Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Granada año a año
Granada/En el orwelliano año 1984 Granada está entrando en un mundo real. Ya no hay tiempo de adulterar la historia de acuerdo a la conveniencia alguien. Los partidos ya son democráticos y a los políticos los elige el pueblo. Pero aún hay mucho recelo por los tiempos que están por llegar. La ultraderecha granadina se convierte en la más revoltosa de España. Los partidos Solidaridad Nacional y Fuerza Nueva (con Antonio Jiménez Palanca y José Castro, alias Al Capone, al frente) tenían muchos seguidores en Granada dispuestos a echar arena en los cojinetes de la democracia. Y además de revoltosos, están bien organizados: hasta cuentan con una televisión pirata para difundir sus ideas y verter críticas y comentarios sobre el sistema democrático español. Y cuando hay que actuar, se actúa. En el mes de mayo, casi un centenar de ultraderechistas que enarbolaban una cruz y otros objetos contundentes, intentaron impedir a palos que se representara una obra del grupo Els Comendiants en los alrededores del arco de Elvira, obra que entraba en la programación del II Festival Internacional de Teatro nacido un año antes. Y todo porque el espectáculo se llamaba Demonis. Se lio un buen pitote. Tras varios minutos de enfrentamientos violentos con numerosos espectadores, cuatro de los cuales tuvieron que ser atendidos de diversas heridas y contusiones, los ultraderechistas fueron alejados por la Policía Nacional y la representación se llevó a cabo. ¡Eran más que nada fuegos artificiales! "Granada va a seguir siendo el foco más importante de la cultura andaluza, le pese a quien le pese", afirmó a propósito del incidente, el alcalde Antonio Jara, quien criticó duramente la actitud permisiva de la Policía Nacional con los alteradores.
Unos días antes, la Policía Nacional había desactivado un artefacto con 350 gramos de goma-2 en la cafetería Olympia de Granada, situada en la Gran Vía. Pero es que en febrero ardía el cine Regio, que estaba a las espaldas del Ayuntamiento de Granada. El suceso, nunca aclarado del todo, en un primero momento se le atribuyó a un grupo de la ultraderecha que, según una llamada reivindicativa, habían pegado fuego al cine porque estaba proyectando la película El caso de Almería, que narraba un trágico suceso acontecido el 10 de mayo de 1981. Ese día, tres jóvenes cántabros, que se dirigían por carretera desde Santander hasta Almería para asistir a una primera comunión, fueron torturados y asesinados por miembros de la Guardia Civil, que los confundieron con tres etarras. Con el incendio del cine Regio desaparecía uno de las salas más populares de Granada. Meses más tarde corrió el rumor de que el último dueño le había metido fuego para recalificar los terrenos en la calle Escudo del Carmen. Como digo, el origen del incendio nunca fue aclarado.
También fueron detenidos varios ultraderechistas por haber sido los causantes, en octubre, del incendio del Club Larra (que había tenido un importante papel en la lucha contra el franquismo) y de la sede del Partido Comunista. Se supo que fue intencionado porque la Policía encontró al menos cinco focos diferentes. El atentado fue perpetrado de madrugada, después de que sus autores forzaran la puerta principal de acceso común a ambos pisos.
Pero la noticia más importante de ese año la protagonizaría La Alhambra, que, junto con los jardines del Generalife, fue inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial por representar una realización artística única de la humanidad y constituir un extraordinario ejemplo arquitectónico que ilustraba la etapa de presencia islámica en España. Era de justicia. Cada día crecía el interés de todo el mundo por conocer los palacios en donde vivieron los reyes musulmanes. La decisión fue tomada en la convención de la UNESCO celebrada en Buenos Aires ese año. A partir de entonces, España adquiría el compromiso de conservar y proteger este conjunto monumental y su entorno de modo especialmente cuidadoso, cuestión que recaería tanto en la Administración del Estado como de la Junta de Andalucía.
Tras esta declaración, el primer revés urbanístico se lo llevaría el constructor José Ávila Rojas, que tenía previsto edificar una urbanización en una zona llamada Alixares del Generalife. La licencia de construcción fue inmediatamente suspendida. Por entonces era consejero de Cultura de la Junta de Andalucía Javier Torres Vela, que dicta un decreto por el cual se ampliaban los terrenos del conjunto monumental. Consideraba la Junta que aquella urbanización de lujo que iba a construir Ávila Rojas se "acercaba peligrosamente" al monumento nazarí. El Ayuntamiento de Granada, que había dado la licencia municipal, reclamó entonces a la Junta 262 millones de pesetas en concepto de indemnización por los daños y perjuicios ocasionados con la paralización de las citadas obras de los Alixares. Sería el primer enfrentamiento serio entre el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía, ambas instituciones gobernadas por el PSOE. Luego hubo muchos más.
