Los padres de María Pérez, campeona olímpica: "La que ha liado el bichillo"

Paqui y Luis Miguel se perderán la entrega de la medalla ya que vuelan hacia Granada tras ver el triunfo de su hija en París

"La dejamos con 15 años sola en un piso de Guadix", recuerda el padre, que agradece a la familia y a la localidad el apoyo

El emotivo gesto de María Pérez tras ganar el oro en los Juegos Olímpicos de París

Los padres de María Pérez vieron la carrera desde la zona de avituallamiento
Los padres de María Pérez vieron la carrera desde la zona de avituallamiento / Tolga Akmen / Efe

Granada/Paqui, la madre de María Pérez, afirma haber hecho más kilómetros que su propia hija. No podía ver la carrera de los nervios, "solo me asomaba de vez en cuando a verla", y luego se daba la vuelta para seguir andando, intranquila, al pie de la Torre Eiffel. Y es que los padres sufren con sus hijos, y si hay que marchar, también se marcha. "Es que le ha costado muchos sacrificios. Muchas veces pensaba "qué pena de mi hija"", relata Paqui García que pone en valor el "sueño" logrado, no solo por esta carrera, sino por "toda la trayectoria".

Paqui atiende a Granada Hoy con el teléfono de Luis Miguel Pérez, el padre, que se ha tenido que salir del ruido imperante en uno de los aeropuertos de París. Han estado una semana en la capital francesa y han tenido que irse rápido de vuelta a Granada. Se perderán el momento podio en el Stade de France, que les cogerá en pleno tránsito. Da un poco lo mismo: no tienen ni entrada ni acreditación, por eso apenas han podido ver a su campeona olímpica. "Nada, la hemos visto veinte segundos", afirma Luis Miguel.

"Estábamos más tranquilos que la semana pasada. Con un poco de nervios, pero bien", relata el padre de María Pérez, que vio claro que podía conseguir el oro "cuando Álvaro ha sacado un pelín de ventaja". Entonces salió la campeona, a la que empujaba pensando "no tengas ningún fallo, que lo tienes, tranquila". Era él quien le chivaba a Paquí como iban las cosas cuando preguntaba. Y es que Paqui lo ha "pasado muy mal". "Les decía a los compañeros que no me dijeran nada, solo preguntaba las vueltas que le quedaban. Creo que he hecho más kilómetros que ella. Estaba sin verla y solo me asomaba de vez en cuando", cuenta mientras espera la llamada para embarcar.

Los padres y todo el clan Pérez animaba desde la zona de avituallamiento, en el quai Jacques Chirac. La llegada la vieron por pantalla gigante. "Ha sido una gran alegría", afirma Luis Miguel. En carrera "ella sabía que estábamos por ahí", pero en la última vuelta "ha pasado saludando a la gente y ni nos ha visto", cuenta el padre. Luego ya no podíamos entrar en la zona de meta. Se fueron a verla pero apenas pudieron hacerlo "veinte segundos". "La hemos visto nada. No hemos entrado porque no teníamos pase y nos hemos dado un beso, un abrazo y le hemos dicho "en la casa te vemos"", cuenta recordando todo eso con el recuerdo de las lágrima. "La que ha liado el bichillo", dice Luis Miguel.

"Ella lo sabe. Le ha costado mucho esfuerzo, mucho sacrificio. Ella había soñado siempre con una medalla olímpica y no tiene ya una, sino dos. Se ha quitado el mal sabor de boca de Tokyo", rememora Luis Miguel, que nunca pensó en que llegaría esa medalla olímpica. Una medalla fraguada mucho tiempo atrás, cuando empezó a entrenar y "nos dijeron que valía". De ahí a dejarla "sola en un piso de Guadix con 15 años". Por eso Luis Miguel agradece "a la gente de Guadix" su apoyo a María, el cual extiende al entrenador Jacinto Garzón y a su familia. "Ahora, vamos a por más", apostilla Paqui.

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