La ruleta rusa del Brexit en Gibraltar: ganadores y perdedores del futuro de la Verja
Además de los ciudadanos de la zona, múltiples sectores empresariales esperan atentamente el posible desenlace de las negociaciones
Gibraltar/Las negociaciones sobre la posición de Gibraltar tras el Brexit no parecen tener fin, una situación que tiene sumidos en la incertidumbre a varios sectores económicos, cuyo futuro depende muy directamente de cómo se resuelva esta compleja situación, bien con un tratado que elimine la Verja o con un no acuerdo que endurezca el tránsito por la frontera.
Por lógica proximidad al ser frontera con el Peñón, el Campo de Gibraltar y, en concreto, La Línea de la Concepción, son los territorios que más afectados se verán por la resolución del futurible tratado. Aun así, al tratarse del principal polo industrial de Andalucía, cualquier afección a esta comarca tiene repercusiones para toda la región.
Aunque los participantes políticos en la negociación, especialmente desde el lado español con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a la cabeza, dejan entrever que cada vez está más cerca la resolución, los posibles afectados por el resultado están a la expectativa, ya que cada posible escenario tendría un impacto muy diferente en según qué sectores. Incluso aun habiendo acuerdo, aspectos como los impuestos a uno y otro lado de la Verja podrían cambiarlo todo.
Sector portuario
El Puerto de Algeciras, uno de los motores de la zona, ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por la potencial competencia desleal del puerto gibraltareño, a poco más de cinco kilómetros en línea recta. En julio, el presidente de la autoridad portuaria, Gerardo Landaluce, envió una misiva al ministro Albares, en la que manifestaba su inquietud por el marco normativo para las empresas del sector, con directivas europeas como la del control de emisiones que ya suponen una desventaja competitiva. "En la actualidad las empresas gibraltareñas pueden establecerse y operar en España con una libertad efectiva que no existe, en la práctica, para las empresas de nuestra Comunidad Portuaria que deseen prestar sus servicios en el Peñón", señalaba la carta.
Hace unas semanas, la Asociación de Empresas de la Bahía de Algeciras (Aesba) trasladó al Gobierno su preocupación e incertidumbre sobre el tratado. Las negociaciones, según denuncian, amenazan con dar un vuelco al panorama, especialmente si el posible acuerdo no fuerza a Gibraltar a asumir las mismas reglas del juego que se aplican en los puertos de los 29 países del entorno Schengen.
Agentes de aduanas
Uno de los casos más llamativos es el de las agencias de aduanas, que sufrirían tanto si se cierra la Verja del todo como si se elimina. En este último caso, el mayor temor del sector, como viene denunciando desde hace meses, es el impacto para las empresas y el empleo derivadas de un eventual derribo de la Verja y traslado de los controles fronterizos al puerto y al aeropuerto de Gibraltar, ya que esto podría resultar en que su labor no sea necesaria, haciendo que muchos echen el cierre.
En abril, la patronal pidió al Ministerio de Exteriores conocer detalles de las negociaciones con Reino Unido para poder tener información de cómo se aborda la situación de los controles, petición que no fue atendida. Unos 500 empleos entre directos e indirectos podrían verse afectados en el Campo de Gibraltar de producirse el citado cambio en los controles. Aunque podrían asociarse con empresas gibraltareñas en algunos casos, parece poco probable que este ecosistema pueda continuar con normalidad si el acuerdo es fructífero.
Tabaco y alcohol
El tráfico de tabaco es ya un clásico en la aduana de Gibraltar, por ello existe una limitación de paquetes que se pueden traspasar hacia el lado español de la Verja por el reducido precio de los cigarrillos en Gibraltar. Más allá del contrabando y los alijos que se producen, un hipotético escenario de eliminación de la aduana sería el que más podría perjudicar a los estancos de la zona, ya que habría libre circulación de estos productos.
De hecho, existe gran cantidad de tiendas en el Peñón que venden tabaco, conocedores de la atención que atrae de los visitantes, españoles o no. La situación es semejante con las bebidas alcohólicas, otro de los alicientes en materia de compras que tiene Gibraltar respecto a sus vecinos. Estos productos, junto a la gasolina, podrían erigirse como gran atractivo en caso de que la colonia no cuente con tipos impositivos semejantes a los españoles.
El pasado año, el gobierno llanito propuso un Transaction Tax (impuesto para las transacciones) del 10%, con un reducido del 5%, en contraposición al IVA del 21% y el reducido del 10% vigente en España. La propuesta recibió el rechazo del Ejecutivo español, que considera necesaria una mayor paridad en este aspecto. "No habrá armonización de impuestos entre Gibraltar y España, y eso es como tiene que ser porque son dos jurisdicciones impositivas diferentes", señaló este verano el ministro principal de la Roca, Fabián Picardo. Por el momento, Gibraltar ha aumentado por su cuenta recientemente los impuestos aplicados al tabaco, encareciendo su precio, pero en un régimen independiente a la negociación.
Grandes bienes (electrodomésticos, coches)
Otro de los sectores que puede sufrir es el de la venta de grandes bienes para el hogar, como los electrodomésticos, y los vehículos. En el caso de los primeros, muchos gibraltareños realizan compras en establecimientos de alrededor para deducirse los impuestos pagados por la política que se aplica en España en que los extranjeros pueden solicitar este reintegro. Por ejemplo, en el caso de una nevera de 800 euros, el precio original es de unos 660 euros, con 140 de impuestos que acaban no pagando. En caso de un cierre estricto, esto se podría reducir al mínimo, lo que afectaría a las tiendas españolas mientras que las gibraltareñas podrían aumentar sus ventas si cuentan con menores impuestos.
Un caso especial es el de los coches. Aunque hay gibraltareños que compran sus vehículos en concesionarios españoles, el principal impacto tendría lugar en caso de un acuerdo que elimine la aduana en la frontera. Esto facilitaría que los españoles pudieran optar por comprarlos en el Peñón y matricularlos en España. Si se mantiene un tipo impositivo menor en la colonia, podría afectar negativamente a la venta en territorio español. Por ejemplo, con el impuesto llanito actual del 10%, un coche con precio base de 20.000 euros costaría 22.000 euros, mientras que en España, con el IVA del 21%, sería de 24.200 euros. España propuso elevar el impuesto gibraltareño al 15%, aunque no parece claro que se acabe aplicando.
Inmobiliaria
El mercado inmobiliario del Campo de Gibraltar y la Costa del Sol, principalmente, sufre la influencia de Gibraltar. Pasear por urbanizaciones como Sotogrande supone asistir a un desfile de matrículas británicas. En caso de un Brexit 'duro', la falta de libertad para circular entre un lado y otro de la Verja obligaría a muchos llanitos a elegir en qué lado vivir. Si eligen su lugar de origen, podría acabar con las casas cerradas a excepción de los meses de verano u otros períodos, ya que el máximo permitido es de 90 días cada seis meses según la política de fronteras Schengen. El otro escenario posible es residir y pagar los impuestos en España.
Por el lado contrario, un acuerdo que permita libre circulación favorecería la entrada de los gibraltareños a España, lo que podría incluso incrementar el parque de vivienda que adquieran, elevando los precios de la misma en poblaciones como la fronteriza La Línea, con la consiguiente repercusión para la población local.
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