Los combustibles ecológicos, una alternativa para el tráfico marítimo sin castigar al consumidor

El uso de los efuels es sustancialmente más caro que el combustible tradicional, pero en escala no repercute apenas en el precio de los productos

El Ane Mærsk, el mayor portacontenedores dual-fuel que navega con metanol
El Ane Mærsk, el mayor portacontenedores dual-fuel que navega con metanol / E. S.
David Fdez. Vega

16 de diciembre 2024 - 05:00

San Roque/En el marco de la transición energética, el transporte marítimo no se queda atrás. Las emisiones contaminantes de los barcos están en el punto de mira y, paulatinamente, se pretende la incorporación de combustibles ecológicos (conocidos como efuels), los cuales suponen un alto sobrecoste que no se transmite necesariamente al cliente final.

El coste de descarbonizar los productos que llegan por mar, por ejemplo, desde Asia ronda los siete millones de euros para el armador del buque que los transforma, dado el elevado coste de la incorporación del amoníaco verde como efuel. Aunque pueda parecer una cantidad muy alta, esta se reparte proporcionalmente entre los productos que transporta el barco en los contenedores.

Tomando como referencia un portacontenedores con capacidad para más de 11.000 contenedores, el coste del uso del amoníaco verde por cada teu sería de unos 600 euros, cantidad que se reduce aún más al dividirla entre los productos que transporta, según recoge un informe de Bussines Integration Partners elaborado para Moeve (antes Cepsa).

Trasladando el incremento del coste a los productos, un contenedor puede transportar unas 29.500 camisas, cuyo coste se elevaría menos de un céntimo por unidad. Caso semejante con los teléfonos móviles de alta gama, a razón de 22.000 por cada depósito.

En el calzado encontramos la primera diferencia del uso de un 3% de efuels, como exige la Unión Europea para 2030, o del 100% de combustible renovable. En el caso de unas zapatillas deportivas, de las que podrían transportarse unas 3.400 por contenedor, el incremento del precio adaptado a la norma europea es de un céntimo, mientras que en la totalidad es de 17 céntimos. Si lo trasponemos a televisores, cada uno de los 400 que podrían transportarse aumentaría su precio entre nueve céntimos y 1,44 euros.

En el último caso recogido por el estudio se sitúan las neveras, de mayor tamaño y que apenas entran 55 por contenedor. En este caso, su precio crecería unos 69 céntimos si se usa un 3% de efuels y 10,48 euros si es el 100%, cantidad escasa en comparación al precio de este electrodoméstico, que puede rondar entre los 800 y 1.000 euros.

Carretera

En el caso del transporte por carretera, la exigencia europea en 2030 es de usar un 1,2% de combustibles ecológicos, lo cual tampoco reporta un gran incremento de precios. Por ejemplo, fresas o tomates apenas aumentarían su precio dos céntimos por kilo en caso de que un camión solo use efuel, ya que pueden llevar unas 15 toneladas de estos frutos.

Si hablamos de coches, que pueden transportarse unos siete en los vehículos preparados para ello, el coste con el mínimo europeo crece unos 29 céntimos, que se convierten en 28,74 euros en el caso de usar solo esta propulsión ecológica. Nuevamente, no es un incremento de precio significativo teniendo en cuenta el coste de un utilitario hoy en día.

Con estos datos en la mano, desde Moeve consideran que la descarbonización del transporte es viable por la subida de precios escasa que se repercute en el usuario final, aunque el ritmo al que avance sea más paulatino, en virtud de las normativas europeas que se vayan aplicando.

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