"Si no hubiera plástico, el cambio climático sería más grave"
Luis Cediel | Portavoz de las principales entidades del sector de los plásticos
Luis Cediel es el director general de la Asociación Española de Industriales de Plásticos (Anaip), pero habla de las bondades del plástico en representación de varias entidades del mismo ámbito: Aimplas (Instituto Tecnológico del Plástico), Anarpla (Asociación Nacional de recicladores de Plásticos), Cicloplast y PlasticsEurope. El sector, a raíz de la mala imagen que ha cosechado en los últimos tiempos, quiere dejar claro que su preocupación es doble. Quieren dejar un planeta mejor a las generaciones venideras, pero también quieren mantener una industria próspera que rodea el día a día de casi toda la población mundial.
-¿Por qué el plástico se lleva gran parte de las críticas del movimiento ecologista?
-La preocupación que tenemos en la industria es la mala imagen del plástico. No negamos el problema de la contaminación o el de las basuras marinas. Claro que hay un problema y somos los más afectados. Nos afecta como industria y porque no queremos que nuestro planeta se deteriore. Pero el problema no es el plástico, es el residuo abandonado. Y no sólo del plástico, hay otros materiales. Me repugna ver neumáticos en el fondo del mar o botellas de vidrio o latas. Son materiales que tardan en degradarse tanto o más que el plástico.
-¿Y por qué se pone el foco en el plástico?
-El plástico se ve mucho. Primero, porque flota y se ve en la superficie. Pregúntale a un buceador qué se encuentra en el fondo del mar. Además, se ha desarrollado mucho en los últimos años en países con un gran número de habitantes, como China, la India o Pakistán. No tienen sistemas de recogida de esos residuos y si los tienen son muy deficientes. Entre el 80% y el 90% de la basura marina proviene de ocho ríos del sudeste asiático y de uno africano, que es el Nilo. Europa ha cogido la bandera de la lucha contra los residuos y no queremos que la suelte, pero no vamos a arreglar nada prohibiendo en Europa cuatro cositas. El 70% de la basura marina proviene de tierra; es decir, está en nuestras manos evitar que llegue a los océanos.
-¿La industria del plástico es sostenible?
-Nos preocupa mucho que se estén prohibiendo productos y se sustituyen por otros que, medioambientalmente y desde el punto de vista de la sostenibilidad, son mucho peores. Estamos aburridos de explicar que, atendiendo a la materia y energía utilizadas en la producción, el transporte y el reciclaje, una bolsa de algodón o de papel son mucho menos sostenibles que una bolsa de plástico. Lo que no puede acabar es, ni la bolsa de papel, ni la de plástico, abandonada para que llegue a un río.
-¿El sistema de recogida de plásticos funciona?
-En envases y embalajes domésticos es bastante eficiente y lo será más. En España reciclamos más de un millón de toneladas de plástico. De un mercado de cinco millones de toneladas. Si se atiende a los envases domésticos, se reciclan al año 600.000 toneladas de un total de millón y medio. Somos los segundos a nivel europeo.
-¿Qué se hace con el plástico reciclado?
-El plástico, al final de su vida, nunca es un residuo. Siempre es un recurso. No debería llegar al vertedero.
-Pero, sin embargo, llega. Hay un mito que dice que en las plantas de reciclaje acaban mezclados todos los residuos.
-Está muy extendido, pero es falso. Somos los consumidores quienes clasificamos mal. Todo lo que metes en la bolsa amarilla y en el contenedor amarillo llega a una planta de clasificación. Las tasas de reciclaje del plástico, el metal, el papel o el vidrio se mueven en una horquilla muy parecida. Entre el 70% y el 80% Sin esos porcentajes no llegaríamos a los objetivos que marca la UE para todo tipo de residuos.
-¿Los microplásticos pueden generar un problema de salud pública?
-Según la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira, no es un problema de salud, pero no debemos dejar que llegue a más. Si conseguimos reducir o eliminar los residuos abandonados, el problema se minimiza. Hay empresas que están tomando de una manera voluntaria la decisión de no incorporar microplásticos a sus productos.
-Se han hecho virales imágenes de, por ejemplo, naranjas peladas y envasadas después. ¿Se usa demasiado plástico innecesario?
-Estamos a favor del consumo responsable. Pero siempre que hablo de este asunto lanzo una pregunta. ¿Por qué se embala un alimento? Porque dura más. Le dura mucho más al vendedor, al consumidor y al supermercado. No te lo tienes que comer en el día. Recuerdo que mi madre bajaba todos los días a hacer la compra. Compraba los dos filetes que íbamos a almorzar y el lenguado para cenar. Los hábitos de consumo han cambiado. La mujer se incorporó al mundo laboral y no tienen tiempo para ir todos los días a la compra. En Europa el desperdicio alimentario es de 20%. En otros países llega al 40%. Con la de niños que se mueren de hambre. Un empresario busca ahorrar costes. Nunca se me ocurriría poner un sobrecoste si no tiene una justificación.
-Son todo ventajas...
-El plástico tiene una paradoja. Cuanto más petróleo gastamos para fabricar plástico, más petróleo ahorramos. Hemos logrado rebajar o reducir el peso de los automóviles casi un 30%. Eso se traduce en una reducción en el consumo de combustible espectacular. Y lo mismo con el aislante. Pasa igual con las botellas de agua. Si la haces de vidrio, lo que llevas hoy en un camión, tienes que llevarlo en dos. Y además pesaría mucho más. El cambio climático, sin el plástico, sería más grave. La temperatura habría aumentado algún grado más de los que ya ha aumentado.
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