Óscar Fernández-Arenas: “Nuestra realidad es que vamos a sufrir en la ACB pero nos dejaremos la piel”

Granada/El Covirán Granada llevó a cabo un desayuno informativo con los medios de comunicación que siguen la actualidad del conjunto rojinegro al que acudieron el presidente Óscar Fernández-Arenas y el entrenador Pablo Pin. El máximo responsable del club manifestó que el objetivo esta temporada es “pelear por salvarnos. Es una increíble alegría estar un año más en la ACB pero esa es nuestra realidad. El mensaje no debe ser otro que competir y dejarnos la piel”.

Serán tres años en la máxima categoría del baloncesto nacional, un tiempo que ha provocado que “nos estemos haciendo un nombre en la liga. Somos de los más bajos en presupuesto pero de los más creativos como organizar el partido en la calle en agosto y ya se nos conoce porque hacemos muchas cosas bien”. Sin embargo, Fernández-Arenas afirmó que “tenemos calma y estabilidad en el club cuando llegan las derrotas porque no nos volvemos locos. Ya tenemos experiencia en salvarnos en la última jornada los dos años anteriores porque no se nos debe olvidar que lo más positivo para nosotros es estar en la ACB, pero sabiendo que vamos a sufrir”.

Sobre la configuración de la plantilla, el directivo indicó que “ha sido el verano más rápido a la hora de fichar. No hemos fichado cupos por tenerlos sino que hemos firmado nacionales que vienen a sumar. La idea era tener más experiencia en la liga para que se nos respete un poco más”.

En cuanto al presupuesto, manifestó que “es muy similar al del año pasado. Nos falta algún detalle como la aportación de la Junta de Andalucía pero hemos logrado que empresas granadinas que son multinacionales y top en su sector nos ayuden. Estamos alrededor de los cuatro millones de euros pero eso no nos impide seguir compitiendo”. Un coste de la plantilla que “es algo superior porque en anteriores campañas veníamos arrastrando contratos de jugadores que estaban con nosotros desde la LEB Oro pero eso ya no lo tenemos”.

Respecto a ampliar la estructura deportiva del club, el presidente resaltó que “estoy contento con que Pablo Pin sea el director deportivo del club. Su acierto en los fichajes ha sido muy bueno pero quiero liberarlo de ese trabajo. Buscamos unos perfiles adecuados a nuestra manera de trabajar para que no cambie mucho la línea que seguimos pero no es fácil encontrarlos”. En ese sentido, dijo que “lo complicado es ser el director deportivo de un club con cuatro millones de presupuesto porque el abanico para fichar jugadores se reduce mucho. Se ha intentado con tres personas que teníamos mucha confianza en ellas pero no se ha dado. El cuarto ya no nos gustaba porque creemos que es un puesto muy importante”.

El mandatario definió a Pablo Pin como “el Phil Jackson de Granada. Sé el trabajo que hace y lo que quiere y ama al club. Es una persona que vive como el que más este club y suplirle será complicado. Sé su progresión y ha tenido un gran crecimiento y aunque tiene contrato hasta 2025, eso que es lo pone en un papel pero no creo que hubiera ningún problema para que siga con nosotros”.

En cuanto al número de abonados, los cifró en 7.120 pero aclaró que “no hemos creado más acuerdos con empresas y ayuntamientos porque hay que tener entradas a la venta ya que eso da un salto económico en el presupuesto. A la venta habrá unas 1.000 por partido”.

Las obras del Palacio de Deportes han hecho que hasta tres días antes del primer partido en casa frente a Unicaja de Málaga el Covirán no pueda pisar el parqué pero para el presidente “entendemos que las obras nos beneficia por el tema de la calefacción pero a nivel de entrenamientos habrá que planificándolos semana a semana”.

Por último, reconoció que “para nosotros no ser Sociedad Anónima Deportiva es lo mejor que nos puede pasar porque eso supondría un desembolso como mínimo de dos millones de euros. A día de hoy, como la Ley del Deporte nos lo permite, estamos muy tranquilos siendo un club deportivo. No damos pérdidas y pasamos una auditoría semestralmente aunque la ACB permite presentar un presupuesto con un 30% de déficit pero eso a mí me da escalofríos. Gracias a Dios no tenemos deudas declaradas ni notificaciones pendientes”, concluyó.