1976: El año del primer ‘Cinco a las cinco’ y en el que murieron dos Ángeles

Granada año a año

Tras la muerte de Franco surge en Granada un enorme interés por reivindicar a Federico García Lorca y hablar de su asesinato

El 26 de Septiembre se matan en un accidente de tráfico dos integrantes del más importante grupo de música pop de España de los años sesenta

1975: El año de los encierros en la Curia y en las parroquias

Intervención de Ladrón de Guevara en el 5 a las 5
Andrés Cárdenas

04 de junio 2023 - 05:17

Granada/1976 será el año en el que renacerá García Lorca. Después de tanto tiempo de miedo y de tenerlo oculto bajo el manto de oscurantismo, cuando muere Franco muchos colectivos piensan que ya es hora de hablar abiertamente del poeta de Fuente Vaqueros y de su asesinato. Hay unas ganas enormes de homenajearlo y de sentirlo vivo. Sin duda, el reconocimiento más importante que se celebrará ese año será el día 5 de junio (día en que Lorca hubiera cumplido 78 años) a las cinco de la tarde, a las cinco en punto de la tarde, según el poema que dedicó el poeta granadino a la muerte de su amigo Ignacio Sánchez Megías.

La iniciativa corrió a cargo de una comisión formada por 33 personas de distinta ideología, pero todos con el deseo unánime de reivindicar la figura del poeta asesinado durante la guerra civil. Formaban la comisión periodistas, artistas, profesores y otros intelectuales que se afanaron por conseguir un permiso para celebrar el homenaje (que se haría en el pueblo natal de Federico García Lorca) y traer a gente representativa de la poesía y de la Cultura en España que apoyara la iniciativa. Pero las autoridades locales y provinciales, todavía con un apreciable tufo franquista, no estaban por la labor. El nuevo alcalde, Manuel Morales Souvirón, que había relevado a Pérez Serrabona el día uno de febrero, llegó a decir que no había motivo para celebrar el nacimiento de "un poetastro". La comisión envía una carta al gobernador civil pidiendo permiso para el homenaje. Pero el gobernador tampoco está dispuesto a dar el correspondiente consentimiento. Dice en su escrito que dicha convocatoria podía "alterar el orden público y la paz ciudadana" y que no venía a cuento que se exhibieran pancartas pidiendo amnistía para los presos, trabajo para los parados y libertad para los ciudadanos. Así que acuerda "no conceder la autorización solicitada". Un reportaje sobre García Lorca en el New York Times en el que habla del poeta y de la querencia de muchos granadinos por reivindicarlo, hace que el propio Fraga Iribarne, por entonces ministro de Gobernación, de la autorización, pero eso sí, no debía durar más de 30 minutos.

La comisión redacta un manifiesto al que se adhieren inmediatamente más de diez mil firmas. Al homenaje acuden alrededor de unas 6.000 personas, según la crónica que se publica en El País, periódico que había nacido un mes antes con el objetivo de ser un baluarte de la libertad en España. Incluso manda un corresponsal para cubrir el acto. Se trata, diría el diario, del primer acto democrático multitudinario de la provincia.

Bajo una gigantesca foto del poeta, a las cinco en punto, José García Ladrón de Guevara, en nombre de la comisión, iniciaba el acto con la frase que se hizo famosa: "Tras 40 años de silencio, nos conceden media hora...". Y lo terminó con otra que sería titular de los periódicos al día siguiente: "¡Federico vive!". La intervención de Ladrón de Guevara fue de las de enmarcar. Intervinieron también Aurora Bautista, Nuria Espert, Blas de Otero, Jose Luis Goytisolo y Lola Gaos. En representación de la familia estuvo Manuel Fernández Montesinos. Finalmente, Juan A. Rivas leyó un comunicado de los grupos políticos y Coordinación Democrática. Nunca 30 minutos estuvieron tan bien aprovechados.

Por citar algunos detalles convertidos ya en anécdotas, Antonina Rodrigo fue la única mujer en la famosa comisión de los 33. Y Francisco García Lorca, hermano del poeta, que había trabajado para traer al homenaje a personalidades del mundo de la Cultura y el espectáculo, murió justo un mes antes de su celebración. No pudo estar presente en ese reconocimiento a su querido hermano. También ese año, casualidades de la vida, moriría en San José de Puerto Rico el escritor estadounidense de origen español Agustín Penón, el de la famosa maleta, uno de los grandes investigadores de la muerte de García Lorca.

El éxito de la convocatoria de Fuente Vaqueros hizo que muchos colectivos organizaran ese mismo año actos en torno a la memoria del poeta. El 27 de mayo, unos días antes del 'Cinco a las cinco', se puso una placa en la casa natal del poeta: "El Ayuntamiento y vecinos de Fuente Vaqueros al insigne poeta Federico García Lorca, gloria de las letras españolas que nació en esta casa y cuya dolorosa pérdida siente los hijos de su pueblo". En ese acto intervino el ex ministro de Educación Julio Rodríguez, que leyó unos versos dedicados a la muerte del poeta. También el alcalde del pueblo, López Espígares, interviene para alabar a su ilustre paisano. Franco estaba ya muerto y se había abierto la veda para elogiar al autor de Romancero gitano.

