El fin de contrato con Boeing de Airbus Cádiz obliga a recolocar a unos 70 trabajadores

Cádiz/El inicio del año 2025 trae a Airbus Cádiz el fin del contrato con Boeing, una merma comercial que obliga ahora a la recolocación de los trabajadores adscritos en el resto de programas que se desarrollan en la planta de El Puerto.

En 2013 la factoría portuense ganó un concurso internacional lanzado para vender las piezas que la compañía fabricaba. El contrato con la aeronáutica de Estados Unidos ascendía a unos 300 millones de euros y una duración de 20 años. El objeto del mismo era la producción de los recubrimientos metálicos de los motores (fan cowl, en su denominación en inglés) para el avión B737 MAX, un producto que ya realizaba para sus propias aeronaves. De hecho el B737 MAX era competidor directo del A320 neo, del que se fabrican los recubrimientos de las turbinas (y los timones de altura del estabilizador horizontal trasero).

Doce años después, sin embargo, la planta de Airbus Cádiz se queda sin esta actividad. En 2021 se anunció la decisión "comercial" de la compañía estadounidense de no extender el contrato que había convertido a las instalaciones de El Puerto en los suministradores únicos de este componente. Hacía dos años que el gigante aeronáutico había resuelto no seguir fabricando el avión en cuestión a partir de enero de 2020, tras la prohibición de vuelo en varios territorios como consecuencia de los dos accidentes (en 2018 y 2019) que había sufrido por un fallo de software.

La conclusión del acuerdo entre Airbus y Boeing para la factoría gaditana afecta en torno a 70 trabajadores. Aunque queda un remanente de estas fan cowl por entregar, se ha elaborado un plan de adaptación de estas personas para ubicarlos en otros departamentos, de tal manera que la desaparición de esta carga de trabajo no conlleve su salida de la empresa.

Pero, además, el fin de esta relación comercial también puede tener consecuencias para la industria auxiliar, en concreto en la fabricación del área metálica (chapistería), y con la empresa M&M y su planta de Espera como ejemplo, que produce parte de los elementales.

La integración de El Puerto y Puerto Real

Estos movimientos se producen mientras la planta está en pleno proceso de adaptación y ampliación para acoger las líneas de producción civil que se ejecutaban en Puerto Real, y que en parte siguen en las instalaciones de El Trocadero. El presidente del comité de empresa del hasta ahora conocido como CBC (centro de trabajo de la Bahía de Cádiz), Pedro Miguel Sánchez Marmolejo, apunta a que el hito principal para este año se prevé para el mes de abril, aproximadamente, cuando El Puerto recibirá el programa A350 que actualmente se produce en Puerto Real. "Eso conlleva que todo el personal dependiente de este programa se desplace ya a El Puerto", añade.

Ya está en marcha, además, la obra de edificación de la nueva nave de unos 4.000 metros cuadrados con la que se ampliarán las instalaciones portuenses para dar cobertura al programa A330, que continúa en las dependencias del polígono puertorrealeño de El Trocadero. Con su traslado se completará la integración que comenzó en septiembre con la mudanza de la producción de las piezas para la familia del A320.