El pactómetro apunta a tripartito
Resultados elecciones municipales Granada | Pactómetro
El concejal que pasó de PSOE a Vox a mitad del escrutinio cambia la historia de Granada
Cuenca puede salvarse si Salvador quiere erigirse protagonista para disfrazar su fracaso
Los más de 2.500 votos de Vamos dentro de Podemos habrían hecho sumar a la izquierda
Granada/Por encima de las lecturas oficiales de ganadores y derrotados, la del 26-M fue una noche electoral emocionante en lo concerniente a Granada capital. Una noche de pactómetro, no demasiado champán y rosas agridulces. Hasta la mitad del escrutinio, la calculadora era favorable al PSOE, sobre todo al principio cuando podían hacerse varias sumas de 14 para el Ayuntamiento, pero solamente una real, evidente y natural, la de los socialistas con Podemos-IU. Pero en el ecuador del recuento el voto que se le cayó al PSOE en detrimento de Vox cambió la noche en la ciudad de la Alhambra. El bloque de derechas se llevaba el gato al agua y así fue hasta que se registró el último voto.
La vida política en un concejal, el resumen de una noche, de toda una campaña en un único edil. El que se fue del PSOE a Vox a mitad de recuento y cambió para siempre la historia de esta ciudad. Porque unas municipales son historia política, una historia que se decide en un puñado de votos, en un edil que acabó volando del ala socialista al partido más escorado a la derecha.
Sin sondeos, y en una campaña a ciegas donde la únicas encuestas fiables eran las traslaciones de autonómicas y generales, ya se vislumbraba una posible mayoría del bloque de derechas y se anticipaba que Vox podía acabar siendo la formación decisiva que decantara la balanza hacia la derecha.
Es decir, que la suma de 14 más lógica –aunque en la política actual mande el desconcierto– es un tripartito liderado por el PP con el apoyo de Ciudadanos y de Vox. La capital puede convertirse así en un escenario para una reedición del tripartito a la andaluza que forman PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox en la Junta. Sería la segunda vez que la ciudad de Granada está gobernada por un tripartito como ya ocurrió en 1999 cuando PSOE, Izquierda Unida y el Partido Andalucista formaron una coalición en formato trío para sacar al Partido Popular de la Alcaldía.
Un alicaído Paco Cuenca salió el primero de todos a hablar con el 90% escrutado para saborear la victoria –su primera triunfo en unas municipales– que más agria no podía saber. Y el candidato socialista aseguró que como vencedor iniciará una ronda de contactos para formar gobierno. Y es que la suma más fácil, que no la más viable ni la más factible, es la que conformarían PSOE y Ciudadanos, quienes en su día se juntaron para echar al PP del Ayuntamiento cuando estalló el caso de la operación Nazarí.
Entre PSOE y Ciudadanos sumarían 14. Clavado para una mayoría sin tener que depender de un tercero, pero en los dos últimos años han sido muchas las afirmaciones del partido naranja negando una unión con el PSOE de Cuenca, por lo que esta alianza sería un bandazo importante, a la par que las exigencias para los socialistas serían muy difíciles de asumir con un partido con el que no hay sintonía ni a nivel local ni a nivel nacional.
En este punto, Cuenca tiene dos clavos ardiendo a los que agarrarse. Por un lado, que durante la campaña ningún partido ha pronunciado oficialmente un veto hacia otro. Cs no ha dicho abiertamente del todo que no pactaría con el PSOE porque sus aspiraciones eran otras. Y es que, por otro lado, el triple sobre la bocina desde más allá del medio campo que tiene Cuenca es que Salvador decida erigirse en protagonista de la contienda para enmascarar su fracaso, el estancamiento de Ciudadanos en cuatro concejales.
Fuera de la calculadora del pactómetro queda Podemos-IU, que se tiene que conformar con tres concejales (uno menos que en 2015 si se tiene en cuenta el resultado de hace cuatro años de Vamos Granada e IU), y que se va directo a la oposición pues le ha faltado fuelle para llegar a los cuatro que le hacían falta para empujar al PSOE al epicentro de la Plaza del Carmen.
A Antonio Cambril y a la izquierda le quedará la oposición y la voz en el Ayuntamiento, mientras que a otras formaciones como Centrados en Granada o a Vamos Granada de Marta Gutiérrez ni siquiera les valió el resultado para obtener representación, o en el caso de Juan García Montero estropear la suma de Sebastián Pérez, quien con el suelo electoral del PP en la historia de Granada lo tiene al alcance de su mano para liderar un tripartito muy en consonancia con los nuevos tiempos de la política.
Aunque más triste es la derrota de Vamos, que sin el paraguas de Podemos dice adiós con más de 2.500 votos que dentro de una confluencia de izquierdas habrían cambiado la historia y evitado el bloque de derechas.
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