Andalucía avanza más que la media en competitividad pero sigue siendo la penúltima de España

Andalucía está entre las comunidades que más avanzaron en competitividad en 2022, pero sigue la penúltima (solo superada por Extremadura), según el Informe de la Competitividad Regional de España 2023 (Icreg) que elabora cada año el Consejo General de Economistas.

Los economistas elaboran en este informe un índice que recoge datos de siete ejes temáticos, que son entorno económico y tamaño de mercado, mercado de trabajo, capital humano, entorno institucional, infraestructuras, eficiencia empresarial e innovación. Con todos estos ingredientes, Madrid lidera el ranking autonómico con una puntuación 15,82, seguida del País Vasco, con 13,22 y Navarra, con 13,20. Estas tres comunidades tienen son las únicas con un nivel alto de competitividad, y a ellas les sigue Cataluña (11,16), la única con un nivel medio-alto.

En un punto medio están La Rioja, Aragón, Castilla y León, Galicia y Cantabria, y en un nivel bajo se sitúan Asturias, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Castilla La Mancha, Islas Baleares, Canarias, Andalucía y Extremadura. El índice de la comunidad andaluza es de 5,88, a una enorme distancia del eje que forman Madrid, Cataluña y País Vasco-Navarra.

La región, entre las que más avanza

La buena noticia es que la comunidad está en el furgón de cabeza de las que más avanzan en competitividad junto a Canarias e Islas Baleares, aunque eso no le sirve para mejorar su penúltima posición en el ranking.

Por ejes, la comunidad evoluciona por encima de la media en entorno económico, mercado de trabajo, capital humano, entorno institucional y eficiencia empresarial. Sin embargo, el incremento de la competitividad en 2022 es inferior al del conjunto de las comunidades autónomas en infraestructuras e innovación. En una mirada más específica, donde más mejoró Andalucía (dentro de un conjunto de 54 variables agrupadas en los siete ejes mencionados) fue en Variación del PIB en volumen, coeficiente de apertura externa, tasa paro juvenil, tasa de paro de larga duración, abandono escolar temprano, desigualdad, tráfico aéreo, variación de la productividad, e investigadores

Donde, sin embargo, obtuvo peores resultados fue en n formación continua, déficit fiscal, delitos y dinamismo empresarial.

La última en mercado de trabajo

Si vamos a la fotografía fija, es decir, al ranking en sí, Andalucía está en un nivel bajo de competitividad en entorno económico, mercado de trabajo, capital humano, infraestructuras y eficiencia empresarial, y en un nivel medio respecto al resto de comunidades autónomas en solo dos indicadores: entorno institucional e innovación.

En posición en la clasificación es la última en mercado de trabajo (17), penúltima en infraestructuras (16), antepenúltima en capital humano (15), la 14 en entorno institucional y la 13 en entorno económico, eficiencia empresarial e innovación.

La región no aparece en ningún indicador entre los 12 primeros puestos, algo que si sucede con Canarias (antepenúltima en el ranking) y Extremadura (última), que están entre las 10 primeras en entorno institucional. En el resto de indicadores, sin embargo, ocupan los últimos puestos.

A nivel nacional, la competitividad estructural de las 17 comunidades autónomas creció un 4,9% en 2022, medio punto

más que en 2021, aunque algo inferior a la cifra de crecimiento del PIB, algo explicable por el efecto rebote tras la pandemia.

Los ejes que más crecieron fueron mercado de trabajo, infraestructuras básicas, innovación y entorno económico. Sin embargo, capital humano y entorno institucional mejoran muy levemente.

Las empresas, clave en la competitividad

El informe dedica un apartado a la eficiencia empresarial y concluye que las autonomías que tienen un mayor peso relativo de grandes empresas respecto a la media española son más competitivas. También tienen mejor comportamiento las que cuentan con más firmas del apartado "resto de servicios" y las que disponen de una estructura empresarial que tiene un gasto elevado en tecnologías de la información.

Por último, también se detecta un estrecho vínculo entre el peso de las empresas exportadoras regulares (empresas que han exportado durante los últimos cuatro años consecutivos) y el índice de competitividad regional.