Fernando Faces
Donald Trump y las megatendencias globales
La multinacional de semillas y protección de cultivos Corteva Agriscience tiene una presencia muy destacada en Andalucía gracias a un centro de I+D del girasol que es referente a nivel mundial. Inaugurado en 2016, este espacio en La Rinconada (Sevilla) es el lugar donde se ensayan todas las variedades que serán comercializadas por la empresa en todo el mundo. Para ello, cuenta con 10.000 metros cuadrados de invernaderos (donde se cultiva el girasol, algo que no se hace en ninguna otra parte) y 1.500 de laboratorios.
Ahora, en 2019, el centro está a pleno rendimiento y en expansión. Ha conseguido acelerar el ciclo de producción del girasol hasta 4,5 veces al año con mejores variedades, y en buenas condiciones de luz, temperatura y riego. Y ya hay dos variedades que han salido de Sevilla para su comercialización, más productivas y con resistencia genética al jopo, una planta parásita muy peligrosa para los cultivos en Andalucía. Además, ensaya con variedades de maíz resistentes a la sequía y prevé incorporar nuevos cultivos como la colza al centro de I+D.
Ahora, el centro se va a embarcar en la apuesta digital, en la llamada agricultura de precisión. Una de las patas es la vinculación con la Universidad, y de ahí la firma, ayer mismo, de un acuerdo con Universidad de Sevilla para crear la cátedra Corteva en Agricultura Digital y Sostenibilidad. El objetivo es generar conocimiento y formación en el seno universitario y “ayudar a la adopción por parte del sector de toda esta tecnología”, señaló el director de la cátedra, Manuel Pérez-Ruiz, quien puso ejemplos como sensores para conocer la realidad nutricional del cultivo o gafas de realidad virtual para entrar en el invernadero y saber cuando cosechar el fruto.
En definitiva, se trata de usar la tecnología para que el agricultor tenga toda la información necesaria en un sector muy expuesto a las variables condiciones climáticas. Corteva Agriscience, aparte de la cátedra, está impulsando su propia plataforma digital, que es transversal y servirá a sus dos áreas principales: semillas y protección de cultivos. Se trata, según explica Alberto Ojembarrena, director de Márketing de Semillas y Desarrollo de Negocio en Nuevos Cultivos, de que, entre otras cosas, “el agricultor tenga un informe periódico del estado de su explotación y de que sepa cómo actuar en caso de que las circunstancias varíen”. Para ello, no sólo hace falta proporcionar la tecnología sino también el asesoramiento periódico. Y por eso Corteva está en pleno proceso de selección de personal.
Aparte del centro de Sevilla, que tiene 150 empleados, la empresa cuenta con otro en Avilés, dedicado a la producción de fitosanitarios. Este centro tiene más empleados, unos 350, ya que desde allí se gestiona el negocio (comercialización, logística, administración, etc.) para toda Europa.Eso sí, las instalaciones sevillanas incrementaron la plantilla en septiembre de 2017 porque tras la fusión de DuPont, Dow y Pioneer (las tres empresas que están en el origen de Corteva) se trasladó a La Rinconada la gestión del negocio sólo para España y Portugal. Recordemos que Corteva, como tal, nació en junio de este año como empresa cotizada independiente y dedicada exclusivamente a la agricultura, la única de este ramo que cotiza en la Bolsa de Nueva York.
En España y Portugal, por otro lado, Corteva lidera el mercado de la comercialización de semillas de maíz, con una cuota que ronda el 50%. En girasol, por su lado, compite por el primer puesto con Syngenta. A nivel mundial, factura unos 14.000 millones de dólares al año (12.750 millones de euros) y cuenta con 21.000 empleados y 10 millones de clientes.
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