Bruselas culpa de la crisis de la UE a los "países incumplidores"
Durao Barroso invita a los estados miembros a "cambiar sus hábitos" para lograr una unión más sólida · "Hay que renovar ya los principios de los tratados"
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, responsabilizó ayer de la crisis que atraviesa la Unión Europea (UE) tanto a las dificultades "financieras y económicas" como a los incumplimientos de las normas y valores comunes por parte de los estados miembros.
En un discurso ofrecido en la Escuela de Derecho Yale de La Haya (Holanda) y difundido desde Bruselas, el presidente del Ejecutivo comunitario insistió en la necesidad de que todos los miembros de la Unión respeten los valores y principios comunitarios y honren sus compromisos.
"Aunque las causas inmediatas de la crisis que afecta en la actualidad a la UE son sin duda financieras y económicas, también son, a un nivel más básico, el producto de una crisis de valores y del no respecto de las normas", indicó Barroso durante su intervención.
El dirigente luso incidió en que Europa "debe honrar sus valores" y "cambiar sus hábitos", dado que "una Unión como la nuestra sólo puede funcionar si todos los estados miembros honran sus compromisos. Si los países no acatan en la práctica los principios fundamentales que todos han acordado, tendremos que hacer frente a una crisis de credibilidad".
En ese contexto, el máximo responsable de la CE enfatizó que "en una comunidad en la que cada miembro ha aceptado de manera libre sostener unos valores compartidos, existe un claro peligro de que todo el sistema de esa comunidad basada en el derecho se vea socavado si alguno de sus miembros hace peligrar esos valores".
"Estamos experimentando una situación en la que compartimos tanto un mercado interno como una moneda común, donde los problemas transnacionales no pueden ser resueltos de manera adecuada a nivel nacional", señaló Barroso. Hace falta, añadió el portugués, "más unidad y coherencia entre nuestras políticas y una mayor armonización", lo que exige una integración institucional más profunda.
Según Barroso, "la crisis ha dejado claro que no sólo debemos completar la unión económica y monetaria, sino también perseguir una mayor integración económica y una unión política y democrática más profunda, dotada de los mecanismos adecuados de responsabilidad".
Además, Durao Barroso puso de manifiesto "los límites de la acción individual por parte de los estados" e insistió además en que "Europa y los principios del Tratado necesitan ser renovados" con carácter urgente.
"Esta renovación europea tiene que representar un salto en calidad y permitir a Europa superar los desafíos del mundo actual dándole las herramientas necesarias para reaccionar de manera más efectiva y para diseñar y controlar el futuro", subrayó en su intervención el presidente de la Comisión.
Barroso destacó que la UE se encuentra en un momento decisivo y que las decisiones que se tomen ahora "determinarán si Europa sigue siendo un área de estabilidad, prosperidad y libertad basada en la solidaridad, la responsabilidad y la cohesión".
Aunque ya se ha avanzado en esa dirección todavía queda mucho que hacer, "con el debido respeto de nuestros valores, principios y el Estado de Derecho", concluyó.
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