El pacto a la andaluza se complica en Granada
Elecciones municipales Granada 2019
Vox advierte que si quieren sus votos, PP y Cs tendrán que aceptarlo como socio de gobierno y hacerse la foto juntos.
Llegan a plantear que Onofre Miralles sea el alcalde
El domingo 26-M en la capital de Granada se cerró con una enorme 'X' en el nombre del próximo alcalde de Granada. Parecía que el sillón de la alcaldía estaría entre el socialista Paco Cuenca, vencedor de las elecciones, y Sebastián Pérez (PP), que a pesar de quedarse con sólo 7 concejales (la mayoría absoluta son 14), podría ser el más votado del hipotético bloque de derechas a completar por Ciudadanos y Vox. Todos se fueron a dormir con una idea que había deslizado el candidato ‘popular’ en su primera intervención pública tras los resultados y que los resultados daban como muy posible: un pacto a la andaluza.
Pero en las siguientes horas, a lo largo del día de ayer, este escenario se fue desdibujando, porque ni se puede dar tan por seguro el pacto de las fuerzas de derechas (Ciudadanos puede jugar la baza socialista), ni Vox está dispuesto a reproducir en las mismas condiciones un acuerdo como el de la Comunidad autónoma, donde se quejan reiteradamente de estar siendo ninguneados por las dos únicas fuerzas gobernantes (PP y Ciudadanos).
Las dos formaciones políticas que se han convertido en llaves de la gobernabilidad en la ciudad, Cs y Vox, han coincidido en una cosa durante las últimas horas: ambos miran a sus líderes en Madrid.
El partido que dirige Santiago Abascal ya ha anunciado un giro en su política de pactos, que habría tenido como último detonante el haberse quedado fuera de la Mesa del Congreso. Precisamente ha sido Macarena Olona, diputada de Vox por Granada e integrante de la lista electoral de la capital, la representante de este partido que más ha alzado la voz en el conflicto de la Cámara Baja.
El propio Abascal ha hablado de pactos también en las últimas horas y ha advertido de que hará “valer sus concejales”. La intención de Vox es pisar moqueta en las instituciones y entrar a formar parte de los gobiernos.
Los máximos dirigentes han expresado su malestar con la posición de Ciudadanos, que en Andalucía se mantiene en una posición “teatral”, al utilizar los votos de Vox para gobernar, pero sin querer escenificar el pacto en mesas de negociación. El acuerdo se tuvo que hacer de forma bipartita (PP-Cs y PP-Vox), de un modo que los de Abascal consideran algo así como un pacto por poderes con un partido que no quiere afrontar las consecuencias.
Granada, donde ha irrumpido Vox con 3 concejales, no será una excepción. Según fuentes del partido, el objetivo es formar parte del próximo equipo de gobierno para tener control sobre las decisiones que se adopten. Esto obligaría a Ciudadanos a hacerse la foto con Vox y entrar a gobernar juntos, codo con codo. De este modo, la idea el pacto a la andaluza se aleja.
Pero el partido de derechas va más allá. En el arranque de lo que se prevé una dura negociación, Vox también planteará el nombre de Onofre Miralles como alcalde de la ciudad. La justificación a esta propuesta, que parece extraña por el escaso número de ediles de los que dispone para gobernar, es que de las tres fuerzas de derechas que se plantean para ese posible pacto, la liderada por Miralles es la única que salió reforzada el domingo por la noche y que tenía de verdad algo que celebrar.
El Partido Popular, a pesar de tener más concejales que los otros dos partidos, ha sufrido un enorme descalabro electoral, al pasar de 11 a 7 sillones en el salón de plenos. Y Ciudadanos mantiene sus 4 ediles, pero con sabor amargo, dadas las abiertas expectativas mostradas por Luis Salvador de ser la fuerza más votada y acceder a la Alcaldía.
