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La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre deja varias cosas claras, y una de ellas es que la destrucción de empleo afecta ya más a los indefinidos que a los temporales. Y que la reforma laboral, puesta en marcha por el Gobierno hace un año, ha fracasado hasta ahora en su objetivo principal: frenar la dualidad del mercado de trabajo español y crear más empleo fijo.
En los últimos tres meses el número de ocupados con contrato indefinido ha descendido en 160.700 personas, mientras que el de temporales ha aumentado en 47.500. Y en el último año, el número de personas con fecha de extinción de su contrato se ha mantenido prácticamente invariable, en 3.950.000 personas. Sin embargo, los fijos han bajado en 277.600, hasta 11.229.000.
Los ocupados con contrato temporal vivieron su particular sangría en 2009, cuando se perdieron hasta un millón de puestos de trabajo, y desde entonces su número se ha mantenido más o menos estable. El empleo fijo, sin embargo, se ha perdido sobre todo en el último año, que acumula prácticamente la mitad de los contratos indefinidos perdidos desde el inicio de la crisis.
La sangría, además, se concentra en el sector privado, donde la destrucción de empleos indefinidos ha sido brutal: 313.300 puestos de trabajo menos en un año y 805.200 desde el tercer trimestre de 2008. El sector público, por el contrario, no sólo no ha perdido empleo indefinido, sino que lo ha ganado. Hay 233.400 personas fijas más dependientes de las administraciones ahora que hace tres años. Dicho en porcentaje: en el ámbito privado el empleo indefinido cae un 8,39%, mientras que en el público sube un 10,63%. Incluso en los últimos tres meses, en plena fase de recorte del gasto público, las administraciones y empresas públicas han incrementado sus plantillas fijas en alrededor de 5.600 personas.
En Andalucía, la fotografía del paro tiene un matiz diferente, motivado porque aquí la tasa de temporalidad es mayor y, por tanto, también es mayor el margen de destrucción de empleo temporal. Así, frente a la tendencia española, en el sur continúa la pérdida del empleo temporal, en unos 15.000 puestos de trabajo. Pero ya es mayor el número de personas con contrato indefinido que se queda sin su puesto de trabajo, 18.000. En la fotografía anual, hay 38.000 trabajos fijos menos y sólo 16.500 temporales menos.
Cuando se compara el comportamiento del sector público con el del privado, el desfase entre uno y otro es incluso más acusado en la región que en el resto de España. La ocupación en lo público ha aumentado en 59.200 personas, un 11,48% más, y ha seguido aumentando hasta hoy, aunque a ritmos muy inferiores (en torno al 1%). Este incremento corresponde en su práctica totalidad a los indefinidos, porque la contratación temporal se ha mantenido inalterada. En los últimos tres años el sector privado ha perdido 88.300 empleos indefinidos (un 7,6% menos), de los cuales 33.000 corresponden al último año. En Andalucía, la sangría de lo temporal es mayor (251.400 trabajos menos), porque también la tasa de temporalidad es muy superior: el 34% ahora frente al 26% español.
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