Las Claves
Pilar Cernuda
La corrupción acecha a La Moncloa
Relevo en La Moncloa
Pedro Sánchez, de 46 años, ya es el séptimo presidente del Gobierno desde la Transición, el tercero de los socialistas y el primero que accede al cargo como consecuencia de una moción de censura. Sólo hay un precedente de un presidente elegido sólo por el Congreso: Leopoldo Calvo-Sotelo, que como Sánchez gobernó después de una tremenda crisis, en su caso el intento de golpe de Estado de Antonio Tejero. El principal reto de Sánchez es la cuestión catalana, una operación de gran riesgo para el país si se tiene en cuenta que es presidente gracias a los votos, entre otros, de los dos partido separatistas que gobernaron en la Generalitat de Carles Puigdemont.
Por un total de 180 votos frente a los 169, el socialista se convirtió este viernes 1 de junio en presidente. El socialista ha contado con los votos de los diputados de Unidos Podemos, Compromís, PNV, ERC, PDeCAT, Nueva Canarias y Bildu. La diputada de Coalición Canarias se abstuvo, mientras que Ciudadanos y el PP votaron en contra.
El PSOE sólo tiene 84 escaños, es la segunda fuerza del Parlamento, y ésta es una debilidad que Unidos Podemos quiere aprovechar. Cuando finalizó la votación, los diputados podemitas quisieron atribuirse su nombramiento al grito de 'sí se puede', que se oyó con eco en la nave de la Cámara. Su líder, Pablo Iglesias, le ha pedido que haya ministros de su formación, pero Pedro Sánchez confeccionará un Gobierno del PSOE, con ministros socialistas y algunos independientes.
La portavoz socialista, Margarita Robles, ha contestado a Podemos: “No hay hueco para Pablo Iglesias en este Gobierno”. Sánchez se ha remitido a las palabras del jueves, el Ejecutivo será “socialista, paritario y europeísta”.
Después de la votación, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, llevó al Rey el resultado, y Felipe VI rubricó un nombramiento que se hará efectivo a las 11 de la mañana en la Zarzuela con el acto de promesa del cargo. De modo paralelo, Mariano Rajoy se despedía de los funcionarios y colaboradores de Moncloa y ya no dormirá más en la residencia de los presidentes del Gobierno.
Pedro Sánchez sustituye a Mariano Rajoy, después de que éste haya gobernado desde finales del año 2011 y de que le ganase al socialista en dos elecciones generales consecutivas en 2015 y 2016.
La caída de Mariano Rajoy se produce como consecuencia de la sentencia sobre la primera etapa del caso Gürtel, por el que se condena al ex tesorero y ex gerente del PP a 33 años de cárcel y se considera probada la existencia de una caja B en la contabilidad del que ha sido el partido del Gobierno.
Con el cese de Rajoy como presidente del Gobierno, también salen todos sus ministros, que quedan en funciones hasta el relevo oficial.
Mariano Rajoy, después de una ausencia de casi 20 horas, sólo subió al escaño una vez que hubo terminado el debate para ser el primero en felicitar a Pedro Sánchez. “Dejé a España mejor de lo que la encontré, espero que el nuevo presidente pueda decir lo mismo”, se refirió el saliente al entrante. En apenas un minuto, Rajoy se despidió así, envuelto en una ola de aplausos de los diputados del PP.
Pedro Sánchez se reunió con los colaboradores más cercanos en un despacho del Congreso para preparar la transición y la agenda de los próximos días. Sus nombres ya dan algunas pistas de cuáles será los nombres de ese Ejecutivo, que podrá estar nombrado los primeros días de la próxima semana.
Entre éstos, se encuentra el diputado José Enrique Serrano, que fue asesor de Felipe González y jefe de gabinete de Rodríguez Zapatero. Él fue quien preparó la documentación del último relevo presidencial, confeccionó un informe de 11.000 folios para Soraya Sáenz de Santamaría.
José Luis Ábalos, secretario de Organización, forma parte de ese núcleo duro, así como Juanma Serrano, el actual jefe de gabinete de Sánchez. Margarita Robles, la actual portavoz, es una de las más firmes candidatas a ser ministra. También se encontraba la diputada y vicesecretaria del PSOE, Adriana Lastra.
Pedro Sánchez confeccionará un gabinete preparado para gobernar durante más de un año. El socialista debe mantener su compromiso de que convocará elecciones generales, pero se encuentra liberado de las premura que quería imprimir Ciudadanos. De este modo, habrá Ejecutivo, al menos, hasta el último domingo de mayo de 2019, cuando están convocada las elecciones europeas, municipales y autonómicas.
Su agenda tendrá en Cataluña uno de los grandes hitos. Su nombramiento coincide este sábado con el del nuevo Gobierno de la Generalitat, y presidido por Quim Torra, lo que supondrá el levantamiento inmediato de la intervención del artículo 155 de la Constitución.
Mariano Rajoy podrá acceder a las prerrogativas reservadas a los ex presidentes del Gobierno, que incluyen una oficina con dos empleados, pero no podrá percibir pensión indemnizatoria si no renuncia al escaño de diputado del Congreso. Desde 1992 rige un decreto que regula el estatuto de los ex presidentes del Gobierno y que actualmente afecta a Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, a los que ahora se unirá Mariano Rajoy. Según esta norma, los ex presidentes del Gobierno gozarán siempre "de la consideración, atención y apoyo debidos a quienes han desempeñado este cargo". De entrada, y aunque hayan cesado de sus funciones, deben ser tratados como presidente. Rajoy podrá disponer de una especie de oficina de representación a cuyo servicio se adscribirán dos puestos de trabajo, que serán cubiertos, a su propuesta, mediante el sistema de libre designación.
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