El ascenso de la ultraderecha sacude Europa y hace a Francia tambalearse

El ascenso de la ultraderecha ha marcado las elecciones europeas del 9 de junio.

Los partidos de este ámbito ideológico han crecido de forma generalizada en todo el continente, con Francia como epicentro. La rotunda victoria en el país de Agrupación Nacional liderada por Marine Le Pen, que se ha llevado el 30% de los votos, ha llevado al presidente, Emmanuel Macron, a disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas.

El presidente francés, con esta decisión que es inédita en la V República, intenta frenar el ascenso del partido de Le Pen. "La subida de los nacionalistas, de los demagogos, es un peligro para nuestra nación, pero también para nuestra Europa y para el lugar de Francia en Europa y en el mundo", advirtió Macron, al que ya solo le queda jugar esta (arriesgada) carta para obtener una reacción de su pueblo ante la derechización del país.

Los franceses regresarán a las urnas el 30 de junio, en primera vuelta, y el 7 de julio, en la segunda. Una hipotética victoria de Agrupación Nacional podría condicionar la elección del primer ministro y forzar a Macron a cohabitar con un Gobierno de distinto color político al suyo. El mandato de Macron concluye en 2027.

Gran victoria de Von der Leyen, retroceso de sus aliados

En el conjunto de Europa, las elecciones dejan, sobre todo, una conclusión: Europa se hace más de derechas. El Partido Popular Europeo de Von der Leyen, ganador indiscutible de las elecciones, mejora su resultado de 2019 por mucho. Pasa de 176 eurodiputados a 189, según las proyecciones del Parlamento Europeo al cierre de esta edición.

Los partidos a su derecha también avanzan mientras que los socialistas retroceden levemente y los liberales de Macron se desploman.

Entre populares, socialistas y liberales logran 401 de los 720 escaños del Parlamento europeo, 16 menos que en la anterior legislatura. Pese al retroceso y a los guiños de Von der Leyen a parte de las formaciones a su derecha (véase la primera ministra italiana Giorgia Meloni) la alianza entre los tres -que da una mayoría hogada- previsiblemente se renovará.

"Construiremos un bastión contra los extremos, de la izquierda y la derecha", dijo en Bruselas la candidata cristianodemócrata a presidir de nuevo el Ejecutivo comunitario. El ex primer ministro portugués António Costa hizo otro guiño al afirmar que a los socialistas le debe corresponder la presidencia del Consejo Europeo, que dejará Charles Michel. Costa, precisamente, es uno de los candidatos.

Los liberales, pese al batacazo, también están por la labor: "Estos resultados muestran que no será posible una mayoría proeuropea en el Parlamento Europeo sin nosotros", dijo su cabeza de lista, la francesa Valérie Hayer.

El ascenso de la ultraderecha

Las dos formaciones más a la derecha, Identidad y Democracia (Meloni y también Vox) y Conservadores y Reformistas Europeos (Le Pen) suben significativamente entre los dos, pero lo hace sobre todo el partido de la primera ministra italiana. Según las primeras proyecciones, entre los dos alcanzarían los 130 escaños, 12 más que en los anteriores comicios.

Aunque no son los únicos partidos de ultraderecha que incrementan presencia en el Parlamento europeo. El impulso de esta ola se deja también notar en Alemania, lo que en cierto modo hace tambalearse el eje franco-alemán, cimentado a partir de partidos políticos tradicionales.

En el país teutón, los cristianodemócratas ganan con rotundidad con el 30,30 % de los votos, según las estimaciones, pero la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD) se sitúa como segunda fuerza con un 16%. Pasan de nueve a 16 eurodiputados. Recordemos que Alternativa por Alemania fue expulsada de Identidad y Democracia por los escándalos en los que está sumido la formación.

Recordemos que su número uno a las europeas, Maximillian Krah, tuvo que dimitir de todos sus cargos en el partido tras decir que no todos los miembros de las SS, la unidad de élite nazi, eran criminales de guerra.

La ola de la ultraderecha, además de en Francia y en menor medida en Alemania, ha sido muy acusada en Austria, donde ganaron las elecciones con el 27% de los votos. En Países Bajos ha quedado en segunda posición, aunque retrocede respecto a las legislativa, cuando consiguió la victoria.

Hundimientos de los verdes y resistencia de la izquierda

Las otras dos formaciones relevantes del Parlamento europeo registran resultados dispares. Los Verdes, por un lado, se hunden: pierden casi 20 escaños, muy afectados por su retroceso en Alemania, el país donde tienen mayor implantación.

Mientras, la izquierda de los socialistas, agrupada en The Left (donde estarían Sumar y Podemos) resiste bien y según las proyecciones solo pierde un diputado en plena ola de derechización de Europa.