Una pantalla para una clausura del Festival que pasa a la historia

El Festival de Música y Danza de Granada ha dejado una imagen para la historia: la final de Copa de Europa vista a través de una pantalla de televisión instalada para la ocasión en el Palacio de Carlos V. La dirección del Festival anunciaba esta semana en un nota que el concierto de clausura del 73 Festival de Granada de este domingo 14, se retrasaría a las 23 horas para evitar la coincidencia con el partido de fútbol. Con tal motivo, se instaló para la ocasión una pantalla gigante en para que aquellos que tuviesen su entrada para el concierto pudieran seguir en directo el partido, antes de la celebración del mismo. 

El director, Antonio del Moral, que se despide hoy del Festival aunque dejará oficialmente el puesto a su sucesor a finales de este mes, quiso agradecer a la Orchestre del Capitole de Toulouse su disposición para retrasar el concierto, así como al Patronato de la Alhambra, que ha permitido poder instalar la pantalla en un lugar como el Carlos V.

Cerraba así el Festival con uno de los conjuntos franceses más internacionales y prestigiosos, la Orquesta del Capitole de Toulouse, dirigida para la ocasión por quien en septiembre próximo se convertirá en su director titular, el joven finlandés Tarmo Peltokoski, que ha pasado de excitante promesa de la batuta a brillante realidad de los podios mundiales.

Peltokoski se hacía cargo de un programa fascinante. Arranca en modo de comedia, con la obertura que Wagner escribió para Los maestros cantores de Núremberg, una de sus páginas sinfónicas más difundidas, y luego presento dos auténticos testamentos artísticos y vitales. En los Cuatro últimos lieder de Richard Strauss, a cargo de la joven soprano parisina Elsa Dreisig, se cierra en realidad no sólo la carrera artística de un compositor formidable, sino todo un género, el del lied romántico, y una época, la del mismo Romanticismo, alargado hasta el límite de lo imaginable. La Novena deBruckne clausuró un Festival que se había abierto con otra gran sinfonía bruckneriana, la Quinta.