AVE Granada: la Variante de Loja no estará lista hasta la próxima década
Infraestructuras
Los plazos de los contratos para la adaptación de los proyectos a las normativas europeas se extenderán hasta 2026 como tope, a lo que luego habrá que sumar la licitación y posterior construcción de la plataforma
Granada/La Variante de Loja no estará terminada a corto ni medio plazo: al menos hasta 2030 como fecha más optimista. Adif acaba de adjudicar los dos contratos que faltaban para iniciar el proceso de adaptación de los proyectos de construcción de la plataforma de Alta Velocidad de la sierra sur lojeña a los nuevos estándares europeos, y estos hablan de que solo la redacción y estudio de estas modificaciones conllevará, en un caso 38 meses, y en el otro 48. Es decir, al menos cuatro años. Y eso sin contar con que luego se tiene que sacar la licitación de las obras, adjudicarlas, y lo más grande de todo: realizar las obras que, por las características del terreno y la cantidad de estructuras a levantar, será costosa en lo económico y compleja en lo técnico. Porque se está moviendo ahora para poder acceder a los fondos Feder, que si no se hablaría de más tiempo aún.
En concreto, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), en su rama especializada en Alta Velocidad, adjudicó entre el miércoles y el jueves los dos contratos de Servicios de Consultoría y Asistencia Técnica dedicados a la adaptación del proyecto de construcción de plataforma de la Línea de Alta Velocidad Antequera-Granada de la Variante de Loja en dos tramos, uno el de Riofrío y otro el correspondiente al Valle del Genil. Ambos se unen al ya adjudicado llamado A-92 el pasado mes de septiembre.
Estos contratos tienen la finalidad de cambiar y modernizar de arriba a abajo los proyectos de construcción de la Variante de Loja realizados hace ya más de diez años, y descartados por la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, en 2014 dando lugar a la solución provisional de adaptar el tramo de la antigua vía del siglo XIX. Los cambios y adaptaciones de estos contratos son en la normativa técnica y afectan a los drenajes, poner la infraestructura en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para mitigar los efectos del cambio climático, además de presentar interoperabilidad y, sobre todo, en materia seguridad, en especial para túneles y viaductos, de los cuales suma 5,5 kilómetros de los 17,9 de los que consta toda la infraestructura.
La buena noticia es que todos los proyectos de los tres tramos pendientes de la Variante de Loja ya están moviéndose. Sin embargo, el diablo está en los detalles. Y es que los plazos de ejecución para modificar estos informes de obras y construcción conllevarán, al menos, cuatro años. En el caso del proyecto correspondiente al segmento denominado 'Riofrío' se da un margen de 38 meses, es decir, tres años y dos meses desde la firma del contrato; mientras que el tramo 'Valle del Genil' sumaría diez meses más (48), yéndose la redacción de los cambios hasta los cuatro años. En total, al menos hasta principios de 2026 no estarían listos los informes y documentos necesarios para comenzar las obras. Quedaría la licitación de las mismas, cuyo concurso público se extendería durante un periodo mínimo de medio año, y luego adjudicarlo (otros seis meses aproximadamente), y finalmente la construcción de todos los tramos, que además presentan una complejidad técnica de tal calibre que no serán unas obras rápidas.
Aun así, fuentes ferroviarias consultadas por este periódico afirman que los plazos no tienen por qué cumplirse en toda su extensión, sino que es un periodo aproximado con el que cuentan las empresas adjudicatarias para elaborar estos nuevos proyectos que, eso sí, por los tiempos expresados casi implicarían rehacer nuevamente los mismos. Aun así, "se pueden terminar en menos tiempo". Además, estos plazos coinciden con el cronograma que maneja Adif para la construcción de la Variante de Loja, en el cual las obras no empezarían hasta que la doble vía no estuviese instalada en toda la línea salvo en el tramo adaptado del siglo XIX entre Tocón y Quejigares, de cerca de 30 kilómetros. Y para ello tiene aún que terminarse el proyecto de redacción de las obras, abrirse la licitación de estas, y proceder a su instalación. También ha de completarse el viaducto de Riofrío ahora en construcción, y donde está cerca de terminarse la instalación de todo el tablero sobre el que irán la plataforma y la vía. Y además, este tipo de contratos encierran dos fases diferenciadas para llevarlos a cabo, una fase de estudio y redacción que suele durar año y medio, y una segunda de asesoramiento a Adif ante matices y cambios que se produzcan en el planteamiento inicial. Así que la dilación en el tiempo de estos contratos guarda íntima relación también con las actuaciones previas pendientes a las actuaciones.
Más exactamente, los contratos recién adjudicados por Adif Alta Velocidad se refieren a los tramos de la Variante situados en los extremos de la misma, ya que el central, que marcha en paralelo a la autovía A-92 y de 6,7 kilómetros, ya fue aprobado según informó Adif a esta redacción el pasado mes de septiembre. Este primer tramo cuenta con un falso túnel de 50 metros, otro de 400 metros llamado Los Abades, y otro de 550 metros en el pk 609+700 denominado Las Monjas. Para la adaptación del proyecto para Alta Velocidad de Riofrío, que comprende 3,7 kilómetros, se requerirá un plazo máximo de 38 meses de estudio y redacción, y se ha adjudicado a Sers Consultores en Ingeniería y Arquitectura SA, una empresa de Madrid, por un presupuesto de licitación de 695.587,4 euros. La complejidad de este tramo estriba en que es el que se prevé que esté situada la nueva estación de Loja AV.
El otro tramo es el que está destinado a salvar mediante viaductos el Valle del Genil y las lomas de Salar. Es el más largo de todos con 7,7 kilómetros. Proyecta dos grandes puentes. El primero a la salida del último túnel del tramo A-92 y de otro, cuyo trazado sobrevuela el polígono industrial El Manzanil II y el polígono industrial Cooperativa San Isidro. Tras el viaducto, el trazado discurre por lomas cultivadas con olivos y cruza la Cañada Real de Granada a Sevilla. A partir de este punto cruza el arroyo del Salar mediante otro viaducto de 720 metros, para atravesar posteriormente mediante un túnel de 980 metros el Cerro de Limones. Tras el túnel, el trazado salva, mediante un único viaducto de 1.084 metros, la autovía A-92 y el cauce del río Genil, para ir adosándose poco a poco a la línea de ferrocarril actual, al norte de Huétor Tájar, entorno al paraje de Las Tablillas y proximidades de la barriada de la Estación.
Para este segmento, Adif ha confiado su redacción a la UTE conformada por Acciona e Ideam, y por su complejidad, es que el extiende durante más tiempo su periodo de ejecución, en concreto hasta los cuatro años. También es el que cuenta con un mayor presupuesto base de licitación, que supera el millón de euros (1.781.131,23). Los dos contratos del concurso han sido adjudicados por procedimiento negociado sin publicidad y ambos pueden ser cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea, dentro del Objetivo Temático 7: 'Conseguir un transporte sostenible'.
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