Los empresarios familiares recuperan el optimismo sobre la marcha de la economía española
Seis de cada diez esperan incrementar las ventas y casi la mitad mantener la plantilla de su compañía el próximo ejercicio
La empresa familiar reivindica en Santander su papel en la construcción del futuro de España
Santander/En medio del ruido político, las empresas que construyen el presente y el futuro de España se mostraron, este lunes, más optimistas sobre la situación económica de España y la evolución de sus respectivas compañías.
Las empresas familiares, que representan más del 92% de sociedades mercantiles del país, otorgaron en la primera jornada de su 27º Congreso Nacional, que se celebra en Santander, una nota de 5,55, en una puntuación de entre 0 y 9, a la situación económica actual, lo que supone más de medio punto más que hace un año en el cónclave de Bilbao, cuando hubo una leve mejoría que llevó la nota al 5,03.
El 5,55 otorgado este lunes en la tradicional encuesta interactiva supone recuperar el optimismo, ya que supera incluso la nota de 2018 en Valencia, un 5,48, que había roto una tendencia de crecimiento que se mantenía desde 2014. También está por encima del 5,33 que otorgaron en Murcia en 2019 y supone una sensible mejora respecto a la nota media de 4,59 que otorgaron hace dos años en Cáceres y por encima del 4,91 que otorgaron en la capital navarra en 2021.
Pese a la recuperación del optimismo, la mayoría de los 700 participantes en el 27ª Congreso Nacional de la Empresa Familiar, el 59%, espera un moderado aumento de la actividad, con una limitada creación de empleo.
Esto invierte la tendencia respecto al año anterior en Bilbao, en la que fue mayoritaria la opinión de que habrá un crecimiento frágil de la actividad, sin creación neta de empleo., con un 55%. Esta opción fue este lunes la elegida para el 38% de los encuestados, lo que supone veinte puntos porcentuales menos que en 2022 en Cáceres. Sólo un 3% espera un aumento rápido de la actividad económica, con una intensa creación neta de puestos de trabajo, un punto porcentual más que en 2023 y en 2022.
En sintonía con esa visión más optimista, el 59% de los empresarios y directivos que contestaron al sondeo interactivo espera para el año próximo un aumento de la cifra de ventas, nueve puntos más que hace un año en Bilbao y once más que en Cáceres en 2022.
Esta mejora supones que baje el porcentaje que espera una facturación para 2025 similar a las del año anterior, que pasa del 36% que hubo en Bilbao al 31% de este lunes en Santander, mientras un 9% considera que en 2025 venderá menos. Este dato cae cinco puntos desde el 14% que hubo en Bilbao hace un año.
La encuesta interactiva también trata de medir cómo impactará ese optimismo en el empleo. Este lunes en Santander, un 48% contestó que espera mantener la plantilla de su empresa en 2025, frente a un 42% que confía en aumentarla, mientras un 10% barrunta que la reducirá. Estas cifras suponen un aumento de 11 puntos respecto al años anterior de quienes aumentarán plantilla. Los que mantendrán caen también once puntos respecto a la cita de Bilbao de 2023. El 10% cree que se verá obligado a reducir plantilla se mantiene invariable.
Respaldo del Gobierno
El 27º Congreso Nacional de la Empresa Familiar fue inaugurado por el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, quien mantuvo el tono de reconocimiento y agradecimiento que el Gobierno tiene ahora hacia el IEF.
Hereu hizo suyas las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la última asamblea del colectivo, la que eligió a Ignacio Rivera como presidente: “Sois la columna vertebral del tejido productivo de España”. El ministro lo reafirmó afirmando que las empresas familiares son un “gran motor económico y social del país”, que recordó que representa el 60% del PIB y casi el 70% del empleo que existe en España.
También destacó Hereu el valor de la longevidad de este tipo de empresas y de la importancia que dan a las personas que en ellas trabajan.
Precisamente, el discurso de apertura del presidente del IEF versó sobre la importancia del legado de este tipo de compañías y de su vocación de largo plazo. Rivera destacó que las empresas familiares expresan esa apuesta por el largo plazo cuidando cuatro parámetros: el origen, las personas, los aliados (proveedores y clientes) y el planeta.
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