El 2025 de Granada, en retos: del Metro y los trenes, previo paso por los Goya, la Zona de Bajas Emisiones, y acabando por la Capitalidad Cultural

Granada/Granada ya está en el año 2025. El primer cuarto del siglo XXI llega a la provincia con retos distintos a los que empezó la centuria, pero no menos importantes. De hecho, por entonces aún Granada buscaba un objetivo de futuro, una nueva identidad, aún viviendo la resaca de los fastos de los Mundiales de esquí, de los que en este 2025 se cumplen 30 años de su suspensión y aplazamiento a 1996. Todo ha cambiado, aunque no tanto en Sierra Nevada, donde el problema de la escasez de nieve sigue siendo la gran lucha anual, pendiente de unos cielos que cada vez dejan un manto blanco más pequeño o tardío. Aun así, la ciudad cuenta con una amplia lista de retos para afrontar en 2025, con especial relevance en infraestructuras y en cultura.

De hecho, el primer reto que afrontar Granada tiene lugar en poco más de un mes. La ciudad se juega mantenerse en la cima de los grandes eventos siendo el epicentro del cine español. Durante el próximo mes de enero cogerán velocidad las actividades programadas para la celebración de los Premios Goya, que culminarán con la gala que tendrá lugar el sábado 8 de febrero en el Palacio de Congresos. Una instalación que se ha adaptado y modernizado a los requerimientos de la Academia de Cine, y que vive otra prueba de fuego antes de que en el transcurso del años sufra su mayor obra de remodelación desde su inauguración hace 33 años, y para la que se van a destinar ocho millones de euros de fondos europeos que lo adaptarán energética y ambientalmente al siglo XXI.

Goya y Capitalidad

La gala de los Premios Goya supondrá también un reto turístico. Y es aprovechar no sólo la promoción de la provincia a nivel nacional (ya se empezó a vislumbrar el potencial de Granada como escenario de los galardones cuando a finales de diciembre se anunciaron las nominaciones desde el Carmen de la Victoria, con vista a la Alhambra, siendo la primera vez que se hacía fuera de Madrid), sino internacional. En la gala están nominados el director doblemente oscarizado Pedro Almodóvar y su película La habitación de al lado, además de sus dos actrices protagonistas, Julianne Moore y Tilda Swinton, que de acudir a la entrega, darían relumbrón a la gala y promoción a una Granada ávida de abrirse al mercado anglosajón en plena sequía de vuelos internacionales a Reino Unido tras la supresión del de Londres.

El impulso de los Goya debe ser también usado en la otra clave cultural de 2025. Durante los próximos doce meses, la ciudad tiene que terminar de forjar su candidatura a la Capital Cultural Europea prevista para el año 2031, y en la que tendrá que competir al menos con media docena de ciudades españolas. El Gobierno acaba de publicar este pasado diciembre la convocatoria y el Ayuntamiento tendrá exactamente un año, hasta el siguiente 28 de diciembre, para presentar el dossier de la fase de preselección. En 2024 Granada ya ha dado un impulso importante a esta candidatura pero este año tiene que estar ya ultimada con el reto de hacer partícipe a los ciudadanos de la misma y de poder conseguir un título al que aspira desde 2015, primera vez que se avanzó la idea.

Comunicaciones

Lo que tienen el común los Goya y la Capitalidad es una cosa ajena a la cultura: las infraestructuras. Como suena. En lo primero, en poner de nuevo de relieve la falta de comunicaciones de la ciudad con el resto de España, pero sobre todo, con el extranjero. Es el caso del Aeropuerto Federico García Lorca. En la semana de los premios del cine solo contará con dos destinos internacionales, París (vuelos jueves y domingo) y Amsterdam (lunes y jueves), en el caso del primero, uno de sus últimos servicios ya que a finales de marzo Vueling tiene previsto suprimirlo. La misma compañía dejó de operar el vuelo de Londres en noviembre, y está por ver que regrese durante la temporada veraniega. Aun así, la lucha de la terminal no es esa, sino consolidar más rutas con el extranjero y de forma regular, y no estacional, como sucedía antes de la pandemia.

Otra pata de las comunicaciones es que es uno de los puntos más flojos que tiene Granada a la hora de rellenar el dossier de la candidatura para la Capitalidad Europea. La provincia debe asegurar de aquí a un año la mejora de las frecuencias sobre todo aéreas y más allá de las fronteras nacionales, ya que se pretende convertir a la ciudad en el epicentro de la cultura del continente durante 2031. Con las frecuencias ferroviarias no queda, ahora mismo, otra que confiar en que los plazos de las obras previstas se cumplan para que en 2031 estén acabadas.

Variante de Loja y la integración

Y para que culminen estas obras, 2025 será un año clave para la Alta Velocidad. Justo cuando se cumple una década del inicio del aislamiento ferroviario de la provincia, precisamente por el corte de la antigua vía convencional para las obras de llegada del AVE a Granada, y que duró tres años y medio, Granada volverá a estar en obras por la mejora de sus infraestructuras ferroviarias. Son las de la Variante de Loja, la gran obra que en el fondo queda pendiente de la Alta Velocidad, y destinada a evitar el 'tramo de la vergüenza' en la que el AVE circula a menos de 40 kilómetros por hora en la travesía lojeña.

2024 trajo los primeros movimientos de tierra del tramo de Riofrío, el primero que se ponía en marcha por primera vez en más de una década (lo que se hizo hasta 2022 fue terminar las obras del viaducto también de Riofrío, que se habían paralizado en 2016), y en 2025 deben empezar también los trabajos en el siguiente sector de la Variante de Loja, el paralelo a la A-92 y que contiene varias de las estructuras de obra civil más caras e importantes del tramo, los túneles bajo la Sierra Gorda y el viaducto de Manzanil, que casi alcanza los dos kilómetros de longitud. Las obras de este segmento están adjudicadas desde el pasado día 30, cumpliendo a última hora las promesas del Gobierno.

Y si el ejecutivo de Óscar Puente, ministro de Transportes, mantiene su palabra, también durante este año, lo más probable que a finales de este, también esté en construcción en su fase más primigenia el tramo Valle del Genil, que cuenta con otros dos viaductos kilométricos, uno que roza la Villa Romana de Salar, y un túnel. De lo que también debe haber noticias en materia ferroviaria es de otras dos obras que el Gobierno considera claves: el contrato de instalación de la doble vía entre Archidona y Granada (salvo la Variante de Loja), con la cual se podrían duplicar las frecuencias de Granada por AVE, Avant y Alvia; y sacar a licitación el proyecto de la nueva estación de Loja-Alta Velocidad.

Lo que también deben acometerse son las obras de "emergencia" de la estación de ferrocarril de Granada, que no se han ejecutado aún cuando tenían precisamente el calificativo de urgentes para Adif. Aun así, esas actuaciones también iban a ser provisionales ya que Granada tendrá una nueva terminal ferroviaria, a tenor del proyecto presentado por el Ministerio de Transportes el año pasado. 2025 debe ser el año en el que Ayuntamiento, Junta y Gobierno cierren de forma definitiva el acuerdo de integración ferroviaria, el cual cambiará de forma radical la zona oeste y noroeste de Granada, además de otros cuatro municipios ya que el proyecto engloba la llamada Variante de Moreda, que evitará que los trenes de mercancías del Corredor Mediterráneo eviten la estación de la ciudad y operar en la zona de Mercagranada. Este acuerdo es básico para establecer las cuantías de pago de las tres administraciones. En este caso, es básica una estabilidad política en todas ellas para mantener la buena sintonía existente hasta el momento.

ZBE y Metro

Para la movilidad urbana también 2025 es un año importante para el Metro de Granada. De un lado se deben recibir las nuevas unidades de trenes que quedan pendientes del pedido a CAF, y de las que las primeras ya están operativas desde diciembre. De otro, las obras de la ampliación sur, que durante 2025 deben dar el salto adelante y pasar de los movimientos de tierra a la práctica culminación de los trabajos sobre la infraestructura. Todos los tramos están en construcción desde hace meses y ya este diciembre se han colocado los primeros raíles en Churriana de la Vega, por lo que a este ritmo, prácticamente quedarían los elementos ferroviarios (catenarias o señalizaciones) para cumplir con el compromiso de financiación con Europa, que indica que todo debería estar acabado durante 2026. Lo que entonces quedará por culminar en 2025 será el proyecto de la ampliación Norte, que cumple dos años de redacción.

Otra fecha clave es el 1 de abril de 2025. Llegará así otro día importante para la ciudad: la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones. Esta supondrá restringir el acceso a todo el término municipal (a excepción de algunas calles en los límites para favorecer las entradas a parking) de los vehículos matriculados fuera de la capital y que sean altamente contaminantes, es decir, los de gasolina de antes de 2001 y los diésel anteriores a 2006. La ZBE tiene que suponer un cambio en la movilidad para la mejora de la calidad del aire en la ciudad.

Contratos, pisos turísticos y Cubo

En política municipal, el 2025 será también un año intenso llegando en junio a la mitad del mandato del actual equipo de Gobierno del PP. En este ecuador, el gobierno de Marifrán Carazo tiene dos retos principales que ya urgen por el retraso acumulado y por los continuos incumplimientos de fechas del anterior gobierno y de este: la licitación de los dos grandes contratos del Ayuntamiento, el de limpieza y el de transporte, caducados desde 2020 y 2022 respectivamente. Se dijo que el de limpieza, que salió ya a licitación en 2024, iba a estar adjudicado antes de final de año pero el tiempo ha hablado y nada de la adjudicación, se sigue a la espera y con la ciudad reclamando mejoras en el servicio.

Además, este año se tiene que avanzar en otras dos grandes cuestiones, la redacción del nuevo PGOM, con la entrada en servicio de la oficina del plan; y la regulación de los pisos turísticos. La innovación del PGOU actual ya ha congelado las nuevas licencias pero el trámite para saber la regulación definitiva que aplicará Granada, tiene que avanzar en este año trabajando para limitar los pisos turísticos en los barrios ya saturados (centro histórico, Albaicín, Realejo o la zona de Fígares). Un turismo que se verá reforzado con que el Ayuntamiento organizará también en 2025 la primera Bienal de Flamenco, un proyecto impulsado por el gobierno local alterno con la cita de Sevilla.

También en será el año en el que deberá de empezar a moverse la futura Ciudad de la Justicia. El edificio del Cubo es oficialmente de la Junta de Andalucía desde diciembre y 2025 debe ser el año en el que se redacten los proyectos y se liciten los contratos para su conversión en juzgados, por lo que también deberían verse las primeras obras si para 2026 está previsto el traslado de las primeras sedes judiciales. También en 2025 deberían salir las primeras licitaciones para el edificio adyacente que completará el complejo tribunalístico.

UGR y Costa

Por otro lado, el acelerador de partículas IFMIF-Dones continuará con su lento y callado desarrollo. El reto es el traslado ya a Escúzar de las primeras oficinas destinadas al gran complejo científico y el avance en la financiación para construir los laboratorios principales. La Universidad completó las obras del edificio UGR-Dones, el cual también se debe dotar de contenido. Para ello deberá haber financiación, y he aquí otro reto de Granada, en este caso para la institución académica: arrancarle a la Junta una mayor partida presupuestaria junto al resto de universidades públicas andaluzas.

La Costa vivirá algo histórico en 2025: por fin Playa Granada tendrá su espigón. Las obras comenzaron en otoño y en poco tiempo el dique situado en la Punta del Santo ha penetrado un centenar de metros en el mar. Los trabajos deben culminar antes de la campaña de verano, aunque ya, en parte, deberían notarse su efectos paliativos en cuanto a evitar daños en temporales. Eso sí, quedará trabajo por hacer con el resto de espigones como Salobreña, Cotobro, Castillo de Baños, Castell de Ferro o La Mamola. También debería de haber novedades con alguno de los proyectos de puertos deportivos, Almuñécar y Playa Granada, antes de que caigan en el olvido y corran riesgo de quedar en papel mojado. Seguirán también las obras de las canalizaciones de Rules, que para este 2025 deberán tener cerrado el acuerdo de financiación para el desglosado 3 y la salida a licitación del concurso de obras, una vez en 2024 se aprobó el proyecto.