Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Madrid/El Banco Central Europeo (BCE) volverá a bajar "posiblemente" los tipos de interés en la reunión de su Consejo de Gobierno en noviembre, según adelantó hoy en Madrid el presidente del organismo, Jean Claude Trichet, quien justificó esta decisión en la disminución de los riesgos al alza de la inflación. En un almuerzo informativo en Madrid, Trichet también reconoció que las perspectivas de crecimiento en la zona euro a medio plazo "no ofrecen un panorama muy positivo", y añadió que el BCE espera que siga habiendo un periodo de turbulencias financieras "absolutamente intenso".
El presidente del BCE señaló que la inflación en la zona euro se "podrá mantener estable por algún tiempo" y "se moderará en 2009" gracias a las caídas recientes de las materias primas junto con el "debilitamiento importante de la demanda" de los últimos meses. En este sentido añadió más tarde que es posible que la inflación de la zona euro esté "cerca del 2 por ciento a medio plazo", gracias a que las materias primas podrían seguir bajando y a que "estamos teniendo mucha suerte con el petróleo", cuyos precios siguen cayendo.
Una bajada de la inflación, continuó, supone una "estabilización automática de la economía mundial" y lo contrario la afectaría negativamente. El hecho de que los riesgos al alza de la inflación hayan caído y vayan a seguir haciéndolo llevará "posiblemente" al Consejo de Gobierno del BCE, en su reunión del próximo 6 de noviembre, a bajar los tipos de interés.
Los tipos de interés en la zona euro se encuentran en el 3,75 por ciento desde el pasado 8 de octubre, cuando el BCE, en una acción coordinada con la Reserva Federal estadounidense, el Banco de Inglaterra y los bancos centrales de Suiza, Suecia y Canadá, los bajó en medio punto. Trichet recordó que aquella bajada también se decidió para evitar los efectos de segunda ronda, algo "absolutamente esencial" en las actuales circunstancias, por lo que pidió a todos los agentes económicos que lo tengan en cuenta.
Así, apuntó que al Banco Central Europeo le siguen preocupando los efectos de segunda ronda, que pueden producirse si se compensa el alza de la inflación con un aumento de los salarios y que son un "enemigo de la prosperidad a largo plazo". Por eso insistió en que es necesaria la moderación salarial, y en el caso de España, donde la inflación ha sido siempre superior al promedio del área del euro, "razón de más para ser moderados en las negociaciones sociales".
En cualquier caso, Trichet aseguró que pide "la misma moderación a todos", y no sólo a los sindicatos en su reclamaciones, sino también a las organizaciones patronales. Agregó, al ser preguntado por los elevados sueldos de los ejecutivos de las grandes empresas, que el mismo mensaje de moderación debe servir para estos casos, y consideró "legítima" la petición que muchos países democráticos están haciendo en ese sentido.
Por otro lado, Jean Claude Trichet consideró que en un momento económico como el actual es importante que "las tensiones fiscales se mantengan" y aunque las políticas presupuestarias aboguen por la estabilidad esto no debe suponer una bajada de impuestos.
A punto de cumplirse el décimo aniversario del euro y del actual sistema europeo de bancos centrales, el presidente del Banco Central Europeo valoró que la inflación en el área de la moneda única ha sido "bastante estable" en los últimos años. También señaló que el euro se ha mostrado como una moneda también estable que, de hecho, ha sido "catalizador" importante del panorama económico europeo. En cualquier caso señaló que el BCE no puede estar "satisfecho del todo" y mantiene el control de los precios como una de sus prioridades.
Jean Claude Trichet apenas se refirió a la evolución macroeconómica de la eurozona, si bien advirtió de que las perspectivas de crecimiento no son positivas a corto y medio plazo, en un momento en el que además la población de estos países está envejeciendo y en el que por tanto la mano de obra "se puede limitar".
Un problema que no es tan grave en el caso de España, dijo, donde la mano de obra aún sigue siendo joven, aunque en este país el principal lastre es la menor productividad. En su opinión, hay que trabajar por mejorar la productividad a largo plazo y lograr que los costes unitarios y la inflación evolucionen de la misma en todos los países de la eurozona, ya que lo contrario repercutiría en la competitividad.
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