Merkel, Bruselas y la OCDE aplauden la reforma laboral
Alemania la pone como ejemplo y la Comisión Europea cree que va "en la buena dirección"
El Gobierno alemán mostró ayer su apoyo a la reforma del mercado laboral, ya que considera que es "modélica y valiente". Al aval de Alemania se une al de la OCDE, que ha señalado que las medidas de la normativa son un "importante paso" en el fortalecimiento del sistema bancario, de las finanzas públicas, así como en la creación de un mercado laboral más dinámico.
Según Steffan Seibert, portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, la medida "muestra la determinación" del Gobierno de Mariano Rajoy para atajar los problemas económicos del país y volver a la senda del crecimiento.
Entretanto, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, señaló que las reformas aprobadas por el Gobierno español son un "importante paso" en el fortalecimiento del sistema bancario, de las finanzas públicas, así como en la creación de un mercado laboral más dinámico, y cree que el Ejecutivo está adoptando medidas "decisivas" para hacer frente a los problemas de su economía.
En concreto, Gurría consideró "muy significativa" la reforma laboral, dada la alta tasa de desempleo en España, particularmente entre los jóvenes. En su opinión, la introducción de mayor flexibilidad en los contratos fijos permitirá disminuir la dualidad del mercado laboral y promoverá el empleo al incentivar a las empresas a contratar a más trabajadores con contratos permanentes. Asimismo, destaca que las nuevas reformas favorecen también una "mayor transparencia de las causas de despido", lo cual, en su opinión, permitirá reducir la excesiva incidencia de casos que se resuelven por la vía judicial.
Desde Bruselas también se alienta la nueva legislación del mercado laboral. La Comisión Europea señaló ayer que algunos elementos "van en la buena dirección" para reducir la segmentación entre contratos temporales e indefinidos.
Pese a los esfuerzos de España, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, sigue colocando al país en el pelotón de cola, junto a Grecia. Sarkozy defendió ayer en un acto la necesidad de los ajustes para "no acabar como en Grecia o en España, donde las pensiones se han reducido y los horarios de los funcionarios han aumentado".
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