BBVA eleva la seguridad de los pagos con la primera tarjeta sin numeración
La entidad lanzará a finales de mes un formato con el que se cambian los dígitos y el código de seguridad en cada compra para impedir la sustracción de información
Incorpora además novedades que mejoran la experiencia de usuario del cliente
Una revolución en el mundo de los pagos. Así ha presentado este miércoles Gonzalo Rodríguez, director de Desarrollo de Negocio de BBVA en España, la tarjeta Aqua, que, ya sea en su formato digital o en el físico, no tiene numeración, CSV (el código de verificación de tres cifras) o fecha de caducidad asignada a priori, lo cual incrementa las garantías de seguridad para los clientes.
¿Cómo es posible? Es simple. En cada compra que realiza cliente, ya sea en tienda física o virtual, se genera una numeración única y un CSV también único. El usuario, que en cada compra puede consultar tanto los dígitos como el código de verificación de la tarjeta a través del móvil, "tiene la garantía de esta forma de que no pasa nada si pierde la tarjeta o la numeración acaba en otras personas", dice Rodríguez. Al cambiar los códigos en cada compra, queda desactivada la interceptación por parte de alguien de los datos de la tarjeta.
Según afirma el banco, la nueva funcionalidad está basada en tecnología cloud y en algoritmos criptográficos para asegurar la inviolabilidad del código generado para el usuario final en cada acción de compra.
Mejora de la experiencia de usuario
El banco no se ha quedado ahí, ya que gracias 1.000 entrevistas a clientes ha detectado otras necesidades, además de la seguridad. Así, facilita que a través la aplicación móvil de la entidad el usuario tenga "un control absoluto de su tarjeta", afirma el responsable de Desarrollo de Negocio de BBVA en España. No sólo podrá 'apagar' y 'encender' la tarjeta de débito o crédito cuando le convenga, sino que podrá sacar dinero sin tocar un cajero o traspasar dinero de la cuenta a la tarjeta y viceversa.
Objetivo: un millón de clientes Aqua en dos años
BBVA lanzará la tarjeta Aqua a nivel mundial, en todos sus mercados, y tiene como objetivo, en España, al millón de clientes en dos años. Será gratuita para los clientes vinculados y para el resto tendrá un coste de 35 euros al año la de crédito y 43 euros la de débito. Los nuevos clientes que se den de alta en formato digital la tendrán automáticamente (en el caso de la de débito) y los que lo hagan en oficina podrán elegir esta tarjeta o cualquier otra si domicilian su nómina. Los que son ya clientes también tendrán la opción de obtenerla sin coste alguno, bien cuando su tarjeta caduque o antes si lo desean. También se podrá optar por una tarjeta virtual (incorporada en la aplicación móvil) o física, esta última realizada con plástico reciclado
Además, el cliente será informado del saldo disponible y se activarán notificaciones cuando haya consumido el 80% o el 100%. BBVA también dará la posibilidad de crear un presupuesto para cada segmento, con notificaciones incluidas. Y se podrán financiar los pagos "de la forma que se quiera", con tarjeta de crédito o de débito.
Por último, los datos almacenados de pago de servicios como Netflix o Amazon, por poner dos ejemplos, serán de fácil acceso y con la posibilidad de cancelarlos en cualquier momento. Si la tarjeta física se pierde o es sustraída, además, no será necesario volver a introducir los datos, ya que la numeración y el CSV se generan en cada pago de forma automática.
La tarjeta estará disponible a finales de este mes y será compatible con todos los sistemas de pago móvil que ofrece BBVA, el propio sistema del banco, Apple Pay, Samsung Pay y Google Pay.
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