La industria química de Huelva impulsa a Andalucía al podium del ranking nacional

Industria

La comunidad aporta el 10,2 % de la facturación nacional, unos 8.420 millones de euros, y se perfila como clave en empleo, sostenibilidad y exportaciones

Panorámica de industrias en Huelva. / M.G.
Jesús Pulido

16 de diciembre 2024 - 06:00

Huelva/Andalucía ocupa un lugar destacado en la industria química española, situándose como la tercera región por facturación con el 10,2 % del total, lo que equivale a unos 8.420 millones de euros de los 82.493 millones generados en 2023 por el sector a nivel nacional, impulsada por el empuje industrial de Huelva, uno de los principales hubs del sector químico a nivel nacional junto a Barcelona y Tarragona. Aunque la aportación andaluza está lejos de los 34.200 millones de Cataluña (41,4 % del total) o los 14.020 millones de Madrid (17 %), que sobresalen por su gran producción para la industria farmaquímica, la comunidad cuenta con un enorme potencial que combina localización estratégica, empleo de calidad y sostenibilidad. Son datos extraídos del informe 'Radiografía del sector químico español' que promueve la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE).

Con un tejido industrial químico consolidado, fundamentalmente en Huelva, y en menor medida el Campo de Gibraltar, Andalucía sobresale en segmentos clave como los químicos básicos y los fertilizantes gracias al liderazgo onubense y a complejos industriales de alta capacidad que no solo abastecen al mercado nacional, sino que también son cruciales para la exportación. Precisamente esta es una característica esencial en un sector donde el 72,3 % de la facturación nacional proviene de mercados internacionales, lo que representa unos 59.603 millones de euros. Aunque el informe de FEIQUE no desglosa las cifras por comunidades, es de sobra conocido el protagonismo de puertos como los de Huelva y Algeciras en la conexión con mercados internacionales.

En productos como fertilizantes, cuya facturación nacional alcanza los 2.787 millones de euros (3,4 % del total), y químicos básicos, que generan 30.899 millones (37,5 %), Andalucía, y concretamente Huelva, destaca como proveedor estratégico. Estas cifras subrayan la relevancia de la región en la seguridad alimentaria global y en las cadenas de suministro europeas, especialmente en sectores agrícolas.

El sector químico genera empleo de alta calidad, con 233.000 empleos directos en todo el país, que se caracteriza por su estabilidad. No en vano, el 94 % de los contratos son indefinidos. Además, el salario medio en la industria química asciende a 41.902 euros anuales, un 58 % más que la media nacional de 26.556 euros y un 37 % más que la media del resto de las industrias. Este diferencial es clave para el desarrollo económico y social de las localizaciones donde la química tiene mayor peso, como ocurre de forma muy significativa en Huelva.

En cuanto a formación, el sector químico invierte una media de 202 euros por empleado al año, tres veces más que la media nacional (70 euros). Esto se traduce en alrededor de 2.000 millones anuales y en una mayor cualificación de la plantilla, un aspecto crítico para sostener el crecimiento del sector.

Andalucía en la transición energética

La industria química andaluza avanza firme hacia un modelo sostenible. A nivel nacional, el sector ha reducido su consumo energético un 42,4 % desde 2005, mientras que las emisiones de CO₂ relacionadas con los procesos químicos han caído un 41,9 %. En Andalucía, complejos industriales como el de Huelva lideran estas transformaciones, incorporando tecnologías net-zero y sistemas de captura y almacenamiento de carbono (CCS).

También adquiere un gran protagonismo el papel de Andalucía en la nueva revolución industrial del hidrógeno verde y sus derivados. Proyectos de gran calado como el Valle Andaluz del Hidrógeno, promovido por Moeve, o el resto de millonarias inversiones que se están anunciando y empezando a desarrollar sobre todo en Huelva, pero también en Campo de Gibraltar, Sevilla, Málaga o Jaén, disparan las previsiones de la industria química andaluza, que espera duplicar su facturación antes de 2030.

Sin embargo, el desarrollo de estos proyectos debe ir de la mano de la implementación de las infraestructuras logísticas en la comunidad, así como las infraestructuras hídricas y eléctricas, esenciales para la puesta en funcionamiento de las nuevas industrias.

La célebre frase de Antoine Lavoisier, “todo se transforma”, resume el reto andaluz. Andalucía tiene ante sí la oportunidad de transformar su papel en la química española y convertirse en un actor clave de la industria europea en los próximos años, en los que aspira a convertirse en la locomotora de la descarbonización del sur del continente.

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