de Ancelotti, su rol es más de iniciador del juego y soporte del equipo. Todas las jugadas se inician en él, sin que por obligación cada pase sea un elogio al tiki-taken. Kroos hace el fútbol fácil y su área de influencia sobre el campo es la de un crupier de casino. Reparte hacia todos los lados y con una precisión y fiabilidad, lógicamente, alemanas.

En el mapa de calor de Iturra y Kroos se observan las grandes diferencias entre quien ayuda a sus compañeros a conservar y quien ayuda para darles de comer a los de arriba. Las apariciones del chileno en juego se produjeron por muchos sitios, pero sin un orden claro, reflejando lo a merced que estaba del Madrid. Las del ex del Bayern figuran siempre en la parcela ancha del campo, con mucho más recorrido. Se llama posicionamiento. Lo primero que enseñan en las escuelas y que tan pocos saben hacer bien.