Daniel Doña vuelve su mirada a la posguerra española
Festival de Música y Danza de Granada, previa
El coreógrafo y bailarín granadino presenta hoy en el marco del FEX su montaje 'Campo cerrado’
Granada/Campo cerrado, nombre del último montaje de Daniel Doña, es también el primer título del Laberinto mágico, el ciclo de novelas que Max Aub concibió para dar cuenta de la Guerra Civil y de sus trágicas y traumáticas consecuencias para miles de españoles. Y es también el nombre que ha elegido el bailarín y coreógrafo granadino para su nuevo espectáculo coreográfico, con el que regresa al FEX por tercer año consecutivo. Sobre las tablas estará acompañado por los bailarines Cristian Martín y Miranda Alfonso, bajo la dirección escénica de Jordi Vilaseca.
La obra es una reflexión coreográfica sobre dos conceptos sobre los que ha venido girando la creación artística de Daniel Doña: identidad y diversidad. En esta ocasión, además, se trenzan con ideas como resistencia, represión, exilio, que marcan un tiempo de la historia de España a la que ha querido volver la mirada: la posguerra, los años 40 y 50, en los que ha buscado las huellas culturales y artísticas.
El montaje quiere ser una manera alternativa de leer la Historia, de reivindicar a una generación de creadoras y creadores que, a golpe de genialidad y talento, superando el miedo y la censura, fueron capaces de desarrollar diversos y enriquecedores discursos artísticos con los que trascendieron una época que muchos consideran yerma, poco fértil en las artes.
Pero en ese tiempo oscuro y sórdido, se produjo una recuperación y una dignificación de lo popular, de las estructuras tradicionales, que actuaron como señas de identidad y que contribuyeron a la construcción de la modernidad y la vanguardia.
Nacido en Granada en 1977, Daniel Doña es punta de lanza de una generación de bailarines y bailaores granadinos que trata de encontrar su propia voz coreográfica e interpretativa a partir del flamenco, la danza española y el aprendizaje de otras disciplinas artísticas.
Titulado por el Conservatorio Superior de Danza de Madrid en la especialidad de coreografía y técnicas de interpretación de la danza española, ha formado parte del Ballet Nacional de España y destacado como bailarín solista de las compañías más relevantes del país: Antonio Márquez, Rafaela Carrasco, Teresa Nieto en Compañía y Rojas y Rodríguez, entre otras.
Habitual de los escenarios y carteleras desde 2002, ha desarrollado su carrera como intérprete en escenarios como Ópera de París, Teatro Clásico de Mérida, Palau de la Música de Barcelona, Ópera House de Sidney, Teatro Mellá de la Habana y Palacio de Congresos de Madrid, entre otros muchos.
Como director y coreógrafo sus trabajos han sido programados en certámenes como Dansa Valencia, Festival de Jerez, Festival de Otoño de Madrid, entre otros. Está al frente de su propia agrupación, Daniel Doña Compañía de Danza Española, desde 2004. Es, desde 2020, director artístico del Certamen Coreográfico del Distrito de Tetuán (Madrid), que puso en marcha y codirigió con Teresa Nieto desde 2014.
Además de Black Box, entre sus propuestas destacan Estación seca (2004), Haz conmigo lo que quieras (2008), A pie (2013), A pie de calle (2014), No Pausa (2015), Hábitat (2016), que fue galardonada con el Premio El Ojo Crítico de Danza 2016, que concede RNE y que resultó finalista en los Premios Max de las Artes Escénicas de 2017 con dos nominaciones (Mejor Espectáculo de Danza y Mejor Intérprete Masculino de Danza), Cuerpo a cuerpo (2017) y, ya en 2018, Psique, por la que ha obtenido el Premio Max 2019 en la categoría de Mejor Intérprete Masculino de Danza.
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