Onofre Miralles dijo ayer por la mañana por redes sociales: "Ahora toca esperar las indicaciones de la dirección nacional y de la dirección provincial para seguir sus consignas. Mientras tanto, no iniciaré contacto alguno con ningún partido político". Pero antes de esto, en su primera reacción de la noche del domingo electoral advirtió que "toca hablar de ideas, pero también de personas".
Esas palabras de Onofre Miralles no son baladíes y fue un primer aviso a navegantes a quienes ya se dan por investidos. No hay que olvidar que este candidato, bastante desconocido para los ciudadanos en general, sí tiene un pasado en la política. Y en particular, en el Partido Popular, del que se marchó de forma radical en 2005 cuando ya era presidente Sebastián Pérez, a raíz de una denuncia contra su esposa, que era interventora del Ayuntamiento de Ogíjares gobernado por el PP en aquel momento.
Según ha podido saber este periódico, a falta de indicaciones más claras de los dirigentes del partido, Vox Granada tendría abiertas en este momento todas las posibilidades y entre ellas está la de apoyar a un alcalde del PP que no tiene por qué ser Sebastián Pérez, un candidato con un largo historial en su partido y en el propio Ayuntamiento, que podría ser poco deseado para una formación (Vox) que ha hecho el mayor hincapié durante esta campaña en la necesidad de regenerar la política local, después de los casos de supuesta corrupción que investiga la justicia. Vox es acusación popular en el caso Serrallo, que llevará a juicio a los miembros del anterior gobierno municipal de José Torres Hurtado. Aunque entre los pocos concejales de aquel ejecutivo que no están implicados en la autorización de la discoteca está Sebastián Pérez, Onofre Miralles se ha pronunciado públicamente sobre la pervivencia en el PP de un candidato a alcalde que formaba parte de aquel gobierno.
En cuanto a Ciudadanos, cuyo líder Luis Salvador quiso dejar la quiniela de alcaldes abierta el domingo por la noche en su primera intervención pública, en la reunión del comité permanente del partido celebrada ayer mismo en la sede nacional, se decidió crear un comité de negociación de gobiernos en los que se verá caso a caso. Eso sí, la formación naranja no ha querido marcar líneas rojas, ni con el PSOE ni con Vox. Lo que en Granada deja en suspenso el giro de Salvador, hacia la izquierda o la derecha.
En principio, el candidato de Cs tendría un obstáculo para amagar con un posible acuerdo con Paco Cuenca. El resto de fuerzas de centroderecha asumen que la imputación judicial del socialista es una línea roja para el partido naranja, de modo que estaría forzado a inclinar la balanza hacia su lado. Pero el partido naranja aún no ha definido con claridad en qué punto de los procesos judiciales tiene previsto poner el freno. Es decir, si se negaría a pactar con investigados, procesados o acusados.
Luis Salvador tiene previsto acudir a Madrid a partir del jueves para tratar este asunto con los responsables nacionales, entre los que tendrá especial protagonismo Fran Hervías, que es diputado por la provincia de Granada y ha seguido muy de cerca esta campaña electoral.
En estos momentos ya ha quedado claro que el que tiene previsto tomar la iniciativa de forma clara para conseguir un pacto es Sebastián Pérez, dado que a diferencia de lo que ocurre en la política nacional, en los ayuntamientos, si no hay acuerdo claro y un apoyo explícito, el día 15 de junio el representante de la lista más votada se convertiría en el alcalde de la ciudad, aunque no sume una mayoría. En esa posición se encuentra Paco Cuenca.
El candidato socialista ya arrancó su primera intervención tras los resultados del domingo anunciando que tenía previsto iniciar estos días una ronda de contactos con los principales líderes de los partidos que han obtenido representación en el Ayuntamiento. En las redes sociales también ha hecho un llamamiento al diálogo y al “entendimiento” en esta nueva etapa. Cuenca, que ha gobernado durante 3 años en una posición minoritaria de 8 concejales, no ha conseguido respaldo de la oposición (tampoco de Ciudadanos) para pactar acuerdos importantes. Ahora ha mejorado su posición con 2 concejales más, pero nadie le garantiza que sean suficientes para mantener la Alcaldía.
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