"Es un privilegio poder hacer música en un espacio tan mágico como el Palacio del Partal"
Javier Perianes, pianista
El pianista Javier Perianes protagoniza la nueva velada de Digital Granada Festival que tendrá esta noche como escenario el pórtico del Palacio del Partal
Alhambra, Granada/Esta noche, el Festival Internacional de Música y Danza recogerá el sonido del piano del maestro Javier Perianes. Iluminará el Pórtico del Palacio del Partal –Alhambra–, con su música, que aunque sin público físico de seguro conectará con todo aquel que se encuentre presente. Todavía desprende la pasión de este pianista que fue impulsado por su tía a una edad muy temprana.
–¿Qué le llevó hacia la música clásica y sobre todo, al piano?
–Pues a los 8 años mis padres observaron que yo era un niño un poco inquieto, tenía muchas curiosidades. Entonces, en un concierto en una capilla del barrio de Río Tinto, el pianista empezó a tocar y yo me quedé embobado. Acto seguido, me comentaron que se necesitaban niños para la banda musical de Nerva –Huelva–. Di solfeo, clarinete… Y ese mismo verano, que en el que me disponía a tocar el clarinete, mi tía Isabel –profesora de piano– me dijo que tenía que conocer el piano. Me llevó a un hotel que estaban construyendo en La Antilla y allí comprobamos que habían puesto un piano de cola en la zona desayunos. Ella pidió permiso y tocó para mí. A raíz de ahí tuve que decirle a mi amigo a la vuelta de vacaciones que no iba a tocar el clarinete; y más tarde, este mismo amigo terminó haciendo música de cámara conmigo. Así me puse en contacto con otra profesora de piano, que hace unos días cumplió 90.
–No es la primera vez que pasa por este Festival. En 2016 ofreció un precioso homenaje a Manuel de Falla. ¿Con qué sorprenderá esta vez?
–La verdad que tengo un vínculo especial con este festival, he participado muchas veces. He estado con la Royal Philharmonic, con la Orquesta de Toulouse… y con mucha frecuencia además. Mi lazo de unión con la ciudad es enorme, le tengo mucho cariño a la Orquesta y a Granada. Lo cierto es que no estoy inscrito en la lista de artistas oficial; mi actuación será más bien un streaming que se ha ideado en los puntos más importantes de la ciudad. Se ofrecerá un programa, de 45 a 50 minutos diseñado en torno a la ciudad de Granada. Empieza con un homenaje a Manuel de Falla y a Claude Debussy a través de La soirée; relacionada con el vínculo que tuvieron ambos intérpretes. Se completará con dos preludios de éste último, íntimamente relacionada con Granada –La puerta del vino y La sonata interrumpida–. El ritmo de la serenada andaluza, tiene que ver con el zapateado del Albaicín. Quedan incluidas dos obras icónicas de Falla, no muy relacionadas con Granada pero sí conocidas como son el arreglo de la Suite del Amor Brujo y Fantasía Bética y elementos del folklore andaluz. Será un reconocimiento a la guitarra y al cante flamenco, a la danza…
–¿Qué le suscita poder compartir su música tan cerca de la Alhambra?
–Tocar estas obras en la Alhambra, en un espacio tan icónico como el Palacio del Partal, debe ser maravilloso visualmente para el espectador. Tiene un punto simbólico y visual extraordinario. Es un privilegio poder hacer música en un espacio tan mágico como este, ideal.
–Las condiciones de esta edición del Festival, serán algo anormales debido a las precauciones que hay que tomar frente a la pandemia, ¿está nervioso al tener que tocar para un público lejano? ¿Cree que se pierde intimidad mediante este formato?
–Efectivamente, toco sin público. Será una sensación diferente, pero trataré de coger inspiración del propio espacio. En realidad habrá gente tras la cámara y ese es nuestro público. Todo lo que haremos irá para ellos, para esas personas que no pueden asistir a los conciertos. Trataremos de ajustar la mentalidad y la energía a estas circunstancias.
–Precisamente en estos tiempos tan convulsos e inciertos, parece más importante el consumo y disfrute de la música, de esta forma se espantan los demonios. ¿Percibe usted esa complicidad entre el público al tocar?
–No me atrevería a tanto, pero en mi primer concierto a la vuelta en el Picasso percibía una alegría general, cierta motivación. El volver a la normalidad artística genera esperanza y satisfacción… Esperemos que la situación no empeore, que no demos pasos hacia atrás. No soy yo de emitir mensajes muy grandiosos… No hablo por los demás, pero es una enorme satisfacción hacer música de nuevo. Este Festival, hace una apuesta atrevida con intención de volver a la normalidad. Por poder disfrutar de un concierto en vivo aunque sea vía streaming.
–A pesar de dedicarse al género clásico y haber tocado con orquestas tan famosas, alguna de ellas dirigidas por Daniel Barenhoim, ha logrado que uno de sus álbumes (el homenaje a Manuel de Falla), estuviese nominado a los Grammy Latinos en el año 2012, ¿A qué cree que se debe? Porque normalmente nominan a artistas más mainstream y desde hace unos años es difícil que salgan del reguetón.
–Fue más bien un reconocimiento a Josep Pons y la BBC Symphony, a toda esa obra que representaron. No me paré a pensar el sentido de la nominación, pero la recibí con alegría por lo sorprendente del acontecimiento. Poco más, porque el máximo empeño estaba en el concierto y la obra. Queríamos recrear su obra de la forma más honesta posible y eso fue motivo de celebración.
–Este año sacó el álbum Cantinela, en el que pueden distinguirse sonidos muy variados, ¿qué puede contarnos de él?
–Fue muy especial. Primero porque es un disco que surge de una colaboración que nació hace varios años. Resultaba la culminación, porque aunque Tabea Zimmermann y yo habíamos interpretado a muchos artistas de los que salen, esto surge de una inspiración mutua. Al tratar tantos artistas; tanto españoles como latinoamericanos, es curioso ese transvase cultural. Está dedicado principalmente al canto, a la voz. La viola funciona como imitadora, reemplaza de voz humana. Los dos hemos disfrutado enormemente haciéndolo. Desafortunadamente, se tuvo que cancelar la gira de la obra por EEUU y lo aplazamos a 2022.
–Para terminar, una cuestión un poco más personal sobre sus inquietudes como artista. Alguna de las composiciones que interpreta en ese, y en otros muchos álbumes, podrían recordar a la banda sonora de cualquier película de Charles Chaplin o incluso acompañar a alguna de las obras experimentales que se originaron durante la Nouvelle Vague. ¿Ha compuesto alguna vez para el cine? ¿Baraja hacerlo en algún momento de su vida?
–Nunca he compuesto para el cine porque me han entrenado para la interpretación. El mundo de la composición me interesa muchísimo, pero no me han entrenado para hacerlo. Aunque me merece un respeto enorme y me han llamado para hacerlo, prefiero seleccionar composiciones de otros creadores. No he tenido ese impulso de escribir para nadie, mi vocación es la interpretación.
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