En 1984 hay elecciones en la Universidad. Se presentan nada menos que cinco candidatos: Enrique Montoya, Nicolás López Calera, Andrés Pociña, Juan Antonio Vera Torres y José Vida Soria. Los tres primeros quedan eliminados en la primera ronda y el trasvase de los partidarios de éstos favorece en la segunda jornada al ex diputado socialista José Vida Soria, que se alza finalmente con la victoria por 385 votos frente a los 383 de Vera Torres. Sólo dos votos decidieron al nuevo rector.
Ese año el recuerdo hacia García Lorca se intensifica. El Ayuntamiento de Granada compra por 32 millones de pesetas la residencia veraniega de la familia García Lorca, la llamada Huerta de San Vicente, para convertirla en casa-museo dedicada a perpetuar la memoria del poeta granadino. En esa casa fue donde el poeta escribió buena parte de su obra. También la Diputación, que se había hecho lo propio con la casa natal de Lorca, adquiere ese año un texto manuscrito original de la obra El retablillo de don Cristóbal, hallado en Buenos Aires. El texto había sido manuscrito por el poeta granadino cuando estuvo en Argentina, en 1933, para dedicárselo a la actriz Lola Membrives. Desde entonces permanecía inédito y conservado en la biblioteca de un amigo del poeta. La Diputación pagó por él 1,3 millones de pesetas. Todo sea por mantener vivo a Lorca.
1984 también fue pródigo en sucesos de los que ocuparon ampliamente los periódicos. Algunos de ellos muy curiosos. En noviembre el Cuerpo Superior de Policía de Granada clausuró un bingo en el que los premios no eran dinero, sino chicas de alterne. Era llamado el bingo del amor y por el precio de 5.000 pesetas el cartón, los jugadores podían optar, según obtuvieran línea o bingo, a un magreo o a la consumación del acto sexual con alguna de las 16 chicas-premio existentes, algunas de ellas menores de edad. Las 5.000 pesetas por cartón que pagaba cada uno de los jugadores, eran repartidas entre la casa y las chicas sorteadas. El bingo del amor estaba ubicado en el club Barbarela, situado en una céntrica calle granadina. Lo que no pase en Granada…
Pero hay más sucesos raros. Ese año, en Ítrabo, una mujer fue detenida e internada en un psiquiátrico por intentar envenenar a dos niños y sembrar el pánico en el pueblo con amenazas de muerte a maestros. Durante algún tiempo no se supo la identidad de la persona que amenazaba de muerte a los maestros, hasta que se supo que era una colega. Una cabeza tocada, como la de aquel policía nacional granadino que simuló que habían secuestrado a su hijo de nueve años después de estrangularlo. Fue en abril de ese año cuando apareció en la Casería de Montijo el cadáver de un niño de nueve años llamado Bernardo. El propio padre había dado la voz de alarma de su desaparición en un intento de hacer creer que había sido secuestrado. Sus compañeros de trabajo descubrieron pocos días después que había sido el propio padre quien, en un ataque de ira, había asfixiado a su hijo. Después lo había llevado a un descampado con una soga atada a su cuello para que todos creyeran que habían sido los presuntos secuestradores los asesinos del pequeño. En su favor se dijo que el policía estaba en una situación grave de estrés por tener a su mujer ingresada en el hospital aquejada de un cáncer. Pero no hay nada que justifique un filicidio. Y menos si el hijo aún no tiene edad para hacer la primera comunión.
Hablando de niños, los medios de comunicación se hicieron eco ese año de varias noticias surgidas en Granada relacionadas con enfermedades de personas de corta edad. Una de esas noticias tuvo que ver con una niña ibicenca y de madre granadina que padecía leucemia. Se llamaba Nieves Torres y tenía 13 años. Una de sus ilusiones era conocer Granada, que había visto solo por fotografías. Varias instituciones y el hotel Alhambra Palace hicieron posible el sueño de la niña. Tras su visita en diciembre, se llevó a su tierra varias maletas llenas de regalos. La niña, que se ganaría el afecto de los granadinos, moriría dos meses después.
Otra niña granadina de once años llamada Loli Ortega fue sometida ese año al primer trasplante de corazón infantil que se hacía en nuestro país. La intervención quirúrgica tuvo lugar en el la Clínica Puerta de Hierro de Madrid. Loli padecía una insuficiencia cardíaca severa. Y más que un logro médico se convirtió en un acontecimiento social en la España de la época. La prensa le hizo un seguimiento durante toda su estancia en la UVI de Puerta de Hierro y por su habitación pasarían periodistas y fotógrafos que daban puntualmente noticias sobre su estado. Hasta Paco Umbral le dedicó una columna. "La niña María Dolores Ortega Rojas, Loli, gasta carita de lámina de Escuela de Artes y Oficios, pijama con orillo, zapatillas azules de pelo (están al pie de la cama) y sonrisa seria de guapa responsable", dejó escrito. Loli sería sometida con los años a dos operaciones más y actualmente es la paciente con trasplante de corazón más longeva de España y, por supuesto, no tiene ninguna intención en dejar de serlo. Loli ha cumplido 50 años y es una activista en la concienciación ciudadana de la importancia de donar órganos.
Pero hay más. Ese año nació en el Maternal de Granada un niño con poco más de tres kilos de peso y con el corazón fuera del cuerpo, ya que tenía la caja torácica con capacidad insuficiente para albergar el mismo. Al pequeño, cuyo nacimiento fue precedido de una cesárea a la madre, fue necesario practicarle una intervención para agrandarle la capacidad torácica e introducirle en ella el corazón, lo que se consiguió sólo parcialmente, por lo que hubo de recubrírsele provisionalmente el órgano vital con piel de su propio tórax. Era el primer caso de estas características que se producía en el centro maternal infantil de Granada en los 12 años que éste llevaba funcionando y uno de los pocos que se conocían en España. Al frente del equipo médico que realizó el milagro estaba el cirujano Teodoro Moreno.
En 1984 mueren dos pintores importantes formados artísticamente en Granada: Manuel Ángeles Ortiz y Manuel Maldonado. Los dos Manolos de la pintura granadina. El primero era jienense, pero pasó toda sus infancia y juventud en Granada, hasta que se fue a vivir a París, en donde consiguió ser mundialmente conocido. Manuel Ángeles Ortiz fue amigo de García Lorca, tertuliano del Rinconcillo y uno de los organizadores (el cartel era suyo) del Concurso de Cante Jondo. En París fue muy amigo de Picasso. La mayoría de su obra se adjetiva como cubista. Cultivó también la linografía, la litografía y el aguafuerte. La ciudad de Granada, el Albaicín y la Alhambra constituyeron los principales motivos de la pintura relacionada con la ciudad. Murió el 4 de abril en París, pero dejó dicho que quería ser enterrado en Granada y debajo de un olivo. Y en el cementerio de San José están sus restos debajo de un árbol que da aceitunas negras.
En cuanto a Manuel Maldonado Rodríguez, perteneció a la llamada Escuela Granadina, cuyo mayor representante fue Gabriel Morcillo. En 1940 obtuvo una beca para trasladarse a Italia. A raíz de ahí cambiaría su estilo. Se alejó del academicismo local y de los cánones estéticos tradicionales en los que se había formado, hasta llegar conseguir una técnica más libre. Una de las calles más importantes del Zaidín lleva su nombre. Manuel Maldonado murió el dos de noviembre.
También murió en 1984 un deportista que tiene un pabellón dedicado en el citado barrio: Rafael Núñez Blanca. Rafael tenía 26 años. Paseaba con su novia el 21 de abril –en un día de mucho oleaje– por el paseo marítimo de Cotobro, en Almuñécar, cuando oyó los gritos de dos niños que se estaban ahogando. No tardó ni un segundo en desprenderse de la ropa y tirarse al mar para salvarlos. Cuando sacaba al segundo sufrió un desvanecimiento y se lo tragaron las olas. Los niños sobrevivieron, pero él murió. Núñez Blanca era atleta de fondo con una capacidad extraordinaria para correr y para demostrar su amor al prójimo. Grande Rafael.
La polémica de ese año surgiría en una exposición de cómic en la que se veía un dibujo en el que un sacerdote se levantaba la sotana con ambas manos y mostraba una cruz invertida en el lugar de los órganos genitales. El juzgado dictó un auto de procesamiento contra la concejala delegada de Cultura del Ayuntamiento de Granada, Mariló García Cotarelo, por un presunto delito contra la libertad de conciencia. La exposición en cuestión había sido organizada por la Delegación Municipal de Cultura en enero de ese año bajo el título Tebeos en Granada, y el dibujo objeto del procesamiento fue requisado por la policía unos días después de la inauguración de la muestra, al considerar el magistrado Emilio León que la viñeta podía suponer "escarnio o ultraje a una determinada confesión religiosa". En este caso la católica. García Cotarelo dijo a la prensa que había permitido el dibujo porque "los tiempos de la censura ya han pasado". El autor del dibujo, Carlos Hernández, intentó apagar el fuego de la polémica al manifestar su deseo de sustituir el dibujo para "evitar herir la sensibilidad de algún sector de la asistencia, a la que lamento haber ofendido".
Estaban los nuevos tiempos tan impacientes por llegar que en un congreso mundial de Naturismo celebrado en Estepona se decide potenciar la playa almuñequera de Cantarriján como playa nudista. Fue el alcalde almuñequero Juan Carlos Benavidez el autor del proyecto que se presentó para que los que quisieran bañarse en bolas pudieran hacerlo con total libertad en el arenal herradureño. Hoy decir Cantarriján es invocar la historia del nudismo en España.
El Ayuntamiento de Granada despide ese año al jefe de los servicios de Farmacia porque desviaba fondos públicos a su bolsillo particular, además de llevarse a su casa material que no le pertenecía, según la sentencia del juez que llevó el caso. En 1984 nacen Aspace, la Asociación de Paralíticos Cerebrales (ASPACE), la Federación de Casetas Tradicionales de Granada, el pianista Ambrosio Valero, el poeta Jesús Montiel López y la pedagoga María Jesús Cárdenas Úbeda, mi hija para más señas.
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