También se inaugura en el Hospital Real una exposición sobre 'La Barraca y Granada' y en la Facultad de Ciencias se representó el mismo cinco de junio la obra Camelamos Naquerar, de José Heredia Maya, el cual dedicó su trabajo al Lorca "el que fuera el mejor defensor del pueblo gitano". Y en el mismo Hospital Real tuvo lugar un acto de marcado carácter político donde 3.000 estudiantes escucharon las consignas de jóvenes políticos como Alfonso Guerra, Juan José del Águila, Francisco García Salve y Alejandro Rojas Marcos. El gobernador civil toma nota de todo lo ocurrido en aquellos días tan convulsos y saca el lápiz de las multas para sancionar a Goytisolo (por haber leído un poema dedicado Solé Orieol, miembro del Movimiento Ibérico de Liberación), a Juan Antonio Rivas (por haber leído un comunicado ilegal de la Coordinadora Democrática) y a Juan de Loxa (por "verter críticas en torno irónico y ridículo sobre las instituciones de la nación"). Sería el último gobernador que pondría sanciones de este tipo.

El accidente que nos visitó de luto

El último domingo de septiembre, día en que se celebraba la procesión de la Virgen de las Angustias, aparece un rumor que lleva una desgracia incorporada. La gente no se lo cree, pero poco a poco va asumiendo la tragedia: dos componentes del famoso grupo de Los Ángeles mueren en un accidente de tráfico en Motilla de Palancar, provincia de Cuenca. Al principio hay mucha confusión por el nombre de los fallecidos, pero no terminará el día cuando se sepa que eran el cantante Poncho González y José Luis de Avellaneda, que había sustituido en el conjunto musical al guitarrista Agustín Rodríguez. Un tercer miembro del grupo, Carlos Álvarez, resulta gravemente herido. Y el cuarto, el bajista Paco Quero, se libra porque se había venido para Granada con la furgoneta en la que llevaban todo el equipo. El coche en el que iban, un seat 1.430, colisionó con otro turismo que venía en dirección contraria. Un fatal y trágico accidente que pone una franja de luto en el alma de todos los granadinos. El grupo iba hacia Madrid –desde Valencia, en donde habían actuado– para solucionar un asunto con los productores de sus discos.

Los Ángeles. De izda. a dcha., Carlos Álvarez, José Luis de Avellaneda, Paco Quero y Poncho González. Foto. Aliar Ediciones

El periodista Fernando García de la Guardia escribió un magnífico libro en 2006, coincidiendo con el 30 aniversario de la tragedia, que tituló Los Ángeles: una leyenda del pop español, donde afirma que el conjunto granadino era en su época el mejor de toda España. Para el crítico musical Juan Jesús García, el grupo más representativo de la creatividad musical que existía en Granada. Al entierro asistieron centenares de personas y los féretros que contenían los cuerpos sin vida de Poncho y José Luis se cubrieron de pétalos de rosa lanzados por sus fans. A finales de octubre, sus amigos le organizaron un homenaje en la plaza de toros al que asistieron miles de personas y en el que actuaron José Luis Perales y Jarcha, entre otros músicos de fama nacional. Desde entonces el soniquete de muchas canciones suenan insistentemente en el corazón de sus paisanos.

Para cerrar el capítulo de fallecidos ese año, el 28 de mayo muere Santiago Lozano, que había sido director de Ideal desde la época de la postguerra hasta su jubilación.

Proyectos y remodelaciones

Una de las primeras medidas que toma el nuevo alcalde, Antonio Morales Souvirón, que toma posesión el 1 de febrero, día de San Cecilio, es encargar un proyecto para la remodelación del Paseo del Salón y el de la Bomba, en el que iría al principio una estatua del recién fallecido Francisco Franco. Por lo visto este hombre no cogía el paso ni con un tambor. Los tiempos no estaban para más estatuas del que mandó en España durante 40 años. El proyecto quedaría aparcado en un cajón.

Lo que sí se llevó a cabo fue la remodelación de la plaza de Bibrrambla, en la que se cortaron calles, se remodelaron los quioscos de flores y se impidió el paso de los vehículos. Se pusieron bancos de piedra de Sierra Elvira y farolas nuevas. El Ayuntamiento destinó 19 millones de pesetas a las obras que, como suele ser habitual, levantó su correspondiente polémica: había granadinos que no querían que se tocara la plaza. Como había granadinos que pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron de que había quebrado la empresa IFA Carmen de los Mártires S.A. y había dejado como unos zorros el carmen, lleno de hoyos y con muchos menos árboles.

Inauguración del pantano de Quéntar.

La economía no levantaba cabeza. La inflación era galopante, el pan seguía por las nubes y el desempleo comienza a ser preocupante. Casi el 30 por ciento de los granadinos en edad de trabajar están en el paro. En aquel tiempo se confiaba mucho en los pantanos como solución a los problemas de sequía agrícola y de abastecimiento a las poblaciones. El día 11 de mayo se inaugura el pantano de Quéntar y ese mismo día se inaugura la nueva carretera de la costa por el Azud de Vélez. ¡Adiós a los célebres caracolillos!

En cuanto a la provincia, el 23 de enero se constituye oficialmente el municipio de Vegas del Genil, que lo compondrán los núcleos de Ambroz, Purchil y Belicena. Y unas inoportunas y cuantiosas lluvias hicieron que se inundaran varias cuevas en El Marchal y que sus moradores tuvieran que ser alojados en dependencias más seguras. En este pueblo de 700 habitantes, más de un centenar de familias vivía en cuevas, de las cuales un tercio no estaban en condiciones de habitabilidad.

Borges en la Alhambra

Granada aspira ese año a ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno Se planeó una villa olímpica y todo, pero el proyecto quedó varado en alguna dependencia municipal. En 1976 se decide que Granada sea sede del Instituto de Astrofísica de Andalucía, se inaugura el Hospital de Traumatología y en la Universidad se aprueban las especialidades de Geografía, Arte y Lengua Española para la Facultad de Filosofía y Letras. En marzo la Universidad salda su deuda con el historiador Antonio Domínguez Ortiz al nombrarlo Doctor Honoris Causa. Quién le impondrá el birrete correspondiente será Antonio Gallego Morell, que ese mismo año sería nombrado rector de la Universidad de Granada.

El estudiante Javier Verdejo.

Precisamente esta institución sufre ese año la pérdida de un estudiante de Biología en un episodio lamentable. Fue en la madrugada del 13 al 14 de agosto. Esa noche el estudiante Javier Verdejo, de 19 años y militante de la Joven Guardia Roja, salió en su ciudad natal, Almería, a hacer unas pintadas reivindicativas con varios compañeros. Iba a poner 'Pan, trabajo y libertad' con un espray, cuando recibió un disparo salido del subfusil de un guardia civil. La bala le destrozó la garganta y murió casi en el acto. La pintada se quedó en la 'T' de Trabajo. Las diligencias se cerraron eximiendo a la Benemérita, que, en su versión de los hechos, dijo que el guardia civil tropezó, se cayó y en la caída se le disparó el arma que llevaba. En Granada se sucedieron las concentraciones para protestar por la muerte infame del universitario. Juan de Loxa escribió unos versos dedicado a él: "Pan y Trabajo, siempre se escapa el tiro pa los de abajo, que mala pata no les saliera el tiro por la culata". Y Rafael Alberti compuso Coplas a la muerte de Javier Verdejo. Nunca salió a la luz el nombre del autor del disparo.

Aquel año la afición está decepcionada con el Granada CF, que, como la economía, tampoco levanta cabeza. En la temporada 76-77 hubo nada menos que tres entrenadores porque el equipo no mejoraba. Se fichó por más de seis millones de pesetas al americano Edison González, defensa con muy buena fama. También llegaron jugadores importantes como Antonio Díaz Vaquerizo, procedente del Atlético de Madrid. Pero ni por esas. La afición pidió airadamente la dimisión de Candi, el presidente, tras perder en casa con el Terrassa. El presidente le hizo caso a la afición y dimitió cuatro días más tarde. Le sustituiría Salvador Muñoz. Tres entrenadores y dos presidentes en una misma temporada. El Granada no encontraba el camino del ascenso.

En 1976 nace el Jesús Candel, más conocido como Spiriman, el médico que logró reunir a más de 80.000 personas (la manifestación más numerosa que se recuerda en Granada) para protestar por el proyecto de la Junta de Andalucía de unificar los hospitales. También nació el poeta Daniel Moya, el músico lojeño Antonio Arco y el actor bastetano Antonio Pagudo, el que sale en la serie La que se avecina.

Entre los visitantes ilustres ese año a La Alhambra está el escritor argentino Jorge Luis Borges, que vino a Granada acompañado de su esposa María Kodama. Tras su visita al monumento nazarí el escritor llegó a decir que era "la revelación de lo perfecto". Nunca un ciego ha tenido tanta vista a la hora de definir un sitio en el que ha estado.

Don Juan Carlos y doña Sofía con sus hijos, en Sierra Nevada.

Después de ser nombrados reyes de España tras la muerte de Franco, la primera visita en familia que hacen don Juan Carlos y doña Sofía es a Sierra Nevada, a donde vienen en enero con sus tres hijos a practicar el esquí. Doña Sofía había venido a Granada varias veces al Festival de Música y Danza. Y don Juan Carlos también a otros asuntos. Pero hasta entonces como príncipes.

Y para terminar y ya que estamos a las puertas del Corpus, una curiosidad. En 1976 sustituyeron el dragón de la Tarasca por otro que movía la cabeza. El invento duró solo un par de años porque, según dijo Enrique Cabrera, que tantos años ha estado a cuidado del famoso maniquí, el dragón más que un animal parecía una "pepona".

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