Juan Montabes: "Nunca unas elecciones con tan poca diferencia han marcado una victoria tan rotunda"
Entrevista
El politólogo y vocal de la Junta Electoral Central, asegura a Granada Hoy que lo que más le sorprendió del 28M fue el día después.
Catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Granada, vocal de la Junta Electoral Central y fundador del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Cadpea), Juan Montabes (Jaén 1959), probablemente sea uno de los andaluces que más sabe sobre comportamiento electoral y sociología política. En una entrevista concedida a Granada Hoy, el que fuera secretario ejecutivo de la Fundación Euroárabe, concejal y portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Granada y presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía, ha analizado el panorama político que se abre tras la rotunda victoria del PP en las elecciones del pasado domingo.
-¿Cómo se producen unos resultados como los del pasado domingo?
-En los últimos diez años las decisiones de los votantes se están tomando muy próximas al momento de depositar el voto. Si hace quince años esa decisión se tomaba en el último mes, ahora mismo las encuestas indican que, desde 2015, una tercera parte de los electores toma su decisión en los últimos días; de esa tercera parte, el diez por ciento la toma el mismo día de las elecciones. Un 33% decide durante la campaña si va a votar o no y en segundo lugar a qué partido, con un gran número de personas que deciden su voto en el mismo colegio electoral. Todo ello nos lleva a una enorme incertidumbre y una difícil predicción.
-¿Qué análisis de puede hacer de los resultados del 28M?
-El pasado domingo se produjo la victoria de un partido, no generalizada, aunque sí en los enclaves donde había una mayor tensión y competitividad. La diferencia entre el PP y el PSOE es de escasamente tres puntos en el ámbito local. Nunca unas elecciones con una diferencia tan ajustada, han marcado una victoria tan rotunda, porque las candidaturas a la izquierda del partido socialista, se han resentido de una gran fragmentación y eso lo ha penalizado el sistema electoral, beneficiando al PP como partido mayoritario en esta ocasión.
-¿Qué es lo que más le ha sorprendido?
El día postelectoral y por supuesto el mismo resultado, ya que ni los análisis más optimistas para el PP preveían una visualización institucional y en votos como la que se ha producido. Es un resultado que no admite ningún pero y creo que las consecuencias institucionales han sobrepasado al mismo resultado.
-¿Cuánto voto a la contra del presidente del Gobierno cree que se han producido en estas elecciones?
-Tendríamos que esperar a las encuestas postelectorales que son las que nos darán las explicaciones ciertas de qué ha podido ocurrir, pero la nacionalización de estas elecciones ha sido un hecho, la campaña ha pivotado casi exclusivamente sobre temas nacionales. Se ha hablado muy poco de los temas específicamente locales y eso ha perjudicado a muchas candidaturas locales que no han podido hacer hueco a sus propuestas frente a las grandes maquinarias de los partidos nacionales que han lanzado los temas estatales de debate que nada tienen que ver con los locales. El ejemplo claro está en la polémica sobre el voto por correo que ha marcado el debate preelectoral; aunque solo hayan producido quince casos en casi 8.100 municipios y 12 comunidades donde se celebraban elecciones. El voto ha sido dirigido al ámbito local, aunque pensando claramente en clave nacional.
-Se ha criticado mucho la supuesta parcialidad del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) a favor del Gobierno, ¿cree que esas críticas son fundadas?
-Creo que son críticas que responden al debate político. El CIS es una institución con más de 40 años de historia y con una enorme solvencia técnica. Con independencia de ello, su actual presidente ha entrado de lleno en la polémica política y eso tiene el riesgo de provocar una cierta distorsión. En este momento Tezanos ha optado por dar respuesta, quizás en un exceso de transparencia, a todas las críticas que se le realizan y eso le lleva a situarse como un actor político más vinculado al Gobierno que le ha nombrado. Eso genera distorsión, pero en ningún caso pongo en duda el trabajo del CIS.
Un dato que también tenemos que tener en cuenta es que, desde la llegada del actual presidente, las preguntas sobre intención y recuerdo de voto, tienen una periodicidad mensual, en lugar de trimestral, lo que entra en un conflicto comercial que no es el mismo que el de hace unos años, fundamentalmente por las demandas de los medios de comunicación, que provocan que las encuestas mensuales y gratuitas del CIS supongan una dura competencia para las empresas demoscópicas.
-¿Cómo se explica el vuelco electoral producido en Andalucía en el periodo de ocho años?
-Ya en los años 90 distinguíamos entre el voto urbano y el rural; el primero estaba menos anclado en posiciones fijas y cambiaba de un partido a otro, como ocurió en las elecciones del 95; sin embargo en el mundo rural el voto estaba más vinculado a formaciones de izquierdas. Desde 2012 el PP es el partido más votado en Andalucía, aunque no consiguiera el Gobierno, pero desde el 2018 la caída sucesiva del PSOE, sobre todo en el mundo rural, es una consecuencia natural de lo que venía anunciándose desde 2015, porque la sociedad andaluza demandó una modernización que identificó con el PP, como lo había hecho con el PSOE en los años 80 y 90. Hablamos de una evolución natural que indica la necesidad de que los partidos generen nuevos liderazgos.
- ¿Cómo valora el adelanto electoral?
-Es una competencia que se ha ejercido en cuatro o cinco ocasiones desde 1977, pero en este momento ningún analista situaba como una opción posible el adelanto electoral. Creo que es una decisión en sintonía con la oportunidad del presidente del Gobierno de ejercer una competencia que habrá que ver qué resultados cosecha. Imagino que cuando Pedro Sánchez toma esa decisión será para beneficiarse de entrar en una campaña inmediata siendo consciente de que la diferencia de votos entre el PP y el PSOE es tan solo de tres puntos, mientras que la percepción en la opinión pública es la de que ha sido un golpe muy fuerte para los socialistas. Creo que la decisión combina elementos de estrategia con elementos de gobernabilidad.
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