Clara Ponsatí, huida con Puigdemont, vuelve a ser detenida en Barcelona
La ex 'consellera', puesta en libertad tras un comunicado del juez Llarena
El Tribunal Supremo emite una orden de detención contra Clara Ponsatí
Clara Ponsatí, huida con Puigdemont hace cinco años, queda libre tras su detención al volver a España
Barcelona/La eurodiputada de Junts y ex consellera, Clara Ponsatí, ha dicho este lunes que ha "vuelto a ser detenida ilegalmente en Barcelona" en un tuit de este lunes de las 11:48. Este mismo lunes ha publicado otro apunte de Twitter en el que ha explicado que ha vuelto a Barcelona y que ha paseado por la capital catalana: "Mientras sigamos aquí, Cataluña continuará en pie".
Ponsatí ha sido trasladada a mediodía a la Ciutat de la Justícia de Barcelona para tomarle declaración cuando llegue, tras ser detenida en la calle Borrell de la capital catalana. Fuentes de la Conselleria de Interior han informado a Europa Press de que la han detenido los Mossos d'Esquadra y que han actuado como policía judicial a órdenes del juez.
La eurodiputada ha reaparecido en Barcelona después de que el pasado 21 de junio el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena emitiera una orden nacional de detención contra ella por no comparecer ante él el pasado 24 de abril, cuando la citó para comunicarle su procesamiento por un delito de desobediencia en el "procés".
Puesta en libertad
En un mensaje en su cuenta de Twitter, Ponsatí ha colgado una foto junto a la modernista Casa Vicens, proyectada por Antoni Gaudí, en el barrio de Gràcia de Barcelona. "Aprovechando el fresquito de la mañana, he dado un paseo hasta la Casa Vicenç. Mientras estemos aquí, Cataluña continuará de pie. ¡Buenos días, Barcelona!", ha escrito la también ex consellera en el mensaje.
El juez Llarena ha acordado que el Juzgado de Guardia de Barcelona practique la declaración indagatoria a la detenida. Para ello ha adjuntado a su auto una relación de las preguntas dirigidas a Ponsatí. Además, ha añadido que la detenida debe ser puesta a continuación en libertad dejándose sin efecto la orden de detención acordada en su día.
Llarena ha tomado la decisión "considerando que la renuencia de la acusada a someterse a la ineludible declaración indagatoria invalida cualquier intento de citación que pretenda alcanzar su comparecencia en libertad". Sin embargo, también ha valorado que la conducción policial al Supremo supondría una extensión de su privación de libertad en un delito para el que no están previstas penas de esta naturaleza.
Sin embargo, cuando Ponsatí ha salido del juzgado, donde han ido a arroparle dirigentes independentista, la ex consellera ha afirmado que se ha acogido a su derecho a no declarar. "No he contestado a ninguna pregunta porque es lo que me ha recomendado mi abogado y soy muy obediente", se ha limitado a señalar, a su salida del juzgado, tras serle notificada su procesamiento por desobediencia.
Visita en abril
El pasado 24 de abril Ponsatí no acudió a la citación de Llarena alegando que esa misma jornada tenía dos compromisos en Bruselas que resultaban "incompatibles" con su citación en Madrid. Tras su incomparecencia, el magistrado instructor de la causa por el proceso independentista catalán de 2017 consultó a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado, que se inclinaron por volver a citar a Ponsatí, si bien Llarena finalmente optó por emitir una orden nacional de detención contra ella con el objetivo de que se ponga a disposición del tribunal y se le comunique su procesamiento.
El juez afirmó en su auto que Ponsatí había "desatendido voluntaria e injustificadamente la citación judicial", aunque precisaba que la orden podía quedar sin efecto si comparecía voluntariamente ante él. Respecto a las obligaciones parlamentarias que adujo para no comparecer, Llarena subrayaba que Ponsatí estaba citada ante el Supremo la mañana del 24 de abril, mientras que los compromisos políticos que alegó estaban programados para la tarde, razonablemente compatibles mediante la petición de videoconferencia.
El instructor del 'procés', dictó en julio una orden de detención nacional contra Ponsatí, contra quien no cabe una euroorden al estar procesada únicamente por desobediencia